Primera (x)

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Es realmente increíble, algo así como un torbellino de emociones. Su mirada tan dulce y seductora al mismo tiempo es algo que enloquece.

Se que no debo preocuparme por el, pero no puedo evitar sentir ciertos celos cuando me habla de sus amores, pues se que aunque nunca lo admita ha de tenerlos.

Es casi imposible sentirse como una presa preciosa cuando sostiene mis mejillas con ligera fuerza, obligándome a mirar sus atrayentes ojos, como si me dijese "mirame solo a mi, quiero que tus ojos me vean" con tanta dulzura hasta que casi me deja sin respirar.

Sucede que me fascina la forma en que suele creer que es o puede ser realmente malvado cuando su ternura se desborda de sus lindos ojos.

Es realmente muy tierna su forma de hablar cuando sonríe y cierra sus ojos al mismo tiempo. No tiene ni idea de lo poco peligroso que puede ser, aunque si lo pienso bien, si puede ser peligroso en algunos momentos.

Lo peor es que puede ser realmente malvado cuando utiliza esa misma ternura, en ese pequeño momento en que está muy cerca, allí, cuando sus manos tocan si quiera un poco de la piel de mis mejillas porque aunque se que soy bastante fuerte, que puedo resistirme y que muy posiblemente no caería tan fácil en su magia, es obvio, que arranca mi corazón, desliga cada arteria y cada vena con mucho cuidado y lo atesora con un cariño extraño, lo sostiene con la misma delicadeza con la que sostiene mis mejillas.

Cartas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora