Día 1

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—Una pequeña partícula, un átomo, un elemento, una molécula, un compuesto, una bacteria, un organismo pluricelular, un organismo inteligente, una ciudad, un estado, una nación, una región, un continente, un planeta, un sistema solar, una galaxia, un cúmulo de galaxias, un súper cumulo de galaxias, un universo; y nada de eso importa, no soy quien para juzgar al universo por sus componentes, ni mucho menos me interesa por qué las cosas trascienden de esa manera, he llegado al punto de odiar mi existencia no porque me crea superior a los demás, sino más bien porque estoy aburrido, si ¡aburrido de todo! De toda esta farsa que nos venden, de toda esta basura que consumimos, ¡estoy harto de todo! Pero bien; oh los seres humanos que curiosa especie tan familiar, tan llena de vida, tan jovial, tan hipócrita; no estoy enojado con todos ellos simplemente estoy ¡harto! De los insultos, de las pesadillas, de las críticas hacia mí; solo porque soy diferente a ese montón de estúpidos que se dicen llamar geniecillos, ¡y que son la viva esencia del superfluo! Pero bueno quien soy para criticarlos, si mi existencia está sumamente condicionada a la de ellos, simplemente debo seguir con mi vida y tratar de comenzar a cambiar este paradigma.

—Mi nombre es Jack Stein y hubo un momento en el que me sentía orgulloso de decirlo, pero ahora no encuentro motivación alguna para salir de este estado depresivo y poco agraciado en que me encuentro.

Esta es la historia de Jack un joven cualquiera con problemas cualquiera, y cuya existencia no es relevante para nadie; de hecho su apariencia poco pulcra lo hace muy aburrido a la vista de los demás, es el típico nerd, el típico come libros, que pasa todo el tiempo leyendo, y esos enormes lentes que ostenta que parecen receptores de ondas de radio lo hacen ver más ridículo según los estándares de la moda actual, sin embargo estas características que se mencionan ocultan aquel y gran cerebro que este joven muchacho tiene, él es diferente a los demás, no solo porque se viste de manera diferente sino más bien porque piensa diferente; basta decir que estudia la carrera de física en la universidad y que no se esfuerza en lo absoluto para llevar la calidad de promedios de calificaciones que el lleva, un espíritu oprimido como el de Jack difícilmente tiene rival a la hora de competir de manera intelectual; ni la mayoría de maestros se atreve por miedo al ridículo a retar a esta joven promesa de la física, no obstante esos días de gloria se acabarían, o al menos eso es lo que se espera; todo comenzó con su profesor de la clase de Mecánica Cuántica: El doctor Rudolph Gauss. El cual tenía como trayectoria más de 30 años de laborar en la universidad, de las mentes más brillantes del país. Se debe mencionar que ganó el premio nobel de Física en el 2000, por sus estudios sobre el movimiento de las partículas cuánticas en el vació del espacio.

El lector podrá notar por su nombre que es nacido en Alemania, la cuna de mentes tan brillantes como la de Albert Einstein o de Ludwig van Beethoven, personajes a los que Jack admiraba de manera obsesiva, El Doctor Gauss un físico destacado tenía una enorme curiosidad por conocer a este Jack del que todas las personas de la facultad de física y de matemáticas de la Universidad de Hoost hablan; Esta universidad que es considerada una de las más completas y mejores del mundo, ha sido el recinto donde se agrupan las mentes más brillantes no solo de Europa sino más bien del mundo.

La historia que cambiaría la vida de Jack inicia un día lunes, tenía a primera hora de la mañana una clase con el Doctor Gauss:
Mecánica cuántica.
Era una mañana con un clima tan fresco que algunos de los estudiantes se habían dado el lujo de faltar. Sucedía a menudo el primer día hábil de la semana. Esa mañana, aquellas relativamente jóvenes mentes estaban dentro del salón en sus posiciones esperando ansiosamente la llegada de su catedrático, era el momento justo para contar breves historias del fin de semana o para comentar sobre alguna tarea pendiente. Lo que fuera para disminuir la tensión. De un momento a otro el maestro entró y sin hacer alusión a algo más, soltó una pregunta.

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