Narra Theo.
-¿Estas mejor?.-Le pregunto a Diane, últimamente ha estado con mucho dolor en su cuerpo, se que puede ser por que las bebes pueden nacer en cualquier momento, pero aun así no deja de ser preocupante.
Justo ahora esta recostada, con los ojos cerrados, a un kilómetro se puede notar que esta realmente cansada, en ocasiones me llego a sentir impotente por no poder hacer que se sienta mejor.
-Tranquilo amor, ya te dije que estoy mejor. Aunque si me trajeras un poco de agua, me sentiría mucho mejor.- Dice abriendo sus ojos, con una mirada divertida, esa mirada que siempre que veo, me hace sentir dichoso, como si fuera el hombre mas feliz del mundo. El mas afortunado, aun que de alguna manera lo soy, no pido mas con ella a mi lado.
Beso sus labios y me levanto de la cama, cuando salgo de la habitación, veo el cuarto de las bebes, lo tenemos listo desde hace 2 meses, ya tenemos todo para cuando decidan que es hora.
Sonrió, sinceramente siempre que pienso en la pequeña familia que estoy formando con Diane, una sonrisa boba se planta en mi rostro, y en todo el día, pase lo que pase, permanece ahí, intacta.
Comienzo a caminar de nuevo. Al terminar de bajar las escaleras, encuentro varios cuadros con fotos de nuestra reciente luna de miel, una de las primeras fechas en done estuve pleno, feliz.
Entre tantos pensamientos llego a la cocina y sirvo agua en un vaso para Diane, subo las escaleras de dos en dos y entro después a la habitación.
-Aquí tienes amor.-Digo para llamar su atención, ya que se encuentra bastante entretenida viendo televisión, su programa favorito es de un rollo de drama, lo veo con ella, la verdad, me resulta un poco interesante, tal vez hasta llamativo.
-Gracias.-Se limita a decir,toma el vaso y se toma toda el agua casi en un solo trago. Luego continua viendo su programa.
Decido acostarme a su lado, tal vez hasta pueda descansar un poco, ayer estuvimos trabajando mucho con la manada, tenemos mas de un mes perfeccionando los lugares y los equipos, es un poco desordenado desde que se juntaron dos manadas, gracias a mi matrimonio con mi mate.
Mire a Diane, e inesperadamente, ella me estaba mirando a mi, notaba miedo en su mirada, por tanto me alarme al instante.
-Theo....-Solo basto esa palabra para que mis nervios aumentaran mil veces mas.
-¿Que pasa? ¿Estas bien? ¿Que necesitas?.- Se que la estoy llenando de preguntas, pero en serio necesito saber que tiene, no quiero que sufra, necesito que ella este bien.
-Me duele demasiado Theo, no quiero mirar.-Estaba llorando, y yo como el tonto que soy, no entendí sus palabras.
-¿De que hablas amor?.-Pregunte alarmado mientras me levantaba de la cama para ayudarla a sentarse.
-Siento algo, ya sabes...mojado ahí abajo, no quiero pensar que es sangre Theo, quiero que las bebes estén bien.-Continuo llorando en silencio.
Con miedo dirigí mi mirada hacia el abdomen de Diane, después un poco mas abajo.
Lo que vi, literalmente me dejo en estado de shok, no era nada malo, sino que se le había roto la fuente.
-¿Que pasa Theo?.-Pregunto Diane asustada, su voz me hizo reaccionar de inmediato.
-Tranquila amor no es nada malo. Amor, se a roto la fuente debemos darnos prisa hacia el hospital.-Me parece que no capto bien mis palabras.
Ella asintió repetidamente y luego sus ojos me mostraron conocimiento. Me miro feliz y trato de levantarse, pero antes de que lo lograra, soltó un grito de dolor, rapidamente la tome en brazos y baje las escaleras con ella. La lleve al auto y la coloque con cuidado sobre el asiento de copiloto. Luego le abroche el cinturón.
-Iré por la maleta de las pequeñas ahora vuelvo, respira okey, todo estará bien.-Ella asintió y lo hizo.
Corrí dentro de casa y tome la pequeña maleta rosa, luego regrese al auto, donde estaba mi mate sudando un poco, imagine que dolía mucho, por lo que me di prisa.
Subí al auto, y ninguno de los dos dijo nada, simplemente procedí a conducir hacia el hospital, admito que estaba conduciendo como un loco, pero mi velocidad la normalice cuando Diane dio un leve apretón a mi mano con la suya, la mire y ella me sonrió como pude, regrese su gesto y seguí con el camino hasta el hospital.
Al llegar, entre con Diane a mi lado, ella caminaba con mucho esfuerzo, pero como es muy necia se negó a que entrara con ella en mis brazos.
Una enfermera se acerco con una silla de ruedas, en la cual Diane se subió, y un doctor apareció, dio un par de ordenes a la enfermera y ella asintió, pocos segundos después se llevo a mi mate con ella.
Mire al doctor, e inmediatamente note que es el doctor que ha estado llevando el embarazo de Diane desde un principio, una rara oleada de alivio llego a mi cuerpo, no entiendo por que, pero paso.
-¿Cuando rompió la fuente?.-Me pregunto el doctor, mientras anotaba algo en una especie de carpeta, quiero imaginar que es el expediente medico de Diane.
-Hace menos de 10 minutos.-Le respondo rápido.
-Muy bien, parece que las niñas vienen muy fuertes, ya que a como vi a su esposa, esta a punto de traer al mundo a las pequeñas. ¿Entrara con ella, cierto?.- Me cuestiono el doctor apartando la vista de los documentos por un momento, solo uno pequeño, en el que me miro.
¿Entrare con ella? Que clase de pregunta es esa.
-Por supuesto que entrare doctor.- Mi respuesta era muy fácil, obvia diría yo.
-Valla a la habitación 42, ahí estará un enfermero, su nombre es Drapee, dígale que lo mando yo, el le entregara un traje adecuando para que este con su esposa, luego de que se lo ponga, valla a la sala de partos, segundo piso, cuarto 13, no tarde.-El doctor termino y asumí que se dirigía con Diane.
Reaccione y corrí hacia Drapee, cuando llegue dije lo que me dijo el doctor, y me entrego el típico traje azul, un tapabocas y desinfectante.
Me lo puse en el elevador, todo, hasta el desinfectante, cuando llegue al segundo piso, me dirigí ahora a la habitación 13. Abrí la puerta bruscamente, no quise hacerlo así, pero supongo que estoy nervioso, que digo. Es muy obvio que muero de nervios justo ahora.
Busque a Diane con la mirada, la encontré tendida en la camilla, sudando, una lagrima corría por su mejilla, supongo que es de dolor, que daría por evitar que le doliera algo tan hermoso como lo es esto.
Me acerque a ella y limpie su lagrima, ella me miro y sonrió melancólica, me dedique a darle consuelo, a decir hermosas palabras y frases para que tuviera fuerzas y siguiera con esto sin tanto esfuerzo.
-Puja Diane, las bebes están demasiado listas para nacer, los quieres conocer.-Dijo el doctor, Diane asintió con una pequeña sonrisa en su rostro, esta no duro mucho, ya que el dolor provoco que saliera el otro lado de Diane, ese histérico que dice mas de 15 malas palabras en 5 segundos, suerte que solo sale ese lado cuando de verdad se enoja.
No miento, estuvimos mas de media hora ahí, hasta que mi mundo paro completamente al escuchar el llanto de una bebe, minutos después se escucharon dos.
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Destinados
WerewolfEs una regla que cada licántropo tenga asignada un alma gemela en esta vida...un Mate. En Chicago hay dos manadas de hombres lobo...Bloody moon, se encuentra en el Norte y Crescent moon en el Sur. Las dos manadas se dedican a proteger secretamente...