Sálvame.

Tercer capítulo "Casa"

Caminé lentamente por las calles de mi ciudad, paré en un parque que queda a unas siete cuadras de mi casa, a escuchar música, y a mirar como la gente pasaba. Cuando quise acordar, eran las 5 de la tarde, entonces decidí que ya era hora de volver, por más que no quisiese.
Entré por la puerta central de mi casa.

- Hola, llegué, ¿hay alguien? - Dije prácticamente a los gritos, esperando a que alguien me escuchase.

- Clara - Gritó mi madre.

- ¿Donde estas?- Le pregunté.

- En la cocina hija- Me contestó.

Fui caminando por un pasillo que me llevaba a la cocina donde estaba mi madre. Estaba parada de espaldas a la puerta de entrada a la cocina, donde estaba preparando una merienda para mi hermana menor, quien estaba sentada en la mesa, esperando ansiosa.

- ¿Quieres algo? - Me preguntó señalando lo que estaba preparando.

- No gracias, ya pasé por un café - Mentí para que no se preocupe por mi. - Me voy a mi habitación, si me necesitas llámame - Le dije mientras me dirigía hacia la puerta.

- Bueno.

Subí las escaleras y pasé por la habitación de mi hermano, en la que se escuchaban gritos, seguramente estaba con sus amigos jugando en la Play. Seguí un poco más, hasta llegar a mi habitación, cerré la puerta con llave, para tener privacidad. Odiaba cuando alguien entraba sin tocar la puerta.

Prendí mi reproductor de música, y me senté a leer. Al rato dejé el libro y traté de hacer los deberes de la escuela, cosa que no pude conseguir, porque me aburrí.

Me acosté en mi cama, y mientras que miraba hacia el techo, pensaba en mi vida, cosa que siempre me hacía mal. Recordar malos momentos era lo peor, y debo admitir que se me han caído una que otra lágrima.

Habrán pasado unas 4 horas más o menos desde que había llegado a mi casa, y a decir verdad, ya tenía hambre.

- Clara, Kevin!! A cenar!! - gritó mi madre desde una punta de la escalera.

- Ya voy!! - Gritó mi hermano, yo no me molesté en contestar.