Capitulo 15

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Aron

Por fin la tengo en mis brazos. Si hubiera tardado un segundo más en abrir la puerta juro que la hubiera tirado a patadas. La siento temblar entre mis brazos y por primera vez escucho un sonido salir de sus labios, es una lástima que sean sollozos los que oigo. Como puedo nos igreso dentro del apartamento y cierro la puerta con el pie. Me siento en el sofá con ella sobre mis piernas. Sus brazos rodean mi torso y esconde su rostro en mi pecho mientras llora, acaricio su cabeza en un intento de darle consuelo. Intento, pues yo también estoy asustado. Creí que la había perdido. Todo empezó a ir mal desde esta mañana, mi tía habló conmigo antes de irme a la escuela.

-Aron, necesitamos hablar.

-Te juro que no he hecho nada ilegal.

-Alice me dijo que tienes una relación con la hija de Sara Frans. -Le lancé una mala mirada a Alice.

-Su nombre es Elizabeth. -dije en un tono demasiado serio.

-Quiero que te alejes de esa niña, Aron.

-¿Qué es lo que tiene en contra de ella? -pregunté frustrado.

-Aron, es peligroso que te relaciones con ella.

-Ella no es mala. No la conocen.

-Tú tampoco -se metió Alice

-Créeme que la conozco mejor que tú -respondí molesto- No tengo tiempo para esto, se me hace tarde.

-Aron, ¿qué pasaría si su madre se entera? -preguntó mi tía con exagerada preocupación a mi parecer.

-Ya lo sabe. Además ¿qué podría pasar?

-¿Ya lo sabe? -dijo Alice sorprendida- ¿Y no ha hecho nada?

-¿Cómo qué? Simplemente me dijo que me alejara de Lizi.

-Aron no sabes en lo que te estás metiendo -me dijo mi tía- No sabes lo que esa mujer es capaz de hacer con tal de mantener a su hija excluida del mundo.

-Y creo que exagera. Entiendo que quiere protegerla pero no es la manera.

-Aron, esto va más allá de querer proteger a su hija. Esa mujer esconde algo y se esfuerza por mantenerlo oculto. Una sola vez he hablado con esa muchacha cuando era una niña, estaba jugando en el jardín. Era la primera vez que veía a un niño en casa de los Frans, ni siquiera sabía que tenían hijos. Sara se puso como loca cuando salío, tomó a su hija en brazos con mucha brusquedad y me amenazó si le decía a alguien sobre su hija.

-Por favor tía Ingrid. Eso es muy exagerado.

-Es la verdad -dijo Alice- Un día mamá vio cuando esa chica se cayó del árbol, fue a ayudarla y al día siguiente el auto de esa mujer me atropelló cuando salía de la escuela. Mi pierna se quebró y estuve en recuperación seis meses.

-Por favor, Aron. Por una vez en tu vida escucha. Aléjate de esa familia, o nos irá mal a todos. Luego de esa conversación no pude sacarme de la cabeza la vez que nos descubrió a mí y a Lizi hablando en el jardín. Se puso muy violenta con Lizi, y cuando la descubrió en la ventana esa mañana. En verdad temí que fuera a lastimarla. 

Cuando regresé de la escuela mi mundo se detuvo. Habían policías en la casa de Lizi y podía escuchar los gritos de su madre. Lo peor vino a mi mente, Lizi herida o algo peor. Corrí hacia su casa y en ese momento la señora Frans salió y al verme me señaló con furia.

-¡TÚ! -gritó. Se acercó a mí y me tomó por la camisa para empezar a zarandearme- ¿EN DÓNDE LA TIENES? ¡TÚ DEBES SABER DÓNDE ESTÁ!

-¿A qué se refiere? ¿Le pasó algo a Lizi? -pregunté preocupado.

-Sé que tú la ayudaste a escapar.

-¡SARA! -su esposo la obligó a soltarme- ¡Es suficiente! ¡Deja al chico en paz!

-Si no hubiera sido por ti, ¡Eli no hubiera escapado! -le gritó a su esposo y volvió dentro.

-Señor... Lizi...

-Ella está bien, Aron. ¿Tienes auto?

-Sí, señor.

-Te enviaré la dirección en donde está mi hija. Es un poco lejos de aquí. Necesito que mantengas en secreto su ubicación, no quiero que mi esposa la encuentre. Y prométeme que la cuidarás hasta que yo pueda hacerme cargo.

-Lo prometo, señor. -no tenía ni la más mínima idea de lo que pasaba, pero no me detuve a preguntar. Corrí a casa de tía Ingrid para buscar las llaves del auto.

-¿Aron qué haces? -preguntó Alice cuando me vio entrar y salir al instante.

-Saldré, no creo regresar temprano. No me esperen para la cena.

-¿A dónde vas? No tienes permitido usar el auto.

-No es de tu incumbencia -contesté molesto.

-Es esa chica otra vez, cierto. Aron, ya basta. Deja de entrometerte en su vida.

-La que tiene que dejar de entrometerse eres tú. 

-¡No saldrás de aquí!

-¡Solo déjame en paz!

-¿Qué sucede aquí? -tía Ingrid salió al escuchar nuestra discusió.

-Aron quiere llevarse el auto para ir a no sé donde con es chica Frans.

-Ella tiene nombre -dije entre dientes.

-Aron, dame las llaves del auto. No irás a ningún lado.

-Pero...

-Nada de peros. No saldrás de esta casa.

-¡No eres mi madre! -le dije a la defensiva

-Pero vives en mi casa y harás lo que yo diga. No irás a buscar a esa chica.

-¿Por qué no entienden? Ella es.... -realmente no tenía tiempo para eso. Tenía que encontrar a Lizi o iba a volverme loco- Ella es muy importante para mí. Es la única persona que me ha importado en toda mi vida además de mi padre. Por favor tía Ingrid...te lo suplico. Es la única que me ha mantenido cuerdo desde que llegué aquí.

-Le prometí a tu padre que te cuidaría. Así que más te vale regresar en una sola pieza.

-Pero mamá -replicó Alice.

No me detuve a alargar más esa conversación, tenía que encontrar a Lizi. Realmente estaba lejos, conduje por más de dos horas hasta que por fin llegué al edificio en donde, según el padre de Lizi, estaba. Solo ahora que la tengo entre mis brazos puedo respirar tranquilo. No sé lo que haya pasado en su casa como para tener que huir de su madre, pero sea lo que sea la apoyaré.



Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora