Zayn & Liam cuatro meses atrás.
Miraba a través de la ventanilla del avión realmente emocionado, no podía creer lo que su novio estaba haciendo por él. Al principio pensó que solo bromeaba, pero al final terminó cumpliendo lo que dijo.
— Amor... – Llamó el castaño a su novio. Zayn estaba entre los brazos de Liam después de a ver hecho el amor. El castaño acariciaba la cintura de Zayn mientras daba cortos besos en su cuello.
– Dime, Li...
– De todos los lugares del mundo, ¿cuál te encantaría visitar? – Cuestionó. El morocho lo pensó un poco antes de responder.
– Me encantaría ir a Hawaii. Nunca he ido, pero me han dicho que las playas son hermosas, y que se puede ver un hermoso atardecer. Sí, definitivamente me encantaría ir a Hawaii. ¿por qué preguntas? – Liam le sonrió.
– Te llevaré ahí, princesa. Mañana compro los boletos, iremos en nuestro aniversario.
Sonrió cuando los recuerdos vinieron a su mente. Amaba a Liam, siempre estaba lleno de sorpresas, no podía sentirse más afortunado por tener un novio como él.
Al llegar al aeropuerto de Hawaii los chicos bajaron y fueron al hotel donde se hospedarían unos días. Ya era su aniversario. Llegando a la habitación dejaron sus maletas en la cama para después darse un tierno beso, Liam alzó a su novio del suelo dándole una vuelta haciendo que este soltara una risita.— Te amo. En serio, eres el mejor, Li. Y no me voy a cansar de repetirlo. — Dijo por milésima vez Zayn. El castaño le sonrió y beso cortamente sus labios.
— Haría lo que sea por ver esa hermosa sonrisa en tu rostro. — Respondió. — Ahora, te llevaré a nadar con delfines. ¿Te gustaría? — El morocho chilló como niño pequeño y asintió emocionado. El más alto sonrió ante eso y llevó a su novio al lugar donde podría nadar con los delfines.
Se pasaron la tarde entre risas, mimos y besos.Zayn no dejaba de sonreír y reír junto a su novio, y eso ponía a Liam confiado con su decisión de pasar el resto de su vida junto a su chico. Lo conoce mejor que a nadie, sabe que cuando se enoja comienza a maldecir todo y su cara se pone roja haciéndolo ver adorable, sabe muy bien que cuando bebe o fuma es porque algo anda mal pero no se atreve a decírselo, que no llora fácilmente, y cuando lo hace es porque algo en realidad le hizo daño. Y que cuando están a solas es su princesa, tierno, adorable y completamente sumiso en la cama.
Al llegar las 6pm los chicos fueron a cenar en donde más que comer se la pasaron charlando sobre lo que cada quien quería. Liam tomaba nota mental de todo lo que su novio decía, quería formar una familia, adoptar niños, tener una casa en Estados Unidos y sobre todo ser feliz. Liam le daría todo eso.
Terminando la cena fueron a de paseo a la playa tomados de las manos, el sol comenzaba a meterse creando unos hermosos colores entre naranja y amarillo que desaparecían como el sol entre el agua metafóricamente.
El morocho no quitaba sus ojos del atardecer que estaba viendo, le encantaban. Liam aprovechó su distracción para hincarse en la arena y tomar su mano llamando su atención. Lo miró confundido.
— ¿Qué haces, Li? — Habló con cierto nerviosismo Zayn. Su corazón comenzó a latir fuertemente en su pecho, como si quisiera salirse. Estaba haciéndolo, ¿acaso estaba soñando? No, era real, muy real.
— Zayn, hace tanto que quiero preguntarte esto, y es que en verdad no puedo dejar de imaginarme una vida perfecta a tu lado. Eres mi persona favorita en todo el mundo, me encanta cuan tierno eres, tus hermosos ojos me fascinan porque siempre están brillantes cuando los veo, adoro como mueves tus manos con nerviosismo y como de vez en cuando tartamudeas cuando hablamos, o como te sonrojas fácilmente simplemente con decirte princesa. Esas pequeñas cosas enamoran, bebé. Por eso, estoy seguro de que estoy jodidamente enamorado de ti, me encantas, y en verdad, me encantaría pasar el resto de mi vida a tu lado. — Sacó de su bolsillo una pequeña cajita negra y la pudo frente a él. — Por eso, Zayn Malik, ¿me harías el honor de convertirte en mi hermoso esposo?