♥Traición Mestiza♥ #Dramione

11. Veneno

Al día siguiente ya era lunes, y las tareas y clases volvían a cobrar vida entre las paredes del colegio mientras los estudiantes deambulaban de un lado a otro buscando sus aulas.

—¿Me vas a decir qué sucedió en realidad? ¿Por qué te castigaron exactamente? —Le preguntó Harry a Hermione mientras caminaban hacia el aula de Pociones.

—Ya te lo dije, Harry, él me provocó y yo me desquicié, quise hacerle un maleficio en medio del Gran Comedor y la profesora McGonagall nos castigó a ambos—Le dijo la castaña a su amigo, mientras que Ron se hacía el indiferente (aunque se notaba que le llamaba la atención).

—¿Y cuál fue su castigo? —Preguntó el pelirrojo sin quitar la vista del frente y tratando de no parecer curioso. Hermione giró hacia él.

—Bueno... nos hizo cuidar de BuckBeak—Y al ver la cara que ponían sus amigos, prosiguió—O sea, nos hizo bañarlo, alimentarlo y sacarlo a pasear.

Ron puso una cara de desconcierto y Harry estaba por añadir algo pero justo notaron que el profesor Snape estaba llegando al salón, por lo que se apresuraron a entrar y ocupar sus asientos. Esta vez, Neville si se sentó con Hermione e iba a tener más precaución en cuanto a sus alergias.

—Silencio—Proclamó el profesor de pelo largo, negro y grasiento—Hoy van a aprender a preparar el Filtro de los Muertos en Vida.

Los alumnos guardaron absoluto silencio y lo miraron, intrigados.

—El efecto de esta poción es hacer caer a alguien en un profundo sueño, como si estuviese muerto—Prosiguió Snape, con su típico tono serio, frío y calculador. —Para ello deberán consultar la página ciento veintiséis de su libro de Elaboración de Pociones Avanzadas. Los ingredientes necesarios los podrán encontrar en los armarios, ¡A trabajar en parejas, procuren que sean las mismas que la vez anterior!

Hermione abrió los ojos como platos y miró a Draco, que tenía los ojos entornados y el mentón apretado, luego miró a Neville, que parecía desconcertado.

—Profesor...—Dijo Malfoy. ¡No cállate, idiota, cállate!

—¿Sí?

—La clase pasada yo estaba emparejado con Granger—Dijo el rubio con un tono de voz inexpresivo, Snape miró a Hermione.

—Muy bien, entonces deberán estar juntos, la clase anterior su poción fue... efectiva, por lo tanto veo que tienen un buen desarrollo en mi asignatura—Dijo el profesor con voz ronca—Señorita Granger, vaya con Malfoy. Y usted, Longbottom, agrúpese con Finnigan y con Thomas por la clase de hoy.

Hermione sintió nuevamente un revoltijo en el estómago y se sentó a regañadientes en el pupitre de Malfoy.

—Y que sepan que no me gusta para nada que sean de casas opuestas—Les dijo Snape a los dos con un tono bajo y ligeramente amenazador.

Y todos comenzaron a buscar la página ciento veintiséis en sus libros.

—Asfófelo y ajenjo, raíces de valeriana y judías soporíferas—Leyó Malfoy desde su libro. —Iré a buscar los ingredientes—Y el Slytherin se levantó y se dirigió a los armarios, donde se puso a leer un par de frascos y cajas y sacó los ingredientes que necesitaban.

La poción parecía complicada, pero siguieron los pasos al pie de la letra y parecía irles bastante bien. Malfoy de vez en cuando lanzaba una mirada de desdén a Hermione y esta lo ignoraba; la castaña observaba a su alrededor y, al parecer, ellos eran a los que mejor les iba. Dean, Neville y Seamus parecían contemplar un líquido espeso y marrón en su caldero y el de Harry y Ron, que estaban un poco más adelante, emanaba un humo verdoso; en cambio, el de Hermione y Draco tenía una consistencia lila y espumante, como decía en el libro, aunque para que quedase perfecta solo les faltaba añadir las judías soporíferas.