Día 11 - Conspiración Universal

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El día resonaba como la melodía equivalente a una estructura algebraica a punto de resumirse en una solución real, todo era normal como siempre, al parecer no era de sorprenderse el universo era una constante (irónicamente), siempre debía ser lo mismo; dicen que no hay nada más aburrido que la monotonía, yo pienso que es hermoso el hecho de apreciar la simetría y coherencia de las acciones que hacemos de manera voluntaria cada día, este día me sentía extraño. Si al perecer no es suficiente el hecho de poder vivir con una enfermedad que me postra cada día más,  ahora deba lidiar con la mente precoz de este muchacho que me recuerda lo que yo era en mi tiempo y lo que pude llegar a ser, intento darle relevancia a este muchacho pero no me satisface la idea de que sea yo mismo al que me estoy refiriendo, es como si el universo conspirara contra mí y trate de mostrarme y darme una lección de porqué era tan indiferente con las personas que consideraría normales, además sentía una extraña sensación en mi hemisferio derecho, en el que subyacen las relaciones asociadas a la homogeneidad de las interacciones sociales y sentimientos, y en ella un recuerdo prevalecía: era Andrea; creo que es tiempo de revelar que me siento atraído por ella sin embargo no es una atracción física visible pues mi deplorable estado de salud lo demuestra, que difícilmente le prestarían atención a un parapléjico como yo, esta atracción va más allá de la realidad. Es intelectual y sapiosexual, la profunda admiración por una mujer capaz de cuestionarse la misma esencia metafísica del universo. Supongo yo que la inspiración inconscientemente viene de ella, quizás ella me pueda ayudar a resolver los enigmas que mi mente implora observar y de esta manera poder comprender el universo...

Desperté de este sueño llamado Andrea, me vi al espejo y supe realmente que no era capaz de hacer algo así. Puedes ser valiente por una vez, o vivir el resto de tu vida como un cobarde... Al parecer viviría el resto de mi vida como cobarde, pues para las personas como yo es mejor continuar en la soledad beligerante de nuestra existencia.

Luego de partir hacia la universidad, iba analizando en el trayecto lo que sucedería con el proyecto de la feria de ciencia y qué debía buscar yo en realidad, si ayudaría a este joven por satisfacción propia o porque quería que él triunfara en lo que yo fracasé durante ese tiempo, en demostrarle a las personas que la ciencia es fundamental para el desarrollo de la civilización. Sin embargo, hay una tercera opción, que ni debería mencionarla porque no forma parte de mis pensamientos o modus operandi, pero es común: Hacerlo para simplemente pasar la clase.

En casos específicos cuando de empatía se trata, si me dispongo a ayudar a alguien deben de seguir ciertas reglas y una de ellas y quizás la más importante es la puntualidad, Erick debía estar a las 8:00 Am en la biblioteca de la universidad, si él no se encontraba debía buscar otro tutor que le brindara su ayuda. Curiosamente llegue a la biblioteca quince minutos antes de lo previsto y para mi sorpresa él se encontraba en el lugar de manera impecable, leyendo un libro sobre ingeniería mecánica algo muy apropiado para la ocasión, el muchacho no me agradaba en lo absoluto, quizás porque se parecía demasiado a mi persona, me acerque al joven mientras leía unas citas de Nikola Tesla (desde mi perspectiva el ser humano más inteligente en la historia de la humanidad, lo cual me pareció irónico) y le argumenté:

—¿Te gustaría ser como él?

—¡Eso es imposible! –dijo- Las cosas no se logran con solo quererlas!

Justo como yo habría respondido. Creo que este chico tiene problemas respondiendo preguntas... como yo. El lenguaje connotativo no se nos da muy bien.

Encontré que había muchos elementos en común entre ambos, de alguna forma charlar con él me resultaba demasiado familiar.

Mientras conversábamos descubrí cierta comodidad relativa en él; de repente el muchacho me recordaba demasiado a mí, pensaba muy parecido a mí, yo sentía que cada palabra, cada silaba era pronunciada por mí, quizás por esa razón el joven no me agradaba en un comienzo, puesto que es tan difícil verse al espejo y darse cuenta de quien en realidad se es. Plantee la posibilidad de conocerlo mejor y justo cuando iba a preguntar mi mente se cegó y mis ojos se apagaban lentamente:

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