¿Es mi hija? Aokise~Mpreg

Extra: Amor para todos.

-¡Aominecchi bájame!- por tener las manos en su rostro cubriéndose de la vergüenza amortiguó su grito de igual forma.

-Jaja sonrie para las fotos amor- decía el moreno mientras lo cargaba "al estilo princesa".

-¡Esa es mi frase!- apartó las manos de su cara para dedicarle un puchero.

-Te amo- besó sus labios con ternura.

-¡Que vivan los novios!

-W-

-¡Aoicchi deja de ver eso!- pronunció con vergüenza.

-Moo~pero papicchi, esa es mi parte favorita- decia la menor mientras miraba la escena- Además ahí es donde después Ioricchi y Hikarucchi dan vueltas alrededor de ustedes y papácchi pierde el equilibrio y hace que se caigan.

-No me recuerdes a esos mocosos tan temprano bebé- apretó con fuerza la gorra entre sus manos- En verdad tienen suerte de ser hijos de Tetsu y de Akashi.

-Sabes que son divertidos cariño- dijo el rubio risueño- Siempre son muy atentos con Aoicchi.

-Atentos y una mier...- no termino la frase por la mirada que le dedico Kise de advertencia- Solo son unos confianzudos con mi bebé y nadie puede serlo.

-Aominecchi- rodeó los ojos- A veces puedes ser muy idiota- soltó un suspiro.

-¡Oi!- abrió los ojos de la impresión- ¿A quién crees que le dices "idiota"?- pronunció con molestia.

-Amor debes de ir ya preparando tus cosas ya qué se te hará tarde para ir a la escuela- apresuraba a su hija mientras le colocaba un sueter color crema.

-Todo esta bien papicchi, Hikarucchi pasara por mi- le sonrió con ternura.

-¡Oh! Hikarucchi que buen niño es- le dió un beso en la frente pero se apartó rápidamente ya qué se comenzó a sentir mareado.

-¿¡Escuche bien!?- saltó Aomine bloqueando la puerta a su hija- ¿¡Cómo que el mocoso de Bakagami te llevará!?.

-Papácchi sabes bien que Hikarucchi vive cerca por eso se ofreció para llevarme- cogió su mochila en cuanto escuchó el timbre sonar- Ya llegó, nos vemos papi- salió corriendo para darle un beso sonoro a Kise- Nos vemos papá- besó-de igual forma-con rápidez a Aomine antes de salir corriendo hacia la entrada.

-¡Vuleve aquí Aoi!- rugió para salir tras la rubia.

El rubio soló podía negar con la cabeza mientras se reía pero de repente tomó entre sus dedos el puente de su nariz al sentir las nauseas subir por su garganta y querer salir-de una manera nada agradable- por su boca, colocó su otra mano sobre el filo de la isla de granito para recargarse y respirar hondo.

-Tsk, maldito niñato en cuanto vea a Tetsu le informare del compartamiento de ese mocoso- siguió quejandose mientras se arreglaba el uniforme- ¿Puedes creerlo Kise?, Salieron corriendo cogidos de la mano- pero el rubio solo podía asentirle ya que sentía que si hablaba vomitaría al segundo- Amor, ¿Te sientes bien? te noto algo pálido.

Al terminar de decir aquello el moreno, salió disparado al baño seguido de su esposo aunque le azotó la puerta cortandole el paso.

-¡Kise!- escuchó como su marido comenzaba a devolver la comida- Amor- abrió la puerta para después colocarse en cuclillas junto a él- Ya, ya, aquí estoy contigo bebé- le dió unas cuantas palmaditas a su espalda al igual que se la sobó-para reconfortarlo-en cuanto terminó.

-Te traeré un poco de agua cielo- le beso la sien antes de irse a la cocina.

Sentía como si estuviese en un barco, el mundo se le balanceaba de esa manera tan desagradable. Sonrió levemente en cuanto volvió su esposo con un vaso de agua.

-Gracias cariño- bebió con fuerza pero sintió de nuevo las arcadas y tuvo que expulsar el agua- ¡Maldición!- gritó con molestia.

-Iremos al médico bebé, no es normal que vomites tanto- cogió su celular- Sakurai necesito que me cubras este día...Si, Kise se siente mal y lo tengo que llevar al médico.Gracias.

-W-

-¿Así que hoy tuvo que regurgitar todo el alimento y bebida de la mañana?- el rubio asintió- Digame jóven, ¿Desde cuándo comenzaron sus síntomas?.

-Pues en realidad desde hace unas dos semanas me siento muy fatigado, siento que mi cabeza pesa una tonelada y hace unos días he perdido el apetito pero no le tome importancia creyendo que solo es cansancio.

-Ya veo- sacó un pequeño paquete y se lo entrego- Por favor, vaya al baño y después de un rato venga de nuevo- el rubio lo miró confuso hasta que observo bien el paquete y se ruborizó de sobremanera para así salir corriendo al baño.

-¿Ocurre algo malo Doctor?- preguntó Aomine anonadado.

-Solo espere a su esposo unos minutos- le sonrió agradable.

Después de unos cuantos minutos que Aomine le parecieron horas salió el rubio bastante ruborizado y con los ojos bien abiertos.

-Tomaré eso como afirmativo, sientese jóven- le pidió al rubio y este le pidió la cajita- Ya veo, desde hace cuatro semanas- dijo pensativo para después dedicarles una sonrisa tierna- Señor Aomine debo felicitarle ya qué su esposo esta esperando a un hijo suyo- volvió a sonreírles enormemente ya que sus ojos formaron arrugas de felicidad.

-Ah era eso- suspiró aliviado sorprendiendo a los otros por como tomó la noticia- Espere, ¿Qué acaba de decir?- se levanto sorprendido- Usted...Kise, amor, tú ¿Estas esperando un hijo?- el rubio asintió tímidamente esperándose alguna reprendida o algo por el estilo, aunque nada de ello sucedió- ¡Voy a ser padre por segunda vez!- tomó a su marido y lo alzó de la cadera mientras daba vueltas de felicidad- ¡Escucharon eso sere padre de nuevo!- gritaba de felicidad.

-Aominecchi, baja el volumen- el moreno le beso: párpados, nariz, pómulos o donde se le cruzase piel de su rostro provocandole que su rubor aumentara.

-Que se entere el mundo, no me haría más feliz- se arrodillo para depositar un suave besos en el aún vientre plano de su esposo- Me pregunto cómo serás, espero que esta vez mis genes si predominen en ti- soltó una sonrisa ladeada- Claro además de lo guapo.

-Aominecchi- lagrimas de felicidad brotaron de sus ojos al ver aquella imagen- Te amamos demasiado amor.

-Yo igual bebé o mejor dicho bebés- lo besó con ternura- Vamos tenemos que contarle esto a nuestra preciosa hija y los chicos- lo tomó de la mano y comenzaron a correr como si fuesen niños pequeños a la salida.

-Doctor ¿Por qué está tan feliz?- preguntó una enfermera.

-Ese joven rubio hace unos años atrás acudió a mi- pronunció nostálgico- Cuando lo vi, lo primero que pensé fue-"Que hermoso"- me comentó los síntomas que tenía y resultó que estaba embarazado, era muy joven para tener un hijo y en vez de alegrarse soltó unas lágrimas ya que dijo que el padre de la criatura no se lo perdonaría- sonrió melancólico- Me alegra saber que haya encontrado el amor con aquel chico.

-Vaya pobre chico- dijo la chica quitándose una lagrimilla que se le escapó- Pero vea, ahora está feliz con el amor de su vida y esperemos que sigan un largo tiempo juntos- el Doctor le asintió con alegría.