40. El gran baile

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De repente, todas las miradas presentes se posaron sobre ellos, aunque, claramente, la de Pansy Parkinson era la más estupefacta. Decenas de Slytherins observaban boquiabiertos a la pareja dispareja que había entrado al salón, pero no eran los únicos, ya que la gran mayoría de estudiantes se había percatado de que el mismísimo Draco Malfoy había asistido al baile de fin de curso con la tragalibros de Hermione Granger. El silencio incómodo de expandió por unos segundos, hasta que la banda musical volvió a tocar y los murmullos comenzaban a rebotar por todas las paredes.

Draco no soltó la mano de la castaña recién hasta diez minutos después, cuando ella se despidió de él con un beso en la mejilla para ir a saludar a sus amigos. Harry y Ginny estaban hablando animadamente en la mesa de bebidas, Potter relucía un elegante traje de gala con una corbata de color rojo sangre.

—¡Hermione! —Le saludó él—Estás... linda.

—Gracias, Harry—Contestó la castaña—Tú también te ves muy elegante.

—Me alegro de lo de ustedes—Comentó Ginny—Digo... de que por fin lo hayan confesado.

Hermione le sonrió y justo en ese instante apareció Ron junto a Lavender, ambos venían algo agitados porque, al parecer, habían tenido una intensa sesión de baile.

—Hola—Saludó Lavender.

El pelirrojo tenía, como había dicho, el antiguo traje marrón de su hermano George, que le sentaba bastante bien a comparación del que había usado varios años atrás.

—¿Qué tal la fiesta? —Preguntó Ron, mientras se servía ponche de uva.

—¡Vamos a bailar! ¿No, Harry? —Dijo Ginny, tomando a su novio del brazo. Harry asintió y ambos partieron hacia la pista, donde justo sonaba una tranquila pero divertida canción.

Draco se acercó hacia donde estaba ella y le pidió su mano, besándola delicadamente e invitándola a bailar. La castaña aceptó inmediatamente y se posaron justo en el medio del salón, rodeados de muchas parejas de estudiantes y profesores que danzaban de aquí para allá, reluciendo preciosos trajes y vestidos. De repente, la canción cesó y Dumbledore optó por decir unas palabras.

—Queridos alumnos, sinceramente quiero desearles que hoy disfruten de esta ceremonia para que ya la próxima semana puedan tomarse sus merecidas vacaciones de verano. Y, antes de continuar con la fiesta, quiero presentarles a los alumnos de cuarto año, que nos deleitarán con una deliciosa coreografía—Explicó el director, señalando con sus brazos a las puertas del salón que se abrieron de par en par.

Una docena de alumnos entraron y se posaron en el centro del lugar; las chicas tenían vestidos de satén color cian y los varones vestían trajes blancos con capas negras, y verlos bailar tan coordinadamente al ritmo de la música se había vuelto un verdadero espectáculo. Los chicos tomaban a las damas por la cintura y hacían giros y vueltas extravagantes al compás de la banda sonora de violines. Luego finalizaron y todos los presentes les regalaron un caluroso aplauso antes de volver a la fiesta.

—Ahora sí, ¿Me concedes una pieza? —Preguntó Draco, tendiéndole a su novia su mano derecha.

La castaña sonrió y le susurró al oído:

—Si la vida fuera una fiesta, siempre bailaría contigo.

Malfoy le mordió tiernamente el lóbulo de la oreja y luego ambos caminaron hacia un lugar cómodo en la pista. De repente, la música cambió y una canción lenta comenzó a apoderarse de sus sentidos. Lo siguiente que la castaña sintió, fue la mano de Draco posándose delicadamente sobre su cadera, mientras ella ponía la suya en su hombro. Y así comenzaron a bailar, dejándose llevar por la hermosa canción de Magic Works, sintiéndose una sola persona. Era como si nadie estuviese a su alrededor, como si el tiempo hubiese desaparecido.

♥Traición Mestiza♥ #DramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora