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Crear un plan de búsqueda fue algo imposible, solo sabían que buscaban a alguien, pero con eso no era suficiente, habían muchos humanos en la cuidad y solo necesitaban a seis...pero el rubio se negaba darse por vencido, no dejaría que el sacerdote le arruinara su divina vida...su perfecta vida.

El sol se estaba escondiendo, pronto anochecería y era momento de buscar asilo, pero antes, Tsukishima les dijo a los niños que iría a comprar algo para que comieran a un carro de comida que estaba en la esquina del parque, y les pidió que por favor no se movieran de allí.

La pequeña Nana le dijo que confiará en ella y fuera a hacer sus cosas. Aunque con la mirada seria de la diosa Tuskishima caminaba mirando hacia atrás para ver todo estuviera bien....solo eran algunos metros.

Compró lo que necesitaba, se habría demorado menos de diez minutos y emprendió el camino de regreso, mientras se acercaba vio que los pequeños estaban reunidos alrededor de un hombre y que que el pequeño Orion estaba en el suelo, su corazón latió frenético.

-¡Orion!

Tsukishima gritó desde un poco más atrás al ver a su hijo con los ojos llorosos y con un aparente extraño, rápidamente se acercó...

-Solo se tropezó, pero no fue nada grave-Yamaguchi sonrió-...pensé que estaban los niños solos en el parque

-Lo siento, fui a comprar algo para que comieran, no pensé que pasaría esto-el rubio tomó al pequeño entre sus brazos y lo abrazo aliviado

-Este amable señor ayudo a Orion-le informó Nana

-No soy un señor, soy Yamaguchi Tadashi-extendió su mano

-Muchas gracias por ayudar a mi hijo Orion, soy Tsukishima Kei-le estrechó la mano

-Así que su nombre es Orion...es muy lindo-sonrió-...bien...es hora que me marche, me alegro que Orion-chan este bien y fue un placer conocerlo Tsukishima-san

El rubio observaba la espalda de aquel joven que se marchaba, habían muchas personas amables...pero lo menos las cosas en el mundo mortal estaban mejor que en el templo, y los niños parecían estar alegres.

-¿Dónde dormiremos hoy Kei-chan?-el pequeño dios del amor pregunto curioso

-Tendremos que ir a pedir asilo, de nuevo...así que es mejor que nos pongámonos en marcha

-Disculpa...¿Dijiste buscar asilo?-Yamaguchi había alcanzado a oír parte de la conversación

-Si...sucede que por motivos de fuerza mayor no podemos regresar a casa...así que estábamos en busca de un lugar en donde dormir...o al menos para que los niños duerman

-¿Quieres quedarte en mi casa?...digo...no tengo problemas con ayudarlos, además son muchos niños y es mejor que estén bajo un techo ¿No?

-Eres muy amable-el rubio sonrió-...pero no quiero causarte molestias

Pero de todas maneras Tuskihsima terminó aceptando, tenia que admitir que aquel chico tenia una hermosa sonrisa.

Cuando llegaron a la casa del pecoso, le pidió que lo esperaran un momento, ya que tenía todo desordenado, más que desordenado estaba lleno de caballetes, cuadernos de dibujos, lápices, pinceles por todos lados...y debía dejar espacio para que los niños se sintieran cómodos.

El pecho de Yamaguchi se sentía extraño, siempre había estado solo, y de repente estaba cenando con siete adorables niños...estar acompañado era lo mejor.

-Y bien....¿Que haces con siete niños buscando asilo por las noches?

-Estamos buscando a alguien....cada uno de nosotros-el rubio dejo los palillos sobre la mesa

-¿Alguien?...¿Y como es?...quizás lo conozca-sonrió

-No lo se....no tengo recuerdos, mas bien lo olvide...-suspiró

-Papá...-Orion que estaba a su lado se unió a la conversación-...estrellas

-¿Estrellas?....¿Estre...llas?...-Tsukshima recordó algo importante-....¡Estrellas!...él es brillante y hermoso como una estrella

-¿Acaso es alguien famoso?-carcajeo-...si eso es lo único que recuerdas será un poco difícil, pero los ayudaré a encontrar lo que buscan

-¿Esta seguro que quiere ayudarnos Yamaguchi-san?-Tora se asomó impresionado

-Claro...eso que buscan debe ser muy importante para ustedes ¿No?...¿Que buscan ustedes niños?

-A nuestros padres-Afirmó Nana

-¿Sus padres?...¡¿Olvidaron a sus padres?!-el pecoso quedó perplejo

-¡No fue porque quisimos!-gritó Rin-....¡El sacerdote nos obligo!...yo...yo amo a mis padres y jamás los olvidaría

El pecoso se acercó hasta donde estaba Rin y lo envolvió en un cálido abrazo, el pequeño no pudo evitar derramar unas pequeñas lágrimas, después de todo esto era algo muy difícil para unos encantadores niños. A Tsukishima se le partía el corazón, sabia que su hijo también estaba sufriendo en silencio...pero no había mucho que hacer...

Yamaguchi abrió los ojos...sentía una extraña sensación, miró a su lado derecho y notó que el pequeño Orion estaba durmiendo aferrado a su brazo...sonrió al ver su adorable expresión, giró a su lado izquierdo y se encontró con Tsukishima quien también estaba durmiendo con todo su esplendor, se levanto por la sorpresa, ¿Qué estaba pasando?

-¿Tsu-Tsukishima-san?-intento despertarlo, pero solo provocó que se acomodara más cerca-...¿Tsukishima-san?

-Mmn...solo dime Tsukishima-trató de abrir sus ojos-...¿Qué sucede?

-Eso mismo quiero saber...¿Por qué esta durmiendo en mi cama?-sonrió nervioso

-Lo lamento-se sentó-...en la habitación que me emprestaste hacia mucho frió y eso no me gusta...vi tu cama y por alguna razón termine colándome...lo lamento

-N-No...no es para tanto...no te disculpes...no me molesta para nada, es solo que me sorprendió...Orion-chan también esta durmiendo-se corrió para Tsukishima lo pudiera ver

-¿Qué le sucede a este mocoso?-sonrió-...lamento que también mi hijo se escabullera en tu cama

-Supongo que de tal padre tal hijo ¿No?-carcajeo-...será mejor que nos levantamos...hoy saldremos a buscar a los padres de los niños

-Si...tienes razón

-Prepararé el desayuno mientras tu despiertas a los niños...

El rubio observaba como Orion dormía plácidamente, pero se preguntaba ¿Por qué había hecho tal cosa?...¿Colarse a la cama de un desconocido?...eso no sucedió cuando compartió cuarto con Daichi...¿Entonces porque él?, no había nada en ese humano que le causara algún tipo de sentimiento...quizás el frió fue mas fuerte...

-Entonces...a que se refería Rin cuando dijo "el sacerdote nos obligo"

-Sobre eso...es mejor que no lo sepas por el momento...

-Oh lo entiendo...cuando quieras contarme te escucharé...¿Qué tal si regresamos?...ya es tarde-le sonrió

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Mi querido Dios 2: Lazos rotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora