¿Es mi hija? Aokise~Mpreg

Desaparecida.

Habían pasado cinco minutos de su hora acordada. Corrió hasta la cafetería en donde tenía su cita.

-Kise- giro su mirada para encontrarse con unos orbes grises.

-Nijimura-senpai- hizo una ligera revencia- Siento la tardanza pero acabo de dejar a mi pequeña en la escuela- sonrió mientras tomaban asiento en una mesa.

-Jaja Kise ya no soy tú Senpai desde secundaria- soltó una ligera risa- Vaya que has cambiado mucho- colocó su cabeza en el dorso de su mano para exarminarlo mejor.

-Lo se~ pero aún así no estoy acostumbrado- sus mejillas tomaron un ligero color– N-no he cambiado mucho.

-Por supuesto que sí- lo miro fijamente- Tus facciones siguen siendo delicadas como las de una chica pero la diferencia es que ya son un poco más maduras, creciste mucho- sonrió de lado al ver al rubio avergonzado- Hasta podría decirte que luces más atractivo que antes.

-¿Ah?- jadeó sorprendido- Siempre he sido guapo- cruzó sus brazos e hizo un pequeño puchero.

-Bueno, tienes razón pero ahora no se...desprendes un aura diferente.

-¿A-a que se debió tú mensaje?- decidió cambiar de tema.

-Lo que pasa es que tengo unas pequeñas vacaciones y decidí venir hasta acá para reencontrarnos- en congió los hombros.

-Ya veo, cuentame ¿Qué tanto hiciste en E.U.?- agarró entre sus dedos el popote y absorvió de su té helado.

-Lo usual, me fui con mis hermanos a vivir haya termine mis estudios y me convertí el jefe en donde mi padre trabajaba.

-¿Enserio?- habló con voz ahogada- Eso es increible Nijimura-senpai, felicidades por eso de seguro eres un gran líder como en la secundaria- mostró su perfecta sonrisa.

-Si, bueno, gracias- balbuceo al sentirse avergonzado- Cómo sea, cuentame de ti, creo a verte oído decir que tienes una pequeña ¿No es así?.

-Si, es el amor de mi vida- un brillo en su mirada se hizo presente.

-¿Quién es tu esposo?- titubeó al preguntar.

-El padre es Aomine pero no es mi esposo, él se casará con Momoi en unos meses- el brillo desapareció para transformarse en una expresión de frialdad con un toque de tristeza.

-Kise- susurró.

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°

-¿Aomine-kun?- se sorpendió al ver al policía enfrente de él- ¿Deseas algo?- preguntó con voz monótona para ocultar sus nervios.

-Tsk, como si fuera la primera vez que me ves Tetsu- espetó- Vengo a recoger a Aoi- rascó su nuca.

-Hola señod Aominecchi- salió corriendo la pequeña- Eto...quiedo decid papá- besó sonoro la mejilla del peliazulado.

-¿Q-qué?- él ojiceleste paledeció y comenzó a sentirse débil.

-Hola bebé- sonrió- Oi Tetsu hoy Kise tuvo que salir así que por eso estoy aquí, ¿Te sientes bien? estas más pálido de lo común- comentó desinteresado mientras tomaba a las cosas de la menor.

-Mami ¿En donde está...? ¿¡Aoi!?- gritó con asombró- ¿Qué hace el señor feo aquí?- frunció el ceño mientras jalaba del brazo a su amiga.

-Ya te he dicho que no le digas señod feo- sacó su lengua- Vino a llevadme con él, ¿Vedad papá?- sonrió tierno.

-Así es bebé bien nos vamos, hasta luego Tetsu- volteó a ver al menor con ojos de despreció- Tsk...a ti tambien mounstruo, nos vemos- alzó a la pequeña en brazos. El peliceleste y el pelirrojo se quedaron viendo sin saber que hacer la ancha espalda hasta que desapareció de sus vistas.