Segunda (x)

24 4 0
                                    

Debo decirte que pares, pero no quiero que lo hagas.

No se si tu lo has notado, pero yo creo que ambos tenemos atorado algo de cariño atorado en la garganta, más sin embargo, por razones un poco externas y un poco lejanas tratamos de suprimirlo, dándonos de la vista gorda.

Aun así, con todo y esas razones, hay algo que nos atrapa del otro, en mi caso es tu mirada, por ello es que trato de no mirarte seguido a los ojos, porque se que me observas y si volteo se notará que me atraes mucho.

En otras ocasiones me has detallado, lo se porque sueles decirme cuando me veo más bonita, lo cual es gracioso porque no hago grandes cambios y tu pareces estar impresionado cuando me ves, me observas, lo se, y sonríes mientras lo haces.

También has llegado a hacer cosas que son bastante tiernas, como es de esperarse dada tu personalidad. Hoy te has despedido de mi con un beso en la frente, lo cual, ni es por ser débil, pero que lo hicieras, fue como darme a entender que me quieres. No quiero pensar eso, no no no, no puedo decir nada, no quiero demostrar nada, pero tu ternura es tanta que derrite los bordes de mi corazón.

Así culmino para ti esta carta, Sr. Caramelo, con una mariposa en el estómago a causa de tus acciones.

Cartas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora