-Tora-chan...baja del árbol-Orion gritó desde abajo
-Nee, nee Tora-chan, no causes problemas-dijo una pequeña de cabello negro
-¡Toraaaaa!...-un niño salió de los arbustos y se subió al árbol con una gran rapidez-...aquí tenemos la mejor vista de todas
-Si no bajan ahora... ¡Los moleré a golpes!-Nana estaba furiosa
-Deja de ser una agua fiesta Nana-chan, mejor sube
-¿Qué sucede aquí?-Kageyama el protegido de Hinata apareció en medio de los niños
-Papaá...Tora-chan y Rin-chan se subieron al árbol-volvió hablar la pequeña de cabello negro
-Mocosos...ya bajen de una vez-suspiro cansado-...si no lo hacen no habrán dulces para ustedes...
-¡DULCESSSS!-gritaron los chicos y bajaron como estrellas fugases
-Sora...no te preocupes tanto por ellos...-sonrió el padre
Hinata Sora, hija del dios del sol y del protegido Kageyama. Es una pequeña diosa alegre, al principio suele ser algo tímida pero es muy querida por todos.
Kageyama suspiró y volvió a sentarse, cuando vivía con los humanos nunca se llevo bien con los niños o animales...sin embargo ahora estaba a cargo de siete...que ironía, al menos solo tenía que vigilarlos y...
-¿Qué demonios?
Kageyama se levantó de un golpe, no había ningún niño... ¿Habían desaparecido?...pero si solo los perdió de vista por menos de diez segundos. Corrió deprisa hasta donde se suponía que deberían estar, pero no había nada, ¿Se habían perdido?...imposible.
Se metió entre los arbustos que estaban en el lugar pero no encontró nada, ¿Dónde podrían haber ido?...la desesperación se estaba apoderando del, no era posible que perdiera a los preciados dioses del tiemplo.
Una dulce voz que se escuchaba cerca de donde estaba llamó su atención, no era una simple voz...sabia de quien se trataba
-¡Sora!-Kageyama apareció de entre los arbustos, provocando que la pequeña se asustara un poco, la abrazó preocupado-... ¿Dónde habías estado?... ¿Donde están los demás?
-Papá...encontramos un lugar para jugar-sonrió la pequeña-...es un bosque... ¡Un gran bosque!
El peli negro le pidió que lo llevara hasta donde estaban los demás niños. Sora sonreía y llegó hasta el límite de la barrera del templo, en donde se encontraba una grieta que conectaba el mundo espiritual con el mundo mortal.
Los niños estaban juntos y sanos...Kageyama suspiró aliviado, nada malo había pasado...pero, ¿Una grieta en la barrera?
-Mi cuerpo se siente pesado-Tora se quejó
-Creo que nos excedimos jugando-Rin suspiró
-No pueden volver...-los niños lo observaron-...solo sus padres pueden entrar al mundo mortal, estar allí consume su magia, es por eso que están agotados
-¿Solo nuestros padres?-Saku comentó interesado en el tema
-Ustedes solo son pequeños mocosos con una mínima porción de magia, no volverán al mundo mortal hasta que sean adultos
-¡Que aburrido!...Kageyama-san es todo un aburrido
A pesar que los pequeños estaban bien, esa grieta en la barrera no dejaba de preocupar al rey, decidió que los mejor era contar lo sucedido a los demás dioses...la seguridad de los pequeños podría estar amenaza por una grieta. Ya había desaparecido un protegido y lo que menos querían era que alguien más despareciera.
-Entonces... ¿Qué tal si Yamaguchi salió por allí?-Nishinoya se cruzó de brazos
-Si ese fuera el caso, hubiera regresado...no lo sé, creo que es mi idea, pero para mí, la desaparición de Yamaguchi es algo que fue planeado...no puede ser que se lo tragara la tierra de un día para otro-La mirada del dios de la valentía era de desconfianza
-La únicas personas que pueden ocupar magia aparte de nosotros son los sacerdotes-Hinata se unió a la conversación
-Tal vez un sacerdote la abrió para salir y olvido cerrarla-explico Hitoka
-No serian capaces de cometer un error tan tonto...es mejor no hacer acusaciones sin pruebas, solo debemos esperar por las respuestas del sacerdote
.................
El bosque era silencioso, pero las pesadas pisadas de Tanaka resonaban, el debía estar cansado...y Tsukishima también estaba comenzado a sentir esa sensación de agotamiento, a pesar que quería seguir caminado hasta llegar al templo, sus piernas no daban más...la opción más inteligente era descansar.
Tsukishima tenía la mirada perdida, trataba de explicarse todo lo que estaba pasando, para encontrar respuestas lógicas, pero el miedo lo estaba consumiendo... ¿De verdad todo estaría bien cuando llegaran al templo?
-Tsukishima... ¿Podrías calmarte?-Tanaka lo observó molesto
-Lo siento...me es imposible en este momento-desvió su mirada-...le recuerdo que es mi protegido y el padre de mi hijo quien esta desparecido, Tanaka-san
-Entiendo...pero recuerda que no estás solo, Yamaguchi aparecerá, todo será un pequeño mal entendido y regresaremos al templo
-No todos podemos ser tan felices como el dios de la alegría
-Oi...no tiene que ver con ser el dios de la alegría...es solo que si estuviera en tu lugar, lo menos que me gustaría hacer, sería pensar sobre las peores cosas...
-Supongo...pero no hay nada que me diga que Tadashi esté bien, mientras no vea al gran sacerdote las ideas inundan mi mente y simplemente no las puedo detener
-Debe ser difícil...Tsukishima-el rubio lo observó-...no...no es nada, mejor dormiré un rato para madrugar
Cuando amaneció retomaron el camino hacia el templo. Ya había pasado casi una semana desde que emprendieron viaje, caminar por las montañas no era fácil y menos cuando los dioses no tenían su magia al cien por ciento, pero eso no era un motivo para detener su cruzada.
Desde la cima de un árbol, Tanaka vio el templo que estaba a un cuantos kilómetros de ellos, por fin estaban a algunas horas de saber lo que estaba pasando, el corazón de Tsukishima latió con fuerzas, más que respuestas, esperaba que Yamaguchi estuviera en aquel lugar, quería verlo, quería abrazarlo...quería tenerlo de regreso a su lado.
Llegaron cerca del anochecer, un sacerdote les abrió la puerta sagrada para que pudieran entrar, caminaron el silencio mientras eran dirigidos hasta el salón donde esperarían por el gran sacerdote, quien estaba realizando una purificación.
-Rayos...estoy muy nervioso-Tanaka no se podía controlar-...y ni siquiera es mi protegido
-Tanaka-san...gracias por estar aquí-el rubio sonrió levemente
-Nacimos en el mismo templo, más que dioses, yo los consideremos como hermanos...así que si necesitas apoyo aquí estaré Tsukishima
La puerta se abrió, y por fin el gran sacerdote hacía su gran entrada, las dudas en la mente del rubio se alborotaron y su sentido común comenzó a fallar, debía tranquilizarse...
-¿Qué los trae por estos lados mis dioses?
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Mi querido Dios 2: Lazos rotos
FanfictionSegunda parte del fic "Mi querido Dios", por favor leer el primer fic . . Ser un Dios no es una tarea fácil, pero se pondrá peor cuando las cosas en el tranquilo templo comiencen a cambiar abrupta mente... *Los personajes principales no me pertene...