Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]

Capítulo 16

Me apresuro a abrir la puerta luego de escuchar la voz de Aron. Él me abraza en cuanto me ve y yo me aferro a él. Entonces, me pongo a llorar como una niña. Toda esta situación es demasiado para mí. Ni siquiera entiendo qué es lo que está pasando en realidad. Necesito que mi padre, o bueno la persona que he pensado es mi padre, me explique las cosas. Como puede, Aron nos mete al apartamento y cierra la puerta.

-Tranquila, Lizi -dice quedito- Vamos a sentarnos, pequeña -me separo de él y caminamos hasta el sofá.- ¿Qué es lo que está pasando? -elevo los hombros, ni siquiera yo lo sé con exactitud.- ¿No tienes tu celular contigo? -niego con la cabeza. En eso alguien toca la puerta, todo mi sistema se pone alerta y me agarro del brazo de Aron. -No tengas miedo, Lizi. Quédate aquí. -con mucho esfuerzo lo suelto.- ¿Quién es?

-Soy Patrick, muchacho -Aron abre la puerta. Mi padre le da un asentimiento de cabeza y cuando me ve camina hacia mí.- Hola, mi niña. -mis ojos se vuelven a llenar de lágrimas, inmediatamente mi padre me abraza- Lo lamento tanto, Eli. En verdad lo siento mucho. Nunca quisimos hacerte daño. Pero... las cosas se me salieron de control. Elizabeth, necesito que te prepares y escuches con atención lo que te voy a decir.

Dirigí mi mirada a Aron, pidiéndole que se sentara a mi lado. Aron entendió y caminó hasta mí. En ese momento necesitaba su apoyo, lo necesitaba a él.

-Hace quince años, tu madre... Sara tuvo un accidente en auto. Ella lo provocó. Sara no está bien, tiene ciertos problemas psicológicos. De hecho iba a sesiones con un psiquiatra. Terminó mal por la pérdida de nuestra bebé. Unos ladrones entraron a la casa en donde vivíamos antes y en un forcejeo que tuvieron con Sara, ella cayó de las escaleras con nuestra hija en brazos. La pobre bebé de cuatro meses se golpeó la cabeza y murió en seguida. Eso nos dejó muy mal, pero más a Sara. Unos vecinos tenían una hija de tres años. Sara se obsesionó con esa niña, tanto que un día siguió a esa familia en auto. Ellos iban constantemente a una casa en las montañas. Sara los interceptó en la carretera y estrelló con ellos. El auto quedó volteado y hecho trizas. Los padres no sobrevivieron, pero afortunadamente la bebé sí. Estaba viva y despierta. Sara la tomó y se la llevó a casa. Cuando llegué del trabajo la vi en nuestra habitación contigo durmiendo en la cama. Al escuchar su versión y compararla con lo que había leído en las noticias entré en pánico. Le grité y le dije que la policía vendría por ella, por nosotros. No pensé las cosas con claridad, estaba muy asustado por lo que ella era capaz de hacer que tomé lo necesario y decidí que nos iríamos. No mudamos al vecindario en el que estamos ahora, donde nadie nos conocía. Por miedo a que alguien pudiera relacionarte con ese accidente Sara decidió esconderte en casa, y al saber que no podías hablar fue la excusa perfecta. Yo la dejé hacer lo que se le antojara. No tuve las agallas para detenerla. De un tiempo para acá he estado planeando liberarte de esa mujer. Por eso compré este apartamento y lo equipé con todo lo que pudieras necesitar. Ella no te encontrará aquí. No vendría a este lado de la ciudad.

-¿Por qué tiene que esconderse de ella? Lizi ya es mayor de edad. -agradezco que Aron haga las preguntas.

-El problema no es por la edad. Es por el estado mental de Sara. Ella está convencida de que Eli es la bebé que perdimos. No quiere que nada la separe de ella. Piensa que lo que hizo no fue homicidio, sino recuperar a su hija que ellos se habían llevado. Se convence de eso todos los días. Si encuentra a Eli, se la llevará lejos. Donde nadie pueda separarlas. -siento naúseas, me levanto y corro al baño para vaciar mi estómago- Necesito que la cuides -escucho a mi padre decirle a Aron cerca de la puerta del baño- Solo mientras yo no estoy. -en cuanto termino de lavarme la boca salgo.

-¿A dónde irá?

 -Debo hablar con un amigo que es abogado. Vive en Argentina. Él me ayudará a que Sara no vuelva a molestar a Eli. Mi niña -se dirige a mí y soba mi cabello- espero que un día puedas perdonarme. -besa mi frente.- Debo irme. Traje algunas de tus cosas, junto con un nuevo celular, así Sara no podrá localizarte. Te la encargo, Aron. -Aron asiente con la cabeza. En cuanto mi padre se va me permito quebrarme. Durante todo su relato me hice la fuerte y no lloré, pero ahora me siento tan débil, incluso mareada. Aron lo nota y me sostiene.- Deberías descansar, Lizi. Ha sido demasiado en tan poco tiempo. -me ayuda a llegar a la habitación, me acuesto en la cama- Estaré afuera hasta que te sientas mejor -besa mi mejilla y sale de la habitación. Todo lo que pasó este día vuelve a mi mente. Me arrebataron a mi familia, he vivido una mentira. Una loca me quiere encerrar para tenerme solo para ella. No sé quién soy. Lloro hasta quedarme dormida.