Próximo destino: Inverness (Saga: A New Life #1)

Capitulo 25

En cuanto he visto a Axel en la puerta de mi casa he sabido que esa cena no iba a ser para nada pacífica. Verle con ese perfecto traje negro ha hecho que por un momento me olvide de todo y haya querido quitárselo. Nunca le había visto tan arreglado y he de decir que estaba para comérselo. Creo que mi yo interior ha muerto en el momento que se ha quitado la chaqueta y me ha dejado ver sus perfectos brazos marcados en esa camisa negra tan potente. Pero no todo iba a ser de color rosa, no, mi señora madre ya se ha encargado de arruinarlo todo. Yo iba a ignorarla como hago siempre pero que juzgue a Axel por los tatuajes me parece más que increíble. Esa es la razón por la que quería a Caelen en la cena, porque él parece el chico que toda madre quiere para sus hijas. Aunque creo que ha quedado más que demostrado que mi madre no quiere nada para mí, más bien quiere que desaparezca de la tierra. No quería derrumbarme pero escuchar a Axel decir todas esas cosas sobre mí, seguramente inventadas, han tocado mi vena sensible.

Así que aquí estoy ahora, sentada en el sofá de su casa esperando a que Caelen y él vuelvan de la cocina. Es el momento, le voy a decir toda la verdad y que juzgue por sí mismo. Me he cansado de mentirle y ocultarle cosas. Los dos hombres aparecen y se sientan cada uno a un lado mío. Tengo un aspecto horrible de tanto llorar pero me da lo mismo.

- Toma, te sentará bien – dice Caelen ofreciéndome una taza de lo que parece una tila

- Gracias – la cojo y por primera vez me siento tímida con ellos a mi lado

- ¿Más tranquila? – Axel apoya su mano en mi rodilla y con el pulgar traza círculos

A ver, ¿cómo quiere que esté tranquila si hace eso? No soy de piedra joder y ese traje me está poniendo demasiado. Y eso que ha vuelto a quitarse la chaqueta y ha desabrochado dos botones de su camisa.

- Si – asiento con la cabeza

- Axel me ha contado lo que ha pasado

- No quiero hablar de eso, estoy acostumbrada

- Ahora entiendo por qué estás como estás, es por culpa de Godzilla – Caelen niega con la cabeza mientras dice ese apodo

- ¿Godzilla?

- Ha sido Axel – se defiende

- ¿Perdón?

- Es genial – suelto una carcajada. No se me había ocurrido nunca un mote así

- No deberías hacer caso a lo que te ha dicho

- Lo sé Axel – me encojo de hombros y doy un sorbo a la taza

- ¿Por qué dejas que te afecte tanto entonces?

- Porque... ¬– miro a Caelen sin saber cómo explicarlo – me has tocado la vena sensible Axel, nadie había dicho esas cosas por mí

- Siento haberte causado problemas pero es lo que sentía

- ¿No te lo has inventado?

- Para nada – su seriedad me confirma que dice la verdad y algo se remueve en mi interior

- Axel, hay cosas que no entendías ¿no?

- Así es Caelen – dice mirándome – solo si tú estás preparada...

- Lo estoy

- Os dejo solos entonces – Caelen se levanta y deja un beso en mi cabeza – ánimo pequeñaja

Nos quedamos solos en el comedor y no sé cómo decírselo. Apoyo la taza en la mesita que hay enfrente del sofá y subo mis piernas al sofá. Axel se está desabrochando los puños de la camisa y me mira impaciente.