Pasaron dos largos meses luego de mi intento de suicidio, en los que me encontré mayormente encerrada en mi casa, sin hacer nada interesante.
El psiquiatra Dr. Kwaret, me recetó un tratamiento farmacológico a base de antidepresivos. También estuve recorriendo los consultorios de varios psicólogos, quienes "ayudaron" a lo largo de éstas semanas interminables.
Como notaron cambios respecto a mi estado mental, decidieron que era lo mejor para mi, el volver a la rutina, y retomar las clases. A mala suerte, debía volver al mismo colegio en el que iba antes, ya que era el único que me quedaba cerca.Mis padres siguen separados, y pronto tendrán la audiencia con sus abogados, para firmar el acta de divorcio, acordar la separación de bienes, y distintos acuerdos respecto a mis hermanos y a mi.
Kevin al principio se vió muy preocupado por el problema que tuve; no se juntaba muy seguido con sus amigos, y se mostraba un poco más "compinche" conmigo. Pero con el pasar del tiempo, volvió a la normalidad.
Liza, por su parte, no entendía con claridad la situación; demasiados sucesos para una pequeña niña de 7 años, quien debía estar en medio de un aire muy tenso. Aún así, nunca perdió su encanto, su chispa dinámica, su manera de hacer que con solo una risa, todos olviden sus problemas.
Yo, en mi interior, aún me sentía inestable. Las inseguridades sobre mi cuerpo volvieron. Obviamente ocultaba algunos pensamientos a mis psicólogos, todo para volver a la normalidad; en estos momentos solo quería que me dejen de tener como el centro de atención, cosa que poco a poco, iba a lograr.
Ahora solo quedaba volver a recorrer aquellos pasillos que guardaban tantos secretos, como lo hacía mi almohada.
ESTÁS LEYENDO
Sálvame.
Teen FictionClara, una chica para nada normal, sufre depresión, y decide buscar ayuda en alguien como ella: callada, tímida y sobre todo antisocial.