Sálvame.

16° capítulo "Vacío"

Nuevamente me encontraba sola en mi habitación, sola con mis pensamientos, mis sentimientos, mis emociones. La habitación quedaba chica comparándola con mi gran vacío emocional.

Empezar de cero me estaba costando.

Se dice que si uno reprime sus emociones negativas, y no las comparte con alguien más, ese resentimiento o malestar se va acumulando y en un momento u otro, tarde o temprano, nuestra salud lo refleja. Sin dudarlo, era lo que me estaba pasando.

Éstos últimos meses han sido difíciles. Demasiados cambios a mi alrededor, cosa que detestaba.

La depresión nuevamente iba entrando con lentitud en mi cuerpo. Me acostumbré a usar una máscara social, para poder vivir entre los demás, porque es lo que debía hacer. Trato, y me esfuerzo en actuar todos los días, para que nadie lo note, pero cada vez me cuesta más y más. Las pequeñas cosas que solían hacerme feliz, ahora son insignificantes.

Hay una parte en mi, que quiere arreglar todo. Tuve un impulso positivo repentino que me hacía querer salir y conocer nuevas personas que cambiasen mi manera de pensar, pero no duró mucho porque supe que de todas formas, ésto no funcionaría.

Elegí estar sola donde me sentía segura, y nadie hacía preguntas.

Mi baja autoestima y la falta de propósitos se vuelven insoportables.

Realmente me siento presionada. No tenía amigos con quienes pudiera contar en estos momentos; mis padres están en medio de un divorcio lleno de discusiones.

Aún recuerdo cuando era una niña, cuando éramos una familia feliz. Solíamos viajar juntos, compartir momentos de felicidad; visitabamos muy seguido a nuestros abuelos.

Recuerdo con claridad una tarde de primavera, cuando apenas tenía 7 años. Estábamos en el parque de una ciudad que quedaba a unos 150 kilómetros de mi ciudad. Nos recuerdo a Kevin y a mi, jugando como unos pequeños niños, y a mis padres felices por sus dos hijos. Toda una familia unida.

Quisiera volver a aquellos tiempos...