XII

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Era cuestión de segundos, ya los alcanzaban; además rastros de sangre se veían y olían por los árboles.
"Tracción al rey" -se escuchaba por parte de los soldados - "¡Alto ahí, traidora!"

- ¡Detente! ¡Espera! -gritaba el chico al mismo tiempo que esquivaba las ramas del piso y algunas que golpeaban su cara.

- ¡No! ¡Nos asesinaran! -respondió en un sollozo combinado con un grito.

- ¡Entonces vete sin mí! ¡Te estorbo!

Ella sólo lo miro un segundo. Hizo una mueca y sin pensarlo más, lo haló aún más.

¡Que se estaba volviendo loca!

A lo lejos oía risas, sí que se estaba volviendo loca. Corrió más y en un intento desesperado gritó:

- ¡Ayuda! ¡Por favor alguien que nos ayude!

De pronto la risas callaron.

- ¡¿Hay alguien ahí?! -se escuchó un chico

- ¡Por aquí!

Dos jóvenes salieron de entre la sombras. Sorprendidos miraban a la joven y al muchacho mal herido.

- ¡Nos persigue la Guardia de Arssax! ¡Ayudanos!

Asustados uno de los chicos tomó al joven mal herido y bruscamente lo subió en su espalda provocando que el primero pegara tal alarido que reveló su posición y el olor a vampiro pronto se hizo más fuerte y cercano.

Comenzaron a correr a través vez del oscuro bosque.

Mientras corría, volvió a sentir la presión de los vampiros acorralándola. Se sentía como oveja entre lobos. No sabía que hacer y en ese momento, los vio, ellos disfrutaban de un paseo nocturno eran trece, quizás quince personas disfrutando en familia... al momento salió del pequeño trance...

- ¡Auxilio!

Al momento, siete de ellos corrió, trasformándose cuatro de ellos en lobos, uno de ellos era un lobo de su tribu, ¡quizás se conocían! Otros dos se convirtieron en zorros y el último de ellos saco una pequeña vara que serviría de estaca. Todos se abalanzaron contra su dirección y ella pensó que los asesinarían pero por el contrario, sobre pasaron sus cabezas y sin ningún tipo de esfuerzos acabaron con la vida de los vampiros. El resto se acercó y los guiaron a una especie de madriguera en un árbol hueco bastante grande.

- Vamos que todos tienen que llegar mal heridos a nuestra casa, ya me siento enfermera.-dijo Abigaíl colocando una bandeja con agua tibia para limpiar al chico en mal estado.

- ¡No seas bromista, idiota... -regañó su hermana-..., que hay una vida en juego!

Sin embargo al chico, el chistecillo sin gracia de la primera chica le había causado gracia. Pero no pudo soltar su risa, más bien a un coste bastante alto, sonrío. Y claro, como todo en su cuerpo, dolió.

Lara conocía a esa niña, su cara palideció al mirarla pedir ayuda.

- ¡Majestad! -gritó la recién llegada, inclinándose ante Lara. - ¡Está viva!

- ¡Oh, Abril! ¡Te extrañé tanto! ¿Cómo está mamá? ¿Los demás? Papá no ha cambiado en nada, ¿cierto? ¿Me extrañan?

- ¡Oh, Lara! ¡Lo siento! Fui tan cobarde... yo la dejé morir en manos de tu padre...

- ¿D..de que hablas?

- Tu madre quedó embarazada unos días después de que escapaste. Pero hace unas noches, tu padre entró en cólera, y golpeó a tu madre al punto en el que abortó en el comedor, frente a todos... yo le aconseje escapar igual que tu.-comenzó, mientras alguna que otra lagrimita corría por sus sucias mejillas.-..., Ella me dijo que me fuera con ella, saldríamos a tu encuentro, pero el rey de alguna manera nos descubrió y al momento en el que la reina entró a las caballerizas Arssax la localizó y la arrastró lejos de mi... yo... me paralice, no hice nada...

El rostro de Lara palideció. ¿Cómo pasó? ¿Qué pasó? ¡Su madre! ¿un hermano? Uno más... muertos todos.
Lara cayó de rodillas, en un acto desesperado abrazó a Abril del cuello y así lloró la muerte de su madre y del pequeño bebé que en algún momento fue su hermano. ¡Ya basta! ¡Quería venganza! ¡Quería vengar sus heridas, a su madre, a su hermano menor! ¡A la isla completa!

Sintió una fuerte punzada en la cabeza. Pero no le importó y continuó. Muy dentro de sí, decía "basta ya, Lara, no es momento de llorar... ¡Tienes que ser fuerte! ..., por todos". Despacio repitió lo mismo una y otra vez, hasta que el dolor de cabeza la obligó a cerrar los ojos y caer por fin en el Reino de los Sueños, aquel que no había visitado desde hacía mucho tiempo.

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