¿Es mi hija? Aokise~Mpreg

Es mi hija también.

-Ryouta, la cámara está aquí- dijo con cansancio- Muy bien todos tómense cinco- caminó hasta el modelo que se encontraba frotandose las sienes- ¿Está todo bien?, hoy has estado muy distraído honey- acarició los sedosos cabellos del ojiambarino.

-Misakicchi, pido disculpas por mi actitud- hizo una leve revencia a la pelimorada oscuro al igual que sus ojos, piel ligeramente tostada, figura voluptuosa, que vestía con un vestido negro vaporoso corto de escote V, su representante.

- ¿Puedo saber que te tiene tan distraído?- colocó sus brazos en forma de jarra.

-Y-yo...bueno mi bebé, ha estado rara últimamente- rascó su nuca- me ha preguntado que por qué no estoy con alguien...tambien quiere regalar fotos mías con el número del telefono aún lado, y-ya sabes cosas así- se ruborizó al instante.

-Oh mi honey- lo aprisonó en su brazos colocando su cara en sus delanteras- no deberías preocuparte, lo más seguro es que quiere ver a su papá con alguien que lo haga demasiado feliz.

-M-misa...kicchi...no puedo...oxígeno- se zafó del agarre- es lo que he estado pensando pero...no se que hacer- dijo cabizbajo.

-Ryouta yo también apoyo a lo que esté tramando tu preciosa hija, ¿Hace cuantó no te han tocado?, ¿Ya no te la han metido o si? de seguro te has masturbado para compenzar- dijo sin vergüenza mientras lo veía con un cara fatigada.

-¡Misakicchi! no digas esas cosas en voz alta- más avergonzado no podía estar.

-Lo que quiero decir honey, es que salgas a la calle y liga con alguien- miró fijamente los orbes dorados- además me encantaría verte en acción con tu proximo bombón- alzó las cejas en forma de coquetería.

-Misakicchi, deje de decir esas cosas a la ligera- lloriqueó- esta bien lo haré- suspiró cansado.

-¡Ese es mi honey!- exclamó orgullosa.

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-¿Eh?, ¿Me quedaé a domid en tu casa Hikaducchi?- atinó a mirar al pelirrojo atónica.

-S-si bueno eso me dijo mi mamá- giro su mirada para no ver la tierna cara de la pequeña.

-A si es, tu papá me aviso que tendra una cita hoy y no podrá recogerte- sonrió levemente.

-¿Cita?,¿te defiedes a cuando sale con gente de su tabajo?- infló sus mejillas, arrugó el entrecejo.

-No Aoi-kun, hoy saldrá con alguien que no es de la agencia- explicó con ternura el peliazulado.

-¿Qué?- miró como el mayor asentía risueño- ¿¡Hikaducchi oiste!? ¡Mi papi saldá con alguien!- empezó a dar vueltas con el menor.

-Ya escuche Aoi, sueltame, me estoy mareando- se alejó pero cerró sus ojos para enfocar despúes su vista.

-Espedo que sea con el señod Aominecchi- pensó- que feliz me hace escudad eso- sonrió ampliamente.

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-Kise eres una persona muy interesante, me gusta- sirvió vino en su copa.

-Gracias- musitó bebiendo de la exquisita bebida.

Él ojiambarino había aceptado salir con alguien para que su representante estuviese tranquila, pero en realidad a sido un fiasco. No sentía absolutamente nada, su corazón no latía desenfrenado, las mariposas no revoloteaban su estómago, ni si quiera se sentía nervioso es más estaba empezando a aburrirse. Sin darse cuenta bebió casi dos botellas de vino enteras él sólo .