Capítulo 7.

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Obviamente no le iba a decir lo de su novio, esta era la primera vez que Lauren me sonríe tantas veces seguidas y no voy a desaprovechar la oportunidad de estar con ella a solas. Me fui y dejé que trabajara. Y llamé a Dinah.

-DJ, necesito que te encargues de mi coche.

-Buenos días Mila- me dijo al otro lado del teléfono.

-Hola- le dije rodando los ojos.

-¿Dónde está tu coche?- preguntó.

-En Brownsville.

-¿Y por qué razón está allí?

-Ayer Lauren necesitaba que alguien la llevara a casa y me ofrecí, casi me rajan el cuello con una navaja pero ella me salvó. Total que luego me pincharon las cuatro ruedas.

-Que buena samaritana eres- dijo con burla-¿Cómo voy a encontrar tu coche allí?- Preguntó.

-Es el único Ferrari que verás.

-Está bien, le diré a Drew que vaya con la grúa. Y me imagino que necesitarás otro coche. Te cojo las llaves del Aston Martin y te lo llevo donde estés.

-Estoy en HighTech- le dije.

-Entonces podré conocer al bombón de Lauren, de la que tanto hablas- dijo emocionada.

-Lo que tú digas- dije suspirando.

-Nos vemos en un rato- dijo y colgó. Dinah aparte de ser mi mejor amiga es mi otra asistente personal, más cercana que Brad, que casualmente tenía que llamarse como el novio de Lauren.

Después de una hora más o menos llegó Dinah. Yo estaba fumando en la entrada de la empresa, cuando ella llegó y me lanzó las llaves del coche.

-Mas te vale que John no se entere de esto- me dijo.

-No tiene por qué si nadie se lo cuenta- dije mirándola.

-Bueno, enséñame a tu chica- dijo sonriendo.

-Primero, ella no es un cuadro que se pueda enseñar, y segundo no es mi chica.

Subimos hasta la planta donde trabaja Lauren y allí estaba con la vista clavada en el ordenador, como siempre.

-Lauren- le dije y me miró- ella es mi mejor amiga Dinah- le presenté.

-Se que no te lo ha dicho, pero también soy su asistente- dijo Dinah. Lauren se levantó para saludarla- vaya Camila se ha quedado corta describiéndote preciosura- dijo dándole un abrazo a Lauren.

-Ehhm ¿gracias? - dijo Lauren nerviosa.

-Dinah me ha traído un coche- le dije a Lauren, ella asintió.

-Tengo que volver al trabajo- dijo mirándonos.

-Oh, claro, vamos- dije cogiéndole del brazo a Dinah. Volvimos a bajar y me encendí otro cigarro.

-Madre mía, parece salida de una revista- me dijo.

-Lo se- dije sacando el humo por mi boca.

-Pídele salir- me animó- se que estás loca por ella, no hablas de otra cosa.

-Tiene novio, lo conocí anoche- le dije.

-Auch- me dijo.

-Ya.

-No te preocupes Mila, tú puedes intentarlo igual.

-Bueno, luego me ha dicho que salgamos ¿no es adorable? - dije.

-Ahí tienes una oportunidad para conocerla mejor.

NARRA LAUREN.

A las ocho en punto ya estaba Camila parada frente a mi mesa.

-¿Y tu amiga? – le pregunté.

-Se fue hace rato, tenía cosas que arreglar- contestó mirándome- son las ocho- dijo sonriendo.

-Lo se- le devolví la sonrisa. Mierda Lauren, deja de coquetear con ella. ¿Por qué le has pedido salir? Oh, admítelo, ella te encanta. Pero no puede gustarme, a mí me gustan los hombres, y tengo novio, aunque las cosas no van muy bien con él, no sé ni por qué acepté salir con él en primer lugar.

Salimos de la empresa y nos montamos en el coche que le trajo su amiga. Un coche de lujo, por supuesto.

La que le había dicho para salir ella yo, pero ella era la que me estaba llevando a algún sitio. Mi mente ya daba vueltas pensando al sitio de lujo que me llevaría que claramente yo no puedo pagar, y donde la conocería todo el mundo y no podríamos hablar. Rodé los ojos ante mis propios pensamientos y no me di cuenta cuando paró el coche.

-¿Dónde estamos?- le pregunté.

-A las afueras de Manhattan- me dijo saliendo del coche.

Vaya, mis pensamientos eran erróneos. Estábamos en una especie de barrio, pero no tipo Brownsville, este era más sofisticado. Salí del coche y me puse al lado de Camila mientras caminaba. Ella se encendió un cigarro, no sabía que fumaba.

-No sabía que fumabas- le dije extrañada.

-Ni yo que tenías novio- dijo entre dientes pero le pude escuchar. Quería decirle que las cosas no iban bien con él últimamente, que nunca han ido bien.

Llegamos a un bar, entramos y nos sentamos en una mesa, a los dos segundos llegó un camarero bastante guapo con unos ojos preciosos.

-Hola Camila, y compañía- dijo guiñándome un ojo.

-Harry- dijo Camila a modo de saludo.

-¿Qué quereis?- preguntó sonriéndonos.

Camila pidió por las dos y el chico se fue.

-No entiendo por qué has elegido justamente esta propuesta si no es de las mejores que te he enseñado- le dije.

-Bueno pues es la que más me ha gustado – me dijo.

-Ah, pues había pensado que...- le empecé a decir pero el camarero volvió.

-Aquí tenéis chicas- nos dijo sonriendo y dejando nuestras bebidas en la mesa. A mi me dejó un papel con un número de teléfono al lado, que supuse sería el suyo, al lado de mi bebida. Luego se fue sonriéndome ampliamente.

-Dame eso- dijo Camila alargando la mano para coger el papel. La miré levantando una ceja.

-Tienes novio...- me dijo mirando hacia su vaso.

Solté un suspiro y le di un trago a mi bebida.

-¿Qué pasa?- me preguntó.

-Nada- le mentí, tampoco tenía tanta confianza con ella como para contarle mis penas.

-Venga suéltalo- me dijo mirándome. La miré un rato hasta que me rendí.

-Está bien, creo que voy a dejar a Brad.

Blinded Hearts. CAMREN.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora