Capitulo 2

116 4 0
                                    

Aron

Que chica, ni siquiera me dijo su nombre. Me disculpé por haberla asustado, le ayudé a ponerse de pie y ni siquiera me dio las gracias. Amablemente la alenté a saltar y la muy torpe se cae, fui un caballero y la ayudé. No puedo creer que ni siquiera haya tenido la cortesía de decirme su nombre. Eso pienso mientras camino de regreso a  casa de mi tía, al llegar mi prima Alice se acerca a mí.

-¿En dónde estabas?

-Recorriendo el vecindario. -respondo con simpleza- Evaluando las rutas de escape. -la molesto.

-Muy gracioso -dice con sarcasmo- Será mejor que no te metas en problemas en tu primer día aquí.

-Como si no me conocieras, Alice. -finjo estar indignado.

-Porque te conozco se que eres lo bastante tonto como para meterte en líos. Será mejor que entres, mamá se está volviendo loca con todas las cajas que dejaste en el camino.

-Ni siquiera son tantas -respondo molesto mientras entro a la casa.

-Aron -me llama Alice- En serio, debes tener cuidado con lo que haces aquí. Y con algunas personas. -no digo nada y sigo mi camino. Empiezo a acomodar las cajas en la habitación que me dieron. Lo primero que desempaco es mi amplificador junto con mi guitarra, lo conecto y empiezo a tocar con todas mis fuerzas. Cuando toco me siento libre, toda mi frustración es expulsada por medio de los acordes, se siente muy bien.

-Aron...!Aron!...!ARON! -Paro de tocar cuando escucho a mi tía y la veo parada en la puerta.

-Hola tía Ingrid, ¿qué pasa? -digo despreocupado.

-¿No has arreglado tus cosas aún? Llevas todo el día con la guitarra. -me riñe.

-Lo siento. Me emocioné. -me excuso haciendo mi mejor cara de niño inocente.

-Pues no te emociones tanto la próxima vez. Tengo turno nocturno en el hospital, así que si quieren pueden pedir pizza. No se desvelen, mañana deben ir a la escuela.

-¿Desde mañana? -digo sin ganas.

-¿Qué creías? ¿Que te la ibas a pasar de vago por una semana?

-Claro que no, -bufo- pensaba que sería por un mes al menos- mi tía lanza una risa sarcástica.

-Solo no quemen la casa, adiós.

-Adiós.

Me asomo a la ventana abierta, observo detenidamente el árbol gigantesco de esa casa donde vive la chica engreída y torpe. Debo admitir que es hermosa, pero no fue la mejor primera impresión que pudo darme. De todos modos no debería importarme, no tengo tiempo ni los ánimos para andar con ninguna chica.

 De todos modos no debería importarme, no tengo tiempo ni los ánimos para andar con ninguna chica

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora