Día 7 - «La Flecha del Tiempo» (Dilatación Espacio-Temporal)

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Siempre nos muestran la errónea idea de que el tiempo es la continuidad absoluta y que este siempre ha existido, mas erróneo es el hecho de creer que con un simple «reloj» podremos medir algo tan abstracto y metafísico como lo es el tiempo, es muy común razonar de esa manera, lo cierto es que las cosas cambian de manera exponencial; incluso nuestro pensamiento es producto del mismo cambio, la flecha del tiempo se mueve hacia adelante y es este pequeño acontecer que nos muestra y ejemplifica de manera clara la razón por la cual podemos recordar el pasado y no el futuro, para que el universo continúe es necesario darle continuidad, es esa la razón de ser.

—¡Justo cuando creí que las cosas no podrían ir peor! –dijo, con un aire de molestia-.

En ese preciso instante de deseo de libertad condicional a la mente humana Jack uso todas sus fuerzas disponibles para poder salir de la causal del rio, aquel que ostentoso manifestaba la fuerza de la naturaleza. Repentinamente el cause ceso y la libertad efímera se volvía cada vez mas real, en ese momento de angustia Jack visualizo una pequeña cabaña, parecía a primera vista que esta no había sido visitada durante mucho tiempo atrás, la flexibilidad de sus piernas volvió a ser la misma, este no mostraba ya alguna dificultad para caminar, observo su reloj y algo extraño sucedió; «el reloj no se movía» por alguna extraña ocurrencia el aparato análogo no se movía bajo ninguna circunstancia.

«¿Qué sucede aquí?»

Se preguntaba Jack con un rostro confuso, nada en el lugar se movía, solo el silencio absoluto perduraba como la mas viva esencia del superfluo; caminando hacia la cabaña noto que justo arriba de la entrada que da acceso al recinto (Puerta) había también un reloj, que no se movía en absoluto; ambos relojes paradójicamente marcaban la misma hora «00:00 am» era difícil apreciar lo mucho que el tiempo avanzaba; de improvisto la noche ya gobernaba la basta y verdosa pradera, con una hermosa luna, bella como el roció del agua en los pétalos de las rosas y en el cielo oscuro que se iluminaba con la presencia de miles de estrellas cuya luz era un retorico retroceso al pasado en el transcurso del viaje de cada fotón de luz en las bastas llanuras del espacio tiempo, la realidad se volvía cada vez mas confusa; mientras Jack apreciaba la belleza celeste, las puertas de acceso de la cabaña se abrieron, mientras que en el interior del recinto, una luz brillante se observaba, era una luz intensa tan intensa como la explosión de una supernova cuyo proceso demuestra que el universo no desperdicia nada, en esa luz una figura femenina se muestra cuyas vestiduras doradas alimentaban la generalidad del pensamiento de Jack que confundido no sabía qué hacer ante tal situación, la luz se hacia cada vez mas brillante y dicha figura con su mano derecha hizo una señal, invitando a Jack al recinto, este que atraído por la exuberante horda de energía, no dudó un segundo en seguir la luz segadora; ya dentro del lugar esta figura se hacia cada vez mas reconocible, con su cabello castaño en representación de la belleza de la flora terrestre, su cuerpo totalmente simétrico como las hojas de los arboles representados en una perfecta armonía de cuerpo y alma y sus ojos cafés que iluminaban la mente del joven que se sentía cada vez mas atraído por la aurora de belleza que se desprendía de este ser femenino, se hacia cada vez mas difícil pensar, se hacia cada vez mas difícil apreciar lo que allí estaba ocurriendo; de una manera irreal su cuerpo se levanto de la superficie y este ser que acompañaba a Jack le dijo:

—¿Quieres ver las estrellas?

—¡Si me llevas a ellas con gusto iré!

Contesto emocionado el joven que estaba a punto de apreciar la belleza de lo que sus ojos no podían apreciar, el universo y todo su esplendor, un sueño que parecía inverosímil, tan inverosímil como la perpetua búsqueda de la felicidad, algo que es tan elemental como existir se hacia cada vez mas real, Jack estaba en contacto con su «musa» (inspiración) era algo irreal de apreciar, pues mientras ella le mostraba la belleza del universo, este no quitaba sus ojos de encima de aquel ser tan relativamente perfecto. Se dice que la belleza es solo un punto de vista, pues este era realidad tan real como la complejidad que subyace en el seno de la humanidad, el tiempo se hacia cada vez mas lento y esto le permitía a Jack ver detenidamente las estrellas, los planetas y otros cuerpos celestes que demostraban que la causa no antecede al efecto, que «el universo no es un conjunto; es un ser vivo, en el que cada elemento es importante para la subsistencia del mismo».

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