Sálvame.

Sexto capítulo "Escuela"

  Luego del fin de semana tan largo, lleno de discusiones absurdas, lamentablemente llegó el lunes.

  A las 6:30 de la madrugada sonó mi alarma, que me avisaba que ya era hora de levantarse para ir a la institución. Me calce las pantuflas y fui hasta el baño a ducharme para sentirme más cómoda en el colegio. Luego de la rápida ducha, me puse el uniforme y bajé a tomar un pequeño desayuno "importante para las energías del día".

  Me preparé un café y comí dos medialunas. Busqué mi mochila, y me fui caminando hasta el colegio, mientras tanto, obviamente escuchaba música.

  Lo que me parecía increíble era que nunca me cansaba de escuchar música, y eso que lo hacía todo el tiempo.

  Cuando llegué a la institución, noté que un par de chicas que estaban reunidas, me miraban, comentaban cosas sobre mí, y hasta se reían. No les dí importancia, y seguí caminando.

  Cuando llegué a mi casillero, me di cuenta que las mismas chicas que estaban murmurando sobre mi, venían en dirección a donde me encontraba.

- ¿Tú eres hermana de Kevin Weist? - Me preguntó una de las chicas. Era rubia, de ojos verdes, más o menos tenía la misma estatura que yo, pero a diferencia de mi, ella era delgada.

- Si - Le respondí de mala gana - ¿Por qué preguntas? -.

- Él estuvo enfrentado a mi novio - Dijo mientras comenzaba a acariciar mi pelo. Inmediatamente saqué su mano de mi.

  En eso, dos de las chicas toman mis manos con fuerza, mientras que la chica rubia comenzaba a jalar mi cabello, al instante otra del grupo comenzar a patear mi abdomen y mis piernas. Me llevan arrastrando hasta el baño, donde siguieron con el abuso, por lo que yo caigo rendida al piso.

- Ya es suficiente - Dijo la maldita rubia - Me llego a enterar que tu hermano otra vez se quiere enfrentar a mi novio, tú recibes palizas de nuevo - Me dijo escupiendo al lado mio, saliendo por la puerta como si nada.

  Cuando tuve fuerzas para levantarme, corrí hasta mi casa, donde no se encontraba nadie que pudiera ver mis golpes, y me encerré en mi habitación todo el resto del día.