Capítulo 18

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*Pov Mikasa*

Aún sentía en mi mente su pequeña risa al irme del parque. Resonaba en mis oídos como una melodía que parecía una ligera ráfaga de viento otoñal.

Finalmente llegué a mi casa. Tenía ganas de tirarme a la cama para soñar con los acontecimientos sucedidos el día de hoy, pero al entrar me encontré con unas maletas echadas en el suelo y a una Petra sacando la última.

Mikasa: ¡E-Eh! ¿Qué estás haciendo...? - Al verla recordé que hace unos instantes la odiaba como si no hubiera un mañana, pero ahora esta tenía una expresión que me hacía simpatizar con ella.

Petra: ...Siento mucho haberme interpuesto entre vosotros dos. - ¿Lo estaba admitiendo? Pero, ¿por qué me lo decía ahora? No entendía la razón de decírmelo justo ahora, al estar al parecer a punto de dejar de vivir en mi casa sin razón aparente.

Mikasa: Petra, eso no importa, ¿porqué estás...?

Petra: Sí importa Mikasa. Teníais algo desde el principio y yo solo quería volver la situación a mi favor. Además me metí en tu casa sabiendo que solo causaría problemas. - Tenía la vista fijada en el suelo y no la levantaba.

Mikasa: ¡Petra! - Alcé la voz interrumpiéndola. - Ahora eso es lo que menos me importa, quiero saber porque demonios has hecho estas maletas. - Se la veía dolida, y por un instante me sentí el ser más despreciable por hacer que una chica como ella pudiera poner esa expresión, mientras yo había estado con Levi hasta ahora.

Petra: Ya te lo he dicho, me voy, no quiero ser una molestia ni para Levi ni para ti. Lo he sido todo este tiempo, pero no lo he visto hasta hoy, soy patética... - Antes de que pudiera evitarlo o tan solo ser consciente de mis acciones mi mano se había alzado y le había dado una bofetada.

Mikasa: No te atrevas a compadecerte, ¡no te conozco! Sé que nos conocimos hace muy poco tiempo, pero en ese corto periodo me has demostrado que eres una chica fuerte y con gran orgullo, no me hagas rectificar mi opinión sobre ti. Cuando las cosas se ponen feas tienes que luchar aún sabiendo las probabilidades de perder, de eso se trata. Si no lo has conseguido, pues lo vuelves a intentar, es así de simple. - Me miraba con unos grandes ojos llorosos y con las mejillas sonrojadas, supongo que por el golpe y la vergüenza del momento. La abracé sin pensármelo dos veces, pensando para mis adentros que indirectamente le había dado ánimos a seguir persiguiendo a Levi. Definitivamente soy estúpida.

Al cabo de unos segundos sacó la cabeza de mi pecho, moqueando con aún la cara color carmín.

Petra: Mikasa. - Sus ojos brillaban extrañamente, ya no de lágrimas, y mis instintos detectaron que algo no iba a ir bien para mí. - ...Creo que me estoy enamorando de ti.

Me quedé petrificada, procesando sus palabras. ¿Qué demonios acababa de decirme esta chica?

Mikasa: Eh... Creo que te refieres a Levi, ¿no? - Dije con la esperanza que tuviera a ir a hacerme una revisión en los oídos.

Esta negó con la cabeza y se sonrojó aún más. De pequeña algunas chicas me habían contado que parecía un chico en el buen sentido, pero nunca me hubiera imaginado que pudiera ser de verdad.

Petra: Creo que me gustas Mikasa. - Me abrazó más fuerte que antes. Adiós revisión a los oídos.

Mikasa: ...Petra, creo que esto es un gran malentendido... A ti te gustan los chicos, ¿verdad? - Mi cabeza ya me daba vueltas alocadamente. - Es más, a ti te gusta Levi, ¿verdad?

Petra: Bueno... - Se puso un dedo en el mentón, a forma de pensar. - Mi primo suele decirme que tengo la mala costumbre de enamorarme con mucha facilidad de la gente... - Maldito Jean, ¿por qué demonios no me dijo nada de eso? - ¡Pero personalmente no lo creo así! Pienso que me enamoro de gente atractiva, perfecta, increíble... - Dijo mientras contaba con los dedos. - Así que si lo piensas de otra manera, es algo bueno.

Ni en un millón de añosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora