Diario de un niño [Karmagisa]

Capítulo 10-Inesperado...

17 de mayo

Querido diario, papá ya se fue. Pero hoy paso algo muy inesperado...

Karma y Yuki de nuevo se habían quedado dormidos viendo una maratón de películas, pero ahora era diferente.
Eran ya las once de la mañana, por la tele aún encendida se seguía transmitiendo "Sonic Ninja".
Ambos pelirrojos dormían plácidamente en el sofá.
Mientras tanto, un peli-azul de nombre Nagisa llegaba feliz a su casa, al final terminó el trabajo antes de lo planeado y pudo regresar antes, aunque decidió que fuese una sorpresa para Yuki al verlo llegar antes. Incluso le había comprado una rebanada de pastel de fresa.
Nagisa suspiró, Yuki era en varios sentidos igual a Karma. Se encogió de hombros y abrió la puerta de la casa, extrañándose al sólo escuchar el sonido de la televisión encendida en la sala.
Dejó el pastel en una mesa y su bolsa en el suelo, dirigiéndose a la sala.
Una vez ahí su corazón se paró por un segundo al ver a la persona de la que tanto se había escondido estos últimos años. Apretó los dientes, ¿¡Cómo lo había encontrado!? ¿¡Qué estaba haciendo con Yuki!? Una ira irracional se apoderó de el, y ya completamente enfadado por la sola presencia de Karma ahí, gritó:
—¡Karma Akabane! ¿¡Se puede saber que estás haciendo en mi casa con mi hijo!?—Ante ese grito, ambos pelirrojos despertaron de golpe y miraron asustados al peli-celeste frente a ellos.
—Nagisa...—murmuró Karma, levantándose y mirando de arriba a abajo al enojado chico frente a el. Realmente era poco lo que había cambiado en el en ese tiempo, seguía teniendo ese rostro infantil y ese cuerpo pequeño y de chica que tanto le encantaba a Karma.
—¿Es todo lo que dirás? ¡Explícame que haces en mi casa!
—Nagisa, primero que nada tranquilízate. Y segundo, sólo vine para cuidar a Yuki.
—Lárgate entonces—murmuró entre dientes Nagisa.
—Yuki fue quien me pidió que lo cuidara y creo que el debería ser quien decida si me voy o no.
—¡Es mi casa y yo decido si...!
—¡Mamá, espera!—interrumpió Yuki, parándose de un salto y colocándose entre los dos, haciendo que estos lo mirasen.—¡No quiero que papá se valla!
—¿"Papá"?—repitió Nagisa.
—¡Si! ¡Karma es mi papá y no quiero que se valla!
Nagisa mordió su labio, notando que quizás esa era una pelea que el no podía ganar.
—Bien, haremos esto: me iré ahora y vendré de vez en cuando a visitar a Yuki, ¿Esta bien?—habló Karma.
Nagisa suspiró.
—Bien, pero llama antes de venir, así me aseguraré de no estar en la misma sala que tu por más tiempo del necesario.
—¡Si!—gritó Yuki, subiendo al sillón para estar a la altura de los torsos de Nagisa y Karma y abrazarlos a ambos. Estos sonrieron inconscientemente y colocaron a la vez una mano en la cabeza de Yuki; haciendo que la mano de Karma quedarse sobre la de Nagisa.
Ambos se miraron a los ojos unos segundos, luego desviaron la mirada y quitaron al mismo tiempo sus manos.
—Bien... Entonces adiós Yuki.—Murmuró Karma, separándose de los otros dos.
—Adiós papá—Yuki sonrió feliz, mirando junto a Nagisa como aquel pelirrojo salía de la sala y, seguidamente, de la casa.
—Te traje algo de pastel de fresa—habló Nagisa, dispuesto a dejar en anterior tema de lado.
—¿¡Enserio!? ¡Si!—festejó Yuki, saliendo de la sala en busca de su rebanada de pastel.

Pero bueno, al menos podré seguir viendo a papá. Adiós diario.
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Les dije que venía algo imtemzo 7u7