Capitulo 12.

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Narra Diane

Theo se fue y yo me recosté en mi cama a pensar. Él dijo que no dejaría así lo que comenzamos...y esa idea me encanta.
Me sentía tan estúpidamente por reclamarle que no quisiera estar conmigo. El no quería que yo me sintiera utilizada, y yo llegué a pensar, mientras tanto, que él no quería que ocurriera.
Tocaron la puerta dos veces. Y después entró Marc, como siempre últimamente, agotado. 
-No creo poder soportarlo más, mucho menos ahora. Mi padre me acaba de informar que a partir de hoy, soy él beta oficial, solo espero que el idiota de Jace me respete un poco mas ahora que tengo más poder sobre la manada.- Se sentó a mi lado.
Descubrí gracias a mi primo que el nuevo integrante de la manada se llama Jace. Que tiene el pelo castaño claro, ojos verdes y según mi madre, todo eso lo hace un chico bastante guapo. Si aún no hubiese encontrado a Theo, juraría que justo ahora moriría por conocer al codiciado castaño.
-Seguro que estará meas relajado cuando se entere de que eres beta de la manada a la que él pertenece. Deberá obedecerte. Eso sí, debes mostrarte duro y estricto con todos durante un tiempo, tal vez  así  entienda que no es ningún juego.
-Ojalá así sea.-Suspiro sonoramente.-Por cierto, Theo me pidió que te llevará a su casa para cenar, dijo que a las 8:00. Y dijo que tú ya lo sabías.
Obvio no lo sabía, seguro quería terminar hoy mismo nuestro "pendiente", y eso no me desagrada, al contrario, el solo pensarlo me emociona demasiado.
-Si, si, ya lo sabia Marc, solo que no recordaba la hora, gracias.
Le sonreí y el devolvió el gesto.
-Solo faltan dos horas, y no he comenzado a arreglarme. Te importaría esperar abajo, mientras me baño.-El me miró y iba a hablar pero no lo deje.-Gracias, gracias Marc, eres un lindo, ahora entiendo a Jess. Gracias.-Lo tome del brazo y lo arrastre fuera de la habitación. Escuche que soltó una pequeña risa mientras se adentraba en el pasillo de fuera de mi cuarto.
Rápidamente entre a bañarme, aunque mi ducha rápida termino durando 25 minutos.
Cuando salí no sabía que usar, según Marc era una cena solo para él y para mí, pero no estaba segura. Cabía la posibilidad de que eso solo fuese una coartada.
Mientras me decidía entre un vestido verde o un pantalón negro, mi celular sonó avisándome que tenía un nuevo mensaje.
*Mensaje de Theo*
Supongo que ya te enteraste de nuestros planes para "cenar". Aclaró, si sentaremos, pero no será lo único que aremos amor. Nos vemos en un rato más, te quiero.
El mensaje de Theo hizo que una sonrisa de loca enamorada se plantará en mi rostro, aunque también me aclaro que si cenaríamos, me decidí por el pantalón, de color negro, una camisa de manga larga morada y unos botines de tacón del mismo color de la blusa. Me maquilla demasiado natural, a pesar de que ya era noche, no me gusta el maquillaje en exceso.
Estuve lista diez minutos antes de la hora acordada.
-Por fin, estaba a pu to de irme sin ti, tengo planes con Jess. A pesar de que tardaste años, te ves muy bien beba.
-Gracias Marc. Pero vámonos, no quiero llegar demasiado tarde.
-Supondré que tus padres no dirán nada por qué vallas a la casa de un chico a estas horas de la noche.-Preguntó levantando una ceja, burlón.
-No voy a casa de un chico, voy a casa de Theo, mi Mate. Así que no, no dirán nada, además no están, deje una nota en la puerta de su habitación para que sepan dónde estaré cuando lleguen.
-Entonces andando beba.
Me ofreció su brazo y yo lo tomé, llegamos a su auto y subimos, después emprendimos nuestro viaje a mi futura casa.
Okey, admito que eso fue extraño, pero es la verdad, en un futuro viviré ahí con Theo y algún bebe que sea de ambos.  Me imagino un niño extremadamente parecido. a Theo, pelo negro y tez blanca, pero un carácter difícil, como el mío. Se siente increíble imaginar una vida completa a su lado, se siente normal, lo correcto, se siente real.
Me perdí en mis pensamientos, y por lo visto por mucho tiempo ya que Marc detuvo el auto frente a la casa de Theo, mi próximo hogar.
-Gracias Marc.-Le agradecí.
-Diviértete beba.-Me guiñó el ojo y después levanto sus cejas.
Yo simplemente ponte rodé los ojos y baje del auto. Camine hasta la entrada de la hermosa casa.  Toque, pero en cuanto mi mano toco la puerta, note que esta estaba abierta.
Entre un poco extrañada y sentí un delicioso olor a velas de vainilla, uno de mis olores favoritos.Theo enserio escucho cuando se lo conté, sonreí por lo que acababa de descubrir y seguí ese olor delicioso.
Este olor me fui hasta la terraza, donde había una mesa con vino y la cena, todo estaba decorado muy hermoso. Theo creó un hambre te demasiado romántico, quería que esto fuera especial y Theo me estaba ayudando a que así fuera.
Sentí unas manos en mi cintura y un cuerpo detrás del mío. Inmediatamente el olor del perfume de Theo inundó mis fosas nasales, sentí unos cuantos besos en mi cuello, voltee y lo observe, llevaba un traje completamente negro, a exención de su camisa, que era de un color rojo sangre, mire su rostro y sus labios, el acercó su cara y me besó, yo correspondí su beso.
Cuando terminamos ese beso dulce y tranquilo, pero lleno de emociones, el acercó su cara a mi cuello y olfateo mi olor.
-Nunca podré cansarme de ti, de tus besos, tu olor, tu personalidad, que me encanta, por cierto, todo de ti me vuelve loco, nunca podría dejarte ir.- Dijo mientras sentía su respiración en mi cuello.
Junto nuestras bocas de nuevo unos segundos y después los separo, me dedico una hermosa sonrisa.
-Opino exactamente lo mismo cariño.-Le sonreí de vuelta.
-Ven, siéntate, vamos a cenar, es comida Italiana.
Me ayudo a sentarme en una silla de la mesa romántica y él se sentó frente a mi.
-Todo que do increíble Theo, como hacerte entender que tu romanticismo es muy expresivo amor.
Ambos reímos y procedimos a comer entre risas y elogios. A la hora del postre, que era Pau de queso con salsa de fresa, él me dio en la boca, ya fuera Pau o un beso, y yo hice lo mismo con el.
Cuando terminamos decidimos tomar una copa de vino en la sala, junto a la chimenea. Me senté en un sofá y él se sentó justo a mí lado.
-Recuerdas que tenemos algunas cosas pendientes amor.....-Dijo y comenzó a besarme lentamente colocando sus manos en mi espalda.
Seguí su beso bastante gustosa, y sabiendo lo que haríamos, comencé a desabrochar su saco, cuando termine, se lo quite y lo lace a no sé dónde, solo espero que no haya caído en la chimenea.
Nos separamos para tomar un poco de aire y después seguimos nuestro beso, él me cargo y me sentó en sus piernas, literalmente. se levanto y yo enrede mis piernas en su cintura. Comenzó a subir las escaleras, separó su boca de la mía y comenzó a besar mi cuello. Yo me dediqué a despeinarlo y aproveche a desabrochar todos los botones de su camisa que pude.
Llegamos a su recámara y me dejo en su cama lentamente, él fue poniéndose sobre mí de igual manera. Nos besamos un rato más, el desabrocho mi camisa y me despojo de ella, lanzándola a alguna parte de la habitación.
Durante un momento se dedicó a besar mi cuello, entendí lo que hacía, había llegado el momento de marcarme.
-¿Estas Lista amor, si no quieres, puedo parar aho.....-Lo interrumpí.
-Estoy bien, sólo hazlo....no....no hables.-Dije con dificultad, ya que mi respiración estaba demasiado acelerada.
Theo se refería a que si estaba lista para que me mordiera, para quedar marcada como suya completamente. Después de hacerlo, ambos, al ser licántropos los dos, seríamos mucho muy celosos y dependientes con respecto al otro, esto solo es las perimeras semanas después de la mordida.
Quedaría una marca en mi cuello, y para todos los licántropos yo tendría el olor de Theo.
El beso mi cuello unos momentos más y después pasó su lengua por el, lamiéndolo. Segundos más tarde sentí dos finos colmillos sobre mi, otro beso, bastante mojado, y luego los colmillos de Theo entraron en mi, marcándome como suya para siempre.
Al principio dolió, bastante, tanto que se me escapó una lagrima, pero después se sintió bien, sentí una oleada de deseo y pasión inmensa. Theo sacó de mi sus colmillos y con su lengua quito dos gotas pequeñas de sangre, que habían causado sus colmillos de lobo.
Beso muy lentamente esa, ahora delicada, parte de mi cuerpo y construyó un camino de besos a mi boca, nos besamos un momento más, mientras terminábamos de quitar nuestras prendas de ropa y completamos nuestro vínculo, sin ninguna intervención.
Al hacerlo sentí como con la mordida, primero dolió un poco, pero después solo éramos Theo y yo derrochando pasión y amor, sobre todo amor.
Cuando terminamos,  él me beso lentamente una última vez y se recostó del otro lado de la cama, abrazándome, después de un rato n un cómodo silencia, ambos caímos rendidos a dormir.

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