Te Amo en Silencio [EN EDICIÓN]

Capitulo 13

Aron

Seguimos observándonos el uno al otro, Lizi está un poco más calmada. Con una sonrisa radiante en su rostro. 

-¿Puedes bajar? -se que su madre salió, así que quiero aprovechar esta oportunidad. Una expresión de pena se ve reflejada en su rostro, y niega con la cabeza.- ¿Por qué no? En verdad quiero que hablemos Lizi. -ella se ve desesperada, no sabe cómo decirme lo que piensa- ¿Dónde está tu celular? -me ve con tristeza- ¿No lo tienes contigo? -niega con la cabeza- ¿Por qué no puedes salir? -ella piensa un momento antes de cerrar la ventana y simular que no puede abrirla, entonces comprendo- Te dejó bajo llave -ella asiente después de volver a abrir la ventana.

No puedo creer los extremos a los que llega su madre con tal de que ella no salga. Ni siquiera entiendo por qué tanto alboroto por eso. 

-¿Y si entro por la ventana? -señalo hacia su habitación, ella abre los ojos con sorpresa- Solo si tú quieres. -en verdad espero que quiera. Lo piensa un momento mientras yo me muero de nervios, al final me mira tímidamente y asiente despacio. Es tan tierna que me dan ganas de secuestrarla.- Solo iré a dejar la guitarra a casa y vuelvo rápido.

Corro hacia la casa de tía Ingrid con el corazón latiendo a mil, después de tantos días por fin la tendré cerca de nuevo. Subo a mi habitación y de manera cuidadosa dejo mi guitarra en la cama. Estoy emocionado pero no estoy estpúpido como para tratar a mi hermosa guitarra tan descuidadamente. Cuando estoy saliendo de la casa, Alice me llama.

-¿Qué crees que haces Aron? -se le ve molesta.

-Estoy saliendo, ¿no es obvio? -digo con gracia.

-No estoy para bromas, te dije que no hicieras nada estúpido.

-¿Y según tú que cosa estúpida estoy haciendo?

-Meterte con esa chica -no me gusta para nada la manera tan despectiva con la que se refiró a Lizi.

-Esa chica tiene nombre.

-Pues no es algo que me importe, y no debería importarte a ti. Aron, ella no te conviene.

-No la conoces.

-Aron, he vivido aquí toda mi vida. Sé cómo es ella y sé cómo es su madre. No sabes el peligro que corres al seguir viéndola.

-¿Te estás escuchando Alice? Hablas de ellas como si fueran asesinas en serie.

-Aron, solo haz caso y aléjate de ella.

-¿Sabes lo que hago cuando quieren decirme qué hacer con mi vida? -le digo serio.

-Aron, por favor. Es por tu bien.

-Sí, he escuchado eso antes. -digo entre dientes rencoroso- Ya soy grande y sé qué es lo mejor para mí. Así que no vuelvas a decirme que me aleje de ella porque no lo haré.

-¿Por qué te importa tanto? -pregunta enojada- Apenas llevas unas semanas aquí y ni siquiera has estado cerca de ella.

-Nos hemos visto dos veces.

-¡Claro! Ahora todo tiene sentido -habla con sarcasmo- ¿Acaso sabes su condición?

-¿Su condición? 

-Ella no puede hablar.

-Alice -advertí.

-¡Es muda Aron! ¿Qué relación puedes tener con alguien mudo?

-¡Ya basta! -grito más allá de furioso- A mí eso no me importa, no tiene relevancia para lo que siento por ella. Ni siquiera debo darte explicaciones, simplemente déjame en paz, Alice. Y si vuelves a hablar así de ella me olvidaré que somos familia.

-No lo somos -dice quedito pero la escuché perfectamente. Sigo mi camino hacia la casa de Lizi, tratando de calmarme. Recuperando el buen humor. 

Al llegar la veo sentada al borde de la ventana, esperando por mí. Eso es suficiente para hacerme sonreír como un idiota. Me acerco y ella me sonríe.

-Voy a subir ahora -aviso, ella se aparta de la venta y se adentra a su habitación. Escalo hasta llegar a la ventana y entro. La tengo a poco centímetros, centímetros que hago desaparecer con cada paso que doy hasta tenerla muy cerca de mí. Ella me mira con un hermoso brillo en su mirada, y me doy cuenta de que sus ojos están algo hinchados. Preocupado subo mi mano a su rostro para acunarlo y paso mi pulgar por debajo de su ojito.- ¿Has estado llorando? -ella desvía la mirada con vergüenza- ¿Qué ha pasado? -Lizi se aparta de mí para buscar un cuaderno y así poder comunicarse.

"Estaba triste por lo que hizo mi madre. Ella fue la que escribió todo eso aquel día, nos vio viéndonos desde mi ventana y se molestó mucho, luego de escribir todo eso me quitó el celular"

-¿Entonces tú no piensas nada de eso?

"Por supuesto que no. Jamás te utilicé, y no quiero que te alejes"

-No pensaba hacerlo de todos modos -ella me mira aliviada.

"Gracias por la canción. Fue hermosa"

-La grabaré en un CD y te lo daré -prometo- En verdad te extrañé, Lizi.

"También te extrañé"

Escribe con las mejillas sonrojadas, eso me hace sonreír y me hace querer molestrala un poco.

-¿Cuánto me extrañaste? -ella me mira sin saber qué hacer- Porque yo te extrañé demasiado, sentí que me volvía loco. ¿Y tú? ¿Sentiste algo así? -escribe rápidamente y me entrega el cuaderno para cubrirse la cara con sus manos.

"Sentí que me moría"

Mi corazón comienza a palpitar fuertemente, saber que me necesita tanto como yo a ella me hace muy feliz. Pero también me hace más difícil contenerme, por eso me acerco y la rodeo con mis brazos. Ahora que lo pienso, creo que es la primera vez que nos abrazamos. Ella tarda un poco en responder, pero al final rodea mi torso con sus brazos tan delgados, incluso creo que le es difícil rodearme con sus brazos.

-Jamás te voy a dejar Lizi. Ya te lo dije antes, me gustas. Y no pienso perderte por nada del mundo -ella eleva su mirada y de nuevo veo ese brillo en sus ojos que me encanta, mi mirada se desvía a sus labios, gruesos y rosados. Me hacen tragar grueso y tener el deseo de probarlos. Siguiendo mis instintos, inclino mi cabeza hacia abajo para estar a su altura con el fin de sentir sus labios sobre los míos. Lo necesito, muero por hacerlo. Ella respira de manera agitada, no quiero asustarla. Pero toda razón se va al demonio cuando la veo cerrar los ojos. Esa es mi señal, estoy a punto de besarla, cuando una luz de afuera y el sonido de un auto llegando nos sorprende.