Se observaron directamente a los ojos, fue un momento mágico, por un momento sentían la necesidad de tocarse nuevamente, eran como dos imanes con cargas diferentes, si tienen la misma carga se repelen pero si tienen cargas diferentes se atraen, Marceline sentía un choque eléctrico en su espina dorsal, la princesa sentía un Fuerte impulso de juntar sus labios con los de aquella vampira y sin hacer más larga la espera, se besaron, como si no hubiera mañana, se necesitaban solo ellas podían unir sus piezas rotas, podían reparar sus heridas......
Y entonces ella despertó.
-Solo fue un sueño Marceline-
Dijo mientras se frotaba los ojos.
"Sabes que no fue un sueño"
"Realmente pasó"
"No seas estúpida"
-¡Basta!- Dijo para las voces en su cabeza.
Por el ruido la Bebé comenzó a llorar.
Se levantó y se dirigió hasta la cuna de la Bebé.
-Tranquila....lo siento, no quería asustarte- la tomo entre sus brazos y comenzó a arrullarla -¿Te había dicho que eres muy parecida a ella?- la Bebé le dedicó una sonrisa seguida de algo de balbuceos.
-¿Ya no tienes sueño verdad?-
-¿Y si nos acostamos en mi cama un rato?-
Pregunto a la Bebé como si esta fuera a responderle.
-Se que ya no tienes sueño pero podemos jugar.-
En ese momento entro el perro.
-Hola Morgan-
El ladró, se puso en dos patas, quería ver a la Bebé.
-Espera... Dejare que la veas, solo dame espacio para acostarla-
Marceline acostó a la Bebé en la cama y el perro se subió, paso su nariz por el cabello de la Bebé, después se acostó a su lado, como si fuera un gran oso de peluche.
-Quiero acostarme Morgan, déjame un espacio-
El perro comenzó a gruñir.
-Es Mi hija Morgan, también tengo derecho-
El perro pareció ceder, pareció entender a la Vampira, los tres se durmieron un rato.
-Ya descanse suficiente, cuida la por mi un rato Morgan, voy a preparar algo de comer-
El perro se acercó más a la Bebé y recargo su cabeza en su pequeña panzita.
-Confío en ti Morgan-
Desde ese día Morgan no se separaba de la pequeña Marlowe por ningún motivo, la Cuidaba, aprendió a ponerle una cobija, no lo hacía bien, obviamente era un perro y no tenia ni idea pero lo intentaba, Bonnibel le había comentado a Marceline lo de la Fiesta de presentación de la pequeña Marlowe, era el motivo por el cual la princesa no había venido a ver a la pequeña.
Al menos ese día si fue.
*Toc Toc*
La vampira floto hasta la puerta y la abrió lentamente, acto seguido una princesa de cabello rosado salto a sus brazos dándole un gran abrazo.
-¡Marceline!-
-Hola- no correspondió el abrazo, se sentía incómoda
-Te agradecería que me soltarás, no me gusta que me abracen- y apartó a la princesa lentamente como si temiera lastimarla.
