Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]

Capitulo 23

No puedo dejar de pensar en lo que pasó la noche anterior con Aron. Aunque me explicó por qué no quiso tener sexo conmigo, me siento un poco avergonzada. Muy avergonzada. Me pregunto si de verdad me veo como una chica atractiva. No soy muy alta, mido un metro cincuenta y siete, mi peso es de acuerdo con mi estatura. No voy a negarlo tengo mis atributos, pero me pregunto si a los chicos como Aron se fijan en algo más que la apariencia. En todos los libros que he leído la chica es atractiva y tiene personalidad. Le parece interesante a los personajes por su manera de actuar y de hablar. 

Ahí está el problema conmigo. No hablo, no puedo ser interesante. ¿Cómo puedo parecerle atractiva a Aron si me falta lo más importante? Debe ser muy aburrido estar conmigo. La cita de hoy será un fracaso. Aron tendrá que pasar hablando solo todo el rato, o peor tendrá que pasar el rato en completo silencio. Todo se arruinará, no tiene caso. Será mejor decirle que ya no quiero salir. Y como si me leyera la mente, un mensaje de Aron llega.

Aron:
No puedo esperar para nuestra cita.
Tengo todo preparado.

Me hace las cosas más difíciles. Será mejor que sea él quien decida ya no salir conmigo, cuando se de cuenta de que es muy aburrido estar conmigo en una cita seguramente dejará el asunto de que ambos nos gustamos. Aunque me rompa el corazón, creo que es lo mejor para él. No sé por qué estaba tan emocionada anoche cuando Aron me invitó a salir, el resultado es inevitable. 

Un mensaje me llega, pero no es de Aron.

Jackson:
Hola, hermosa
¿No hay libros que comprar hoy?

Hermosura:
Creo que tengo suficientes para un mes

Jackson:
¿Un mes?
¿Puedes leer 100 libros en un mes?
Me sorprendes

Hermosura:
No compré 100, solo fueron 15
Eres un exagerado

Jackson:
Aún así
Me toma un mes leer medio libro
Y tú lees 15

Hermosura:
Es cuestión de hábito
Y para mí es uno de mis pasatiempos favoritos

Jackson:
¿Cuál es el otro?

Hermosura:
Amo el arte
Me gusta pinta, dibujar o esculpir

Jackson:
¿Me mostrarás tus obras de arte algún día?

Hermosura:
Puede ser

Jackson:
Es una cita

Cita. ¡Cita! Debo preparame para mi cita. Si es la primera y la última quiero que sea memorable y quiero verme ver. ¿Qué ropa se usa para una cita? Tengo que investigar.

Justo a las seis, Aron toca la puerta. Nerviosa me miro en el espejo antes de ir a la puerta. Me aseguro de que mi vestido gris no tenga ninguna mancha y que el cinturón color gena esté derecho, mis zapatillas blancas intactas y cómodas. Sintiéndome lista tomo mi chaqueta y mi bolso para luego abrir la puerta principal. Del otro lado me encuentro a un Aron deslumbrante, se ve tan guapo con esa camisa azul y su chaqueta negra. Y esa media sonrisa en sus labios termina de parar mi corazón. ¿Por qué debe verse tan bien siempre?

-¿Estás lista? -No, pero es hora de terminar con esto de una buena vez. Salimos del edificio y me quedo asombrada cuando lo veo dirigirse a un auto negro, y no es cualquier auto. Aron gira hacia mí cuando nota que no lo estoy siguiendo.- Vamos, sube -lo miro extrañado- te contaré todo en el camino. -le hago caso y me acerco al auto. Aron me abre la puerta y cuando ya estoy adentro se acerca para ponerme el cinturón de seguridad. Está tan cerca que puedo sentir su aroma. No solo por la loción, sino su aroma natural. Es inevitable inhanlar ese aroma que nubla mis sentidos.- Lista y segura -cierra la puerta y se sube del lado del piloto. Luego de unos segundos de camino comienza a hablar- Es un regalo de mi padre. Lo vi antes de venir por ti. Almorzamos juntos y por mi graduación me obsequió el auto. Lo cual es super conveniente ahora que ya no vives a unas casas de la casa de mi tía. Además ya estaba harto de pedir prestado su auto. Ahora podré venir más seguido a verte. -me guiña el ojo. Aunque me encanta la idea de verlo más seguido, no creo que sea posible. No después de que se de cuenta de lo aburrido que es estar conmigo. En una luz roja aprovecha para verme- Te encantará el lugar a donde vamos, no queda muy lejos. Estamos a unos veinte minutos. -asiento, es lo único que puedo hacer.- Luego podemos ir a un club, si te parece bien. Mis amigos quieren conocerte lo antes posible -me pongo nerviosa- Iremos solo si te sientes cómoda con la idea -de todos modos no creo que lleguemos hasta ese momento así que asiento de acuerdo con la idea- Perfecto.

Justo como Aron dijo, no tardamos mucho en llegar. Es un parque ecológico. Naturaleza, me encanta. Ya extrañaba la grama y los árboles. Aron saca de la cajuela una canasta y su guitarra. Me toma de la mano y caminamos. No puedo evitar concentrarme en la sensación de nuestras manos juntas. Encajan tan bien, como si fueran piezas de un rompecabezas. Sentir su mano me da tanta calma, no quiero soltarla nunca. No quiero que me deje. Caminamos por un sendero entre el bosque, disfrutamos del aire y el sonido de los árboles, hasta que llegamos a una laguna. Me lleva hasta un área donde varias parejas están sentadas en la grama. Aron saca de la canasta una manta y la pone sobre el suelo para sentarnos. 

-Traje unos bocadillos -son pastelillos y unas cuantas golosinas- Además de pasar tiempo contigo, Lizi, quiero que me conozcas más. Justo anoche me puse a pensar que no te he contado mucho de mi vida. Yo sé varias cosas de ti, pero tú casi nada de mí. -le pongo toda mi atención- Para empezar... soy adoptado -no me esperaba eso- mis padres me adoptaron cuando tenía cinco años. No sé nada de mis padres biológicos, desde que tengo memoria ya estaba en ese orfanato. Nunca añoré una familia común, hasta que los Simons llegaron ese día. Estuvieron conviviendo con muchos niños. Y ese fue el momento en el que deseé tanto ser parte de una familia, tener unos padres como ellos. Lloré mucho cuando se marcharon, tanto que mi padre me cargó en sus brazos y me consoló por varios minutos. Al siguiente día regresaron y me llevaron con ellos. Aunque no todo fue color de rosa.