Después de mi incidente con Alonso en la fiesta de Halloween, estuve evitándolo a toda costa. Jonathan había visto todo pero afortunadamente Zaira no y entre los tres llegamos a un acuerdo en el que nadie mencionaría nada al respecto y menos a mi amiga.
Los siguientes dos meses se me hicieron eternos. Además de evitar a Alonso, también evitaba a Zaira, no podía andar por la vida hablándole como si nada sabiendo que me había besado con su novio (a quién por cierto Zaira quería muchísimo), la había traicionado aunque debo reconocer que no tenía idea de que a quien besaba era Alonso. Debí suponerlo en el momento en que me sentí bailando sobre las nubes. Jonathan no me hacía sentir así.
El día de la obra llegó y yo estaba que me moría, debía ayudar a los chicos con el maquillaje; Ana, la maquillista, me había dado un pequeño curso en dos días y ahora la estaba apoyando con eso.
―¡Alonso! ―exclamó y se me revolvió el estómago. Me alejé de ellos y me puse a mover el vestuario que se encontraba en un perchero. Estaba deseando que Ana no me llamara pero Murphy era mi mejor amigo―. Oye, Pau ¿podrías maquillarlo?
Gruñí entre dientes y cerré los ojos con fuerza deseando que esto no me estuviese pasando a mí pero no podía evitar estar a nada de tener un gran momento incómodo con aquél chico de ojos azules.
―¡Voy! ―respondí terminando de mover la ropa. Tomé una gran bocanada de aire y luego lo solté para después mirarme y caminar hacia Ana y Alonso.
―Hola, Hope ―alzó su mano y sonreí como respuesta.
―Te dejo en buenas manos ―sonrió Ana y después de dar un par de palmadas sobre mi hombro se fue con otros chicos.
―Emm...siéntate ―señalé la silla frente a él y comencé a sacar el maquillaje.
―¿Cómo has estado? Hace mucho no hablamos. Desde...
―Bien, he estado bien. Algo ocupada ―respondí cortante. Entre menos hablara con él, mejor.
―Me siento nervioso por hoy ―admitió y cerró los ojos mientras yo pasaba la brocha con el polvo traslucido para que su cara no brillara frente al reflector.
―Te va a ir bien ―lo animé y cerré el frasco del polvo.
―¿Me vas a poner brillo para labios? ―se hizo para atrás cuando hice mi intento de acercar la crema humectante para labios.
―Traes los labios muy resecos, lo necesitas ―lo miré con expresión seria y luego se dejó poner el bálsamo.
―¿Por qué nos has estado evitando? ―soltó de repente.
―No los he estado evitando ―agarré la botella de spray―. He estado muy ocupada con las tareas y esto ―señalé la escenografía. En parte era cierto pero todos sabíamos cuál era la verdadera razón de mi extraño comportamiento.
―Hope, si es por lo que pasó en la fiesta de Halloween...
―¿Qué pasó en la fiesta de Halloween? ―dijo Zaira abrazando a su novio por detrás.
Mierda.
―Ehh...Jonathan me pidió que fuese su novia pero no quise ―solté rápidamente.
Zai no puso en duda lo que le dije y después me alejé de ellos para ayudar a Ana con otros chicos que necesitaban ser maquillados.
La obra fue todo un éxito, el público aplaudió tanto que creí que me dejarían sorda. Definitivamente Zaira y Alonso tenían una química envidiable.
