Capitulo 21

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Aron

Lo que me faltaba, el imbécil de Jackson está detrás de Lizi, y lo peor es que a Lizi parece agradarle. No trato de evitar que Lizi tenga más amigos, simplemente no quiero que se involucre con ese tipo. Jackson no es de fiar, es una gran bandera roja. Lizi es inexperta, no sabe que hay personas con malas intenciones como Jackson, es mi deber evitarle pasar un mal trago. Tengo que protegerla. Necesito pensar en cómo hacer que Lizi se aleje de él. No puedo creer que hasta hayan intercambiado números. ¿Cómo se atreve a llamarla? Este tipo en serio me saca de mis cabales. No podía quedarme más tiempo en casa de Lizi con todo esto en mi cabeza, lo admito estoy celoso de que él la haya llamado y ella haya admitido agradarle. No quiero que otros la llamen, no quiero que otros tengan su número de teléfono, no quiero que otros la acompañen a cualquier lugar. Por Dios, tengo que calmarme.

Al llegar a casa me encuentro con tía Ingrid y Alice en la sala viendo una película. La situación entre nostros está un poco tensa. A ninguna le parece que siga mi amistad con Lizi, ni mucho menos que tenga un interés romántico con ella. 

-Se te está haciendo costumbre llegar a la hora que se te antoje, Aron. Te recuerdo que hay horarios que debes respetar. -me riñe mi tía.

-Hola, tía. También me da gusto verte. -le digo sarcástico.

-Aron, quedamos en que debes seguir las reglas de mí casa.

-Estaba con Lizi, tía.

-No me importa con quién hayas estado. Te acepté aquí porque tanto tú como tu padre me prometieron que no armarías ningún problema. Si te niegas a respetar mí casa...

-¿Qué harás? ¿Me echarás? -la reto- Adelante, así me enviarán a la correccional de nuevo y fin del problema. Ni siquiera entiendo para qué me sacaron si lo único que doy son problemas. Llama a mi padre y dile que estoy faltando a mi palabra por ayudar a una chica cuyos padres le han mentido toda la vida y tiene que esconderse para que la loca de su madre no la encuentre y la encierre en su habitación o peor aún la mate.

-Aron... ¿de qué estás hablando? -pregunta Alice preocupada.

-No voy con Lizi solo para molestarlas e ir en contra de sus estúpidas reglas. Ella me necesita, soy la única persona que puede apoyarla en este momento. ¿Por qué no lo entienden? Ella me necesita tanto como yo a ella. 

-Trata de entender también, Aron. Te estás metiendo en algo peligroso. Y no solo serás tú quien salga dañado, nosotras estamos en medio. -mi tía me toma del rostro con cariño.

-La quiero, tía Ingrid. La quiero mucho  y no voy a lejarme de ella. -me separo y subo a mi habitación. Ignoro a Alice cuando me llama para detenerme. ¿Tan difícil es entender lo mucho que significa Lizi para mí? Y como si mi día no pudiera terminar peor, recibo una llamada de mi persona menos favorita en el mundo.

-¿Qué quieres Evans? -digo al descolgar.

-¿Por qué tan hostil Simons? -pregunta con burla.

-No estoy de humor para esto.

-Me importa un carajo. Por cierto, tu amiguita Lizi es muy linda.

-Elizabeth. -digo entre dientes- Su nombre es Elizabeth. -Jackson se carcajéa.

-¡Vaya! No te creí tan posesivo. ¿Crees que eso le agradará a tu chica?

-Lo que le agrade o no, no es de tu incumbencia.

-De hecho lo es. Pasé un rato agradable con ella, la chica es hermosa. Me quedé con ganas de más.

-Aléjate de ella -le advierto.

-¿O qué? ¿Me obligarás?

-Sabes que no me pesa nada hacerlo.

-¿De verdad arriesgarás tu libertad por un triángulo amoroso? -me quedo en silencio por la sorpresa- Así es, Simons. Conozco tu pequeño secreto, sé que estuviste en una prisión de menores. ¿Qué pensará tu querida Lizi si se entera? 

-¿Cuál es tu problema, Evans? ¿Por qué quieres fastidiarme tanto?

-Digamos que me gustan muchos las cosas que otros tienen y yo no. Y tu chica me gusta mucho.

-No te atrevas a ponerle un dedo encima. Te lo advierto Evans, me importa un carajo si vuelvo a prisión. Le haces algo y haré que te arrepientas.

-Veremos. -dicho eso cuelga. ¡Maldita sea! En verdad me está costando mucho mantener mi temperamento a raya. Y es que si me provocan es muy difícil que haga oídos sordos. Por eso me metí en muchos problemas. Tengo un mal temperamento y exploto con facilidad. Y más si alguien a quien yo quiero está involucrado. Necesito que Lizi aprenda a distinguir las buenas amistades de las malas. Necesito que sepa quién le conviene y quién no. 

Si algo le llega a pasar me volveré loco. O peor aún, si Lizi se llega a interesar en Jackson me moriría. Creo que esa es la peor parte, pensar en que Lizi pueda interesarse en otro chico que no sea yo. Quisiera tenerla solo para mí, pero eso no está bien. No puedo ser así de posesivo con ella, no es justo para ella. Si la mantengo alejada de los demás por miedo a que me deje, ¿en qué me diferenciaría de su madre? 

Y por estas estupideces de celos y posesividad lo voy a arruinar todo. ¡Hoy lo arruiné! Me molesté por la llamada de Evans a su celular, la dejé plantada cuando habíamos hecho planes de pasar un rato agradable juntos. Fui muy grosero con ella, muy frío. No me había puesto a pensar en su expresión cuando me fui. ¡Porque ni siquiera la miré! Simplemente me alejé y me largué de ahí. Tengo que arreglarlo.

Aron:
Lizi
¿Estás despierta?

Me desespero al no obtener respuesta, así que la llamo. Al cuarto timbre me contesta.

-Lizi... ¿te desperté? -a lo lejos escucho un pequeño sollozo- ¿Lizi? ¿Estás llorando? ¿Te sucede algo? -inmediatamente me preocupo, y más cuando me cuelga. A los segundos me llega un mensaje suyo.

Lizi:
Lo siento

Aron:
¿Por qué te disculpas?

Lizi:
No quería hacerte enfadar. Lamento lo que sea que haya hecho para molestarte.
Por favor, no te alejes.

Soy la peor persona del mundo. ¿Cómo pude hacerla llorar por una estupidez? Me pongo los zapatos como puedo y salgo de la casa. Me llevo el auto de mi tía y conduzco lo más rápido que puedo hacia el apartamento de Lizi. En cuento llego toco la puerta con insitencia y llamo a Lizi para que sepa que soy yo. Por fin me abre la puerta y mi corazón se quiebra. Verla llorar siempre será lo peor para mí. Ver esa hermosa carita con lágrimas y nariz roja, y ese puchero en sus labios me destroza. No lo pienso más y la arropo en mis brazos, Lizi se sujeta de mí como si temiera que me fuera y no regresara jamás.

-Perdóname, Lizi -le pido besando su cabello.


Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora