Pequeñas sorpresas.

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-¿Qué es lo que planea Aomine?- el vehículo avanzaba con velocidad así que no pudo apreciar detenidamente el paisaje- ¡Demonios, está aprovechando el que no haya tráfico!- frunció el ceño mientras formaba sus manos puños- ¿A donde me lleva?, ¿Tal vez iremos a un hotel? no, no, los hoteles no estan tan lejos ¿Y si ya se volvio psicópata porque le quite el derecho de ver a mi bebé? Es muy poco probable si no lo hubiese hecho desde antes, ¿O será que me esta secuestrando enserio para sacarle dinero a este Nijimura y así escapar del país con la enferma pechos falsos de Momoicchi?.

Estaba tan absorto en sus pensamiento que no se dio cuenta de que el coche se había detenido.

-Llegamos Kise- salió del coche para después rodearlo hasta llegar a la puerta del copiloto- ¿Kise?- al ver que el rubio ni se inmuto decidió acercarse un poco para asegurarse de que se encontraba bien.

-¿Eh? ¡Ahh!- apartó el rostro del moreno con fuerza- ¿Qué crees que estas haciendo Ahomine?- cubrió parte de su sonrojado rostro con el antebrazo.

-Tsk no tienes porque gritar, solo quería ver si estabas en buenas condiciones.

-Con el horrible rostro que tenía enfrente cualquiera puede asustarse.

-¡Oi! ¿A quién crees que le estás diciendo eso?- replicó con molestia.

-Al orangután que acaba de cometer un secuestro- bajo del coche pasando de largo las reacciones del más alto.

-Este tonto- musitó- Tsk, ven iremos a un lugar que tal ve te guste- lo tomo del brazo para que lo siguiera.

-No sabes cuánto me encanta que me lleven a lugares contra mi voluntad y además de estar esposado, es algo maravilloso- pronuncio con un toque de sarcasmo.

-Lo tendré en cuenta- el modelo se ruborizó de tal manera que hizo reír al moreno- Pero ahora quiero que guardes silencio hasta que lleguemos, por favor.

Él ojiambarino se sorprendió al escuchar al peliazul así que decidió hacerle caso solo por esta vez. Caminaron por unos cuantos minutos mas hasta dar con unos viñedos y una enorme casa.

-¿Me trajiste hasta una finca?- preguntó incrédulo pero el ojiazul no le contesto.

Entraron a la casa y el olor sumamente exquisito del vino inundo sus fosas nasales de lleno.

-Espérame Kise no tardo- el moreno se fue por un pasillo dejando sólo al modelo.

-Genial- chasqueó la lengua aunque sintió unos ligeros golpes en su hombro izquierdo- ¿Mmm?.

-Disculpe señor- miró sobre su hombre a un joven de baja estatura, de cabellos naranjas, ojos azules claros que además de eso vestia sumamente elegante- Emm...bueno, usted ¿Se encuentra bien?- titubeó.

-¿Lo dices por las esposas en mis muñecas?- el joven asintió con tímidez- Me las puso un policía loco para que estuviese tranquilo, no creas que es un fetiche o algo así- sonrió ladino provocando un sonrojo al menor.

-Rubio idiota- golpeó la nuca del contrario- Te dejo sólo unos cuantos minutos y ya estas coquetando con los empleados- fulminó con la mirada al pelinaranja- Sígueme- volvió a cogerlo del brazo.

Caminaron hasta la puerta trasera de la finca para dar con la producción de vinos, pasaron de largo hasta dar con un enorme túnel que daba hacia abajo las escaleras rodeados de unas tenues luces.

-La temperatura va a disminuir un poco al bajar Kise- comentó el más alto- Tampoco tengas miedo no te estoy llevando a tu muerte- el rubio lo miró sorprendido- Estas tenso- aclaró.

Bajaron las escaleras aunque se comenzó a sentirse un hambiente ligeramente frío pero no para congelarlos, pasaron por las millones de botellas de vino que se encontraban en diferentes repisas posicionadas boca abajo o recostadas sin embargo detuvieron sus pasos provocando que sus cuerpos chocaran.

-¡Auch! Aomine fijate en donde caminas, eso dolió- soltó un quejido pero de un momento a otro todo se torno negro- ¿A-aomine?.

-Shh...aguarda unos segundos así Kise- susurró contra su oído mientras conducia al rubio.

El modelo podía sentir el fornido pecho del más alto rozando su espalda y sus largas manos cubriendole los ojos, escuchó el tintineo de unas llaves después el ruido de una rendija abrirse, comenzó a andar con torpeza puesto que no veía nada trato de pisar con cuidado hasta que el moreno retiró sus manos perpitiendole ver una mesa redonda cubierta por un mantel blanco con un bordado sencillo negro, encima de esta se encontraba un jarrón de cristal que tenía un ramo de dalias rosas y rojas, dos platos negros acompañadas por unas copas de vino, la sala era iluminada tenuemente pero en la parte de atrás se encontraba una muralla de botellas de vino recostadas simulando una pared.

-¿Te gusta? trate de convencer al dueño de hacerlo lo más sencillo pero a la vez elegante posible- sonrio de manera sincera- porque se que te gustan estas cosas cursis así que hice mi mejor esfuerzo- quitó las esposas para luego cogerle la mano con delicadeza y llevarlo hasta una silla- ahora si Kise, te suplico que me escuches.

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-Bueno...al menos no fue tan mal como pensaba- soltó un suspiro mientras abría la puerta de la casa de sus amigos- Tetsu, Bakagami ya llegue- prendió las luces sin embargo nadie le contesto- ¿habrán salido?- pensó en voz alta.

-Dai-chan- la sangre se le heló, levanto la vista para encontrarse con su ex prometida con una sonrisa enorme pintada en sus labios- tardaste un poco llegar, eres malo.

-¿Satsuki? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estan los chicos?.

-Moo~eres un grosero ni si quiera preguntas por mí- sacó su lengua de manera juguetona- no te preocupes ellos salieron a dar la vuelta con su adorado hijo- con pasos ligeros se acercó hasta el más alto, colocó sus brazos en el cuello para atraerlo más a ella pero en un cambio brusco el peliazul se alejó de su contacto físico.

-Satsuki compórtate, tú y yo ya nos somos prometidos- gruñó por debajo.

-Eso no es cierto Dai-chan- carcajeó con delicadeza- eso lo dijiste porque estabas enojado pero ya no lo estás así que volvamos a casa- trato de tomarle la mano pero el mayor se impuso.

-Golpeaste a mi hija además de que la insultaste, hiciste que Kise me quitara el derecho de verlos ¿y supones que aún estamos juntos?- jadeo indignado- no muñeca, te dije claramente que no va a ver compromiso ni boda así que olvídate de esa idea- recibió una fuerte cachetada de parte de la pelirosa.

-¡Cállate! Tú y yo estamos juntos ¿me oíste?- comenzó a reírse estruendosamente aunque segundos después con sus manos revolvió sus cabellos con desesperación- ¿que no ves que te amo, acaso no te lo demostré durante todo este tiempo? te...te necesito eres el amor de mi vida- chilló mientras las lágrimas se hicieron presentes en sus ojos.

-Lo siento Satsuki, yo también te ame demasiado pero ahora lo único que quiero es ser un buen ejemplo para mí bebé.

-¡No mientas!- golpeó la pared con su puño provocando que se hiciera daño- tú quieres estar con la puta de Kise para que te abra las piernas como en la preparatoria- se acercó hasta el más alto- óyeme bien Daiki tú y yo estaremos juntos, nadie me quitará mi boda de ensueño así que prepárate- dicho eso salió de la casa dejando a sí a un ojiazulado descolgado.

-W-

Disculpen si luego no actualizo a tiempo pero todo es culpa de la preparatoria TwT de todas formas gracias a las personas que siguen votando y comentando el fic.💗

    ¿Es mi hija?   Aokise~MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora