¿Es mi hija? Aokise~Mpreg

Miedo.

-¡Mierda!, ¿cómo se supone que me safe de este problema?, de seguro cuando se lo explique a Kise querrá castrarme y alimentar a los perros conmigo, o tal vez quiera verme sufrir lenta y dolorosamente, quizas me arranqué los órganos de uno en uno y los venderá en el mercado negro...o peor aún...¡Le dirá a Kuroko!- mientras que él pelirrojo se retorcía cada vez más por su cruel mente, la niña tiró del pantalón del policía para llamar su atención.

El moreno solo miraba a su amigo con cara de incredulidad, sintió un jalón, vio a la pequeña rubia llamandoló, suspiro pero se colocó de la estatura de la menor para prestarle atención.

-Eto...señod policía Aominecchi, gacias pod taednos a Hikaducchi y a mí con mi tío Kagamicchi- la menor se colgó del cuello del mayor y dejó un beso suave pero a la vez sonoró en su mejilla.

A Kagami y Aomine les dio un infarto por la acción de la pequeña. Por la parte del ojirojizo estaba más que claro que cuando sepa el rubio lo despejellara vivo, y por el lado del ojiazulado sintió una extraña felicidad acumularse en su pecho, que se vio reflejado en sus pómulos.

-Papá, podemor ir con mamá, ya tengo hambre- se quejó el menor para a ligerar la extraña atmósfera que se creo.

-¿Qué?...¡Ah!, si claro campeón, vayanse a delantando mientras yo voy por sus mochilas- se asegurará de comprarle algo a su hijo por salvarlo.

-Te retó a otra carrera- el pequeño pelirrojo se acercó a la ojiazulada, le tomó del brazo mientras le sonreía retadoramente.

-Te volvedé a ganad- dijo la menor desafiante- Hasta luego señod Aominecchi- le regaló una sonrisa sincera para luego echarse a correr mientras la seguía el ojiceleste.

-Nos vemos Ahomine- trató de ocultar sus nervios al empezar a caminar más rápido pero la voz del otro detuvo sus movimientos.

-Esa niña...¿De quién es hija?- preguntó con seriedad.

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-Kagami-kun puedes repetir lo que acabas de decir de nuevo ¿por favor?- preguntó con voz calmada Kuroko, mientras cerraba sus ojos.

-A-amor...puedo explicarl-lo- en su mamo izquierda se contraba un sartén, en la diestra un cucharon de metal y encima de su cabeza tenía un bowl de plástico para protejerse de su esposo.

-Flashback-

-Te hice una pregunta Bakagami, ¿Quiénes son los padres de la rubia?- repitó el moreno al ver que su amigo no decía nada.

-¿Qué hago? Piensa tigre- en eso se lo ocurrió una idea- ¿Has oído hablar de la modelo Mitsuki?- preguntó con una sonrisa de lado.

-¿Ah? claro que sí, ella salió en un especial con Mai-chan- dijo sin vergüenza alguna- ¿Eso que tiene que ver?- encaró una ceja.

-Bueno, ella es la madre de la pequeña y su padre es Kasamatsu- se encogió de hombros para fingir desinterés pero por dentro sentía que se estaba carcomiendo.

Aomine no le creía a Kagami pero decidió restarle importancia, y pasar por alto los sentimientos que le provocó la menor.

-Ya...entonces me voy, tengo que hacer mi trabajo- guardó sus manos en sus bolsillos, empezó a caminar para retirarse pero sintió una leve punzada en su pecho.

-FindelFlashback-

-Estoy seguro de que no me creyó pero al menos ignoró todo lo sucedido- concluyó el pelirrojo con los nervios recorriendole el cuerpo al esperar la respuesta de su esposo.

-Eso es algo raro amor, Aoi-kun normalmente no es así de abierta con los extraños y mucho menos les da un beso de esa manera...sólo a Kise-kun- dijo pensativo- Kagami-kun podrías bajarte de ese mueble- pidió el peliceleste al ver a su esposo hecho bolita en una esquina del mueble de la cocina.

-L-lo siento- bajó con su cara totalmente avergonzada- eso mismo pensé, ¿no crees que Aoi sienta un conexión con Ahomine?- preguntó el más alto.

-No lo sé, pero de algo estoy seguro...no hay que comentarle de esto a Kise-kun- el ojiaceleste recordó como él rubio se comportó en la mañana cuando le comentó que Aomine había vuelto.

-Mami, el tío Kise acaba de llegar- entró el menor a la cocina par avisarles.

Kagami y Kuroko salieron de la cocina junto con su hijo, vieron como el rubio cargaba a su hija y le repartía besos por toda la carita.

-Hola Kurokocchi, Kagamicchi- saludó con su bella sonrisa.

-Hola Kise-kun/Kise- dijeron al unísono los esposos mirandolo enternecidos.

-Bueno creo que ya es hora de irnos ¿no lo crees amor?- preguntó a la menor.

-Moo~esta bien papi- la colocó en el piso- Nos vemos tío Kudokocchi- depositó un suave beso en la mejilla- Bye Tío Kagamicchi- se colgó del cuello del mayor e hizo lo mismo que con él peliceleste- Te veo mañana Hikaducchi- se acercó al menor para darle un rápido beso en el pómulo, se separaron con un rubor intenso en sus pómulos ambos niños.

-Jeje hasta mañana Hikarucchi- Se acercó el modelo y le dejo un beso en la frente, el pequeño giro su cabeza hacia otro lado avergonzado- Bye Kurokocchi, Kagamicchi, gracias por cuidar a mi princesa- caminó a la salida con su bebé en brazos.

-Cielo- llamó el peliceleste- no quiero que hables del policía que conocieron hoy a tu tío- se colocó de la altura para mirarlo fijamente a los ojos.

-Mami ¿conoces a ese señor feo?- frunció el ceño.

El pelirrojo mayor soltó una carcajada, pero guardo silencio cuando su amor lo volteo a ver con una mala cara.

-Si bebé, él es el papá de Aoi- vió como su hijo abría de más sus ojos- tú padre y yo te contaremos una historia.

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-Después el tío Kagamicchi se comió unas teinta hamburguesas y el tío Kudokocchi lo degaño feo- la pequeña empezó a contarle al rubio con esmeró su día.

-Jaja me imagino las caras de tus tíos- dijo burlón.

-Hola Aoi- giro su cabecita para ver de quien era el propetario de esa voz.

-¡Kasamatsucchi!- saltó de los brazos de su papá para abalanzarle en un abrazó de oso al azabache.

-Jaja ¿comó estas preciosa?- preguntó mientras depositiva un beso en la suave mejilla de la rubia.

-Bien, ¿nos vamos a id con usted?, podemos id a cenad al destaudante que fuimos la última vez, pod favod- hizo su carita de perrito.

-Kise que le enseñas tu hija- se quejó al ver que la pequeña era igual que el rubio- claro que vamos a ir linda- le sonrió con ternura mientras se subía con la pequeña al mustang negro.

-Moo~ no me regañes Kasamatsu-senpai- empezó a ser mohínes para luego subirse al auto del mayor.