B.O.O.

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Hora: 5:00 am
Fecha: 24/07/2020

De verdad desde el inicio nunca quise esto. Me negué rotundamente a creerlo, a desearlo, a quererlo. Me digo aún después de que pasó que esto no debió haber pasado.

Es tan tarde, tan irónico y ridículo porque vaya que me gustó, como me ayudó a escapar de la realidad tantas veces, como lo desee, como lo quise, lo extrañé, me sentí tan bien y en calma tantas veces con él.

Aún así otras veces sentí que no estaba bien.

¿Lo irónico? Aquí viene.

Si, lo acepto. Algo me conectó contigo, no sé que bendita cosa fue pero existió, me habló con un lenguaje tan genuino tantas veces.

No fuí una ignorante ¿Sabes? Yo te escuché y en tus ojos vi tu amor. Yo lo noté, no estabas loco, estabas enamorado y ver a alguien así por mi, a ti específicamente fue hermoso. Fue como si tuviese una flor extinta hace millones de años, congelada y frágil entre mis manos, una flor a la cual no podía dejar caer.

Pero yo no me sentía igual.

Y en serio me odio por no poder haberte correspondido de manera similar un sentimiento así. Me odio por hacerte daño con mis palabras toscas para poder alejarte, todo porque en serio por más que intentase no podía, ni puedo corresponderte igual.

Lo siento mucho, mucho de verdad. Mis razones tengo para no dejarme llevar por los sentimientos.

Entre ellas está el que ya lo he hecho antes y sé muy bien que no es algo de tomar a la ligera, dejarse llevar involucra muchas cosas.

Mi vida es como un cuarto desordenado de un adolescente la cual es otra de las razones que se suma a la lista. No quiero dejar entrar a nadie a un cuarto desordenado. No puedo dar a alguien una idea clara y decidida cuando tengo todo desordenado.

También muchas veces tenemos diferencias en cuanto a como vemos las relaciones, lo que esperamos de ellas y de la persona con la que estamos. Cosas que para mí están bien, para ti pueden ser inaceptables y yo no puedo estar con alguien con quien sienta que hay límites porque a veces soy muy liberal.

Y hablando de liberal, disculpa por no comprometerme demasiado contigo. Por haberte engañado o usado, porque para ti fue así.

Lo siento mucho en serio, no me importó medirme y eso estuvo mal.

Y hablando de lo que estuvo mal... Estuvo mal cada vez que volvía a ti. No sé si me volví dependiente o si al saber que siempre te tenía allí me hacía sentir segura. Tampoco tenía a nadie más.

Si de algo estoy segura ahora es de que me mal acostumbré.

Lo que si he notado desde hace ya unos días es lo que has estado haciendo. Sé que estás buscando ahora sí la manera de alejarte y me alegra de cierta manera porque es lo mejor, principalmente para ti. Yo sola no podía hacerlo. Me alegra que tengas la convicción y decisión fuerte para alejarte poco a poco.

Quiero recordarte que no quiero que nada de lo que escriba aquí te las quite o te las confunda.

A continuación quiero hablar de lo lindo.

Realmente me gustaron los buenos momentos contigo. Fueron como un diario, algo muy íntimo a lo que no había llegado hasta ahora con más nadie. Yo describiría esos buenos momentos como muy tuyos y míos, hermosos, como una foto de las que dan nostalgia.

Y ya que he dicho de todo sería imbécil el no decir que extrañaré ese tipo de momentos contigo, las palabras, los juegos, las mañas, las canciones, la ropa, los dulces, los sueños, las sábanas, los sustos, las risas, las caricias. Las atesoraré todas y espero no me hagan sentir tan sola algún día.

Hablando de sola, si hay algo ahora de lo que tengo miedo es a la soledad. Es tan absurdo porque nunca le temí a ella y ahora que la vivo cada vez más (incluyendo otros eventos que me rodean) voy entendiendo lo triste que puede ser.

Ya para finalizar, solo me queda decirte que no te preocupes por mi. No ahora, ni más adelante. Solo sigamos creciendo como personas y guardemos esto como un lindo tesoro.

Estoy segura de que es la única manera de no hacernos sentir mal, el verlo como algo lindo, vernos como personas que quisimos mucho y lo más importante SEGUIR CRECIENDO, porque aún nos falta mucho por recorrer en la vida a ambos.

En mi caso ni he empezado con mi recorrido.

Te agradezco por hacer que mi pecho arda esta noche, a veces siento que realmente lo merezco por lo dura que he sido contigo y pues si de algo te sirve saberlo, esta noche para nada he dormido.

Sin embargo, si algo bueno queda para mí, sería el hecho de que he escrito algo de nuevo. Desordenado, a mi parecer con muchos errores de redacción y con todo eso aún así me hace sentir el pecho más liviano.

Cartas a nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora