Capitulo 10: De cacería

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    Una ligera nevada caía sobre la ciudad. La nieve se amontonaba en pilas sobre las ventanas de los edificios, los parabrisas de los autos y las orillas de las calles. El blanco manto invernal se apoderaba lentamente de la selva de asfalto.

    Las personas caminaban por las calles cubiertas de pies a cabeza. Chamarras, suéteres, bufandas, gorros, guantes y pantalones largos. Más que humanos, parecían muñecos de felpa andantes. No nevaba de forma inusual como para llevar tal tipo de protección, pero el frio del ambiente era suficiente para colorear de rojo los rostros de los neoyorquinos.

    Una espiral de luces de colores apareció a mitad del cielo nocturno. Un enorme y pesado trineo rojo, jalado por seis fuertes y elegantes renos, apareció de su interior, segundos antes de que la luz se desvaneciera. Aquel objeto surcó la ciudad desde arriba, sin ser visto por nadie, en dirección al congelado Central Park.

    La chica titiritaba de frío de forma casi imperceptible a bordo del trineo. Aun así, asomaba la cabeza desde uno de los costados de vehículo, disfrutando de la hermosa vista que ofrecía la ciudad. Le parecía que la "Gran Manzana" se veía particularmente majestuosa cubierta de nieve.

    Su pelo revoloteaba salvajemente de un lado a otro, danzando frente a Conejo, quien permanecía sentado detrás de ella. Trataba de no perder la calma y olvidar que volaba a casi 20 metros sobre el suelo. Eso no era una tarea fácil, y mucho menos si los cabellos de tu acompañante golpean tu rostro, provocándote cosquillas constantemente en la nariz.

Conserva la calma, ya vamos a llegar, ya vamos a llegar, se repetía a si mismo.

    La nariz y mejillas de Lilly estaban coloreadas con tonalidades de rojo y rosa, lo que le daba un aspecto un tanto cómico. Jack hubiese querido burlarse de ella y hacerla enojar para jugar un rato, pero permaneció sentado en su lugar, al otro lado del trineo.

    El chico estaba consciente de que cada rose de piel significaba que la joven perdería calor. Y lo que menos necesitaban ahora era que ella pescara un resfriado. La necesitaban para acabar con las brujas. Así que se ahorró sus burlas, sentado, con su cayado entre las manos.

    Norte le ordenó a los renos que descendieran cuando divisó el Central Park frente a ellos. Era el mejor sitio de la zona para bajar sin llamar la atención, ya que la cuidad no estaba precisamente "dormida" y aun había algunos niños paseando por las calles.

    Los animales obedecieron y jalaron el trineo de vuelta al suelo, dejándose caer en picada. Cuando sus pesuñas golpearon el helado suelo, disminuyeron la velocidad. Las aspas del vehículo resbalaron delicadamente unos cuantos metros sobre la nieve hasta detenerse por completo.

    El pooka fue el primero en brincar fuera de ahí, ansioso por bajarse del trineo. La chica lo siguió, descendiendo del vehículo de un salto. Hada batió sus alas en el aire para elevarse un par de metro sobre sus compañeros, fijando la vista en el horizonte e inspeccionando la zona. Sandman la imitó.

    Norte aseguró las correas de los renos al trineo para evitar que se movieran mientras ellos estaban buscando a las brujas. No quería tener que buscarlos por toda Nueva York más tarde. Una vez atadas, el guardián desfundó sus espadas, sosteniendo una en cada mano, y bajó con sus compañeros.

     El chico se puso de pie y pidió ayuda el viento para bajar al suelo. Flotó en el aire algunos centímetros, antes de dejarse caer sobre la suave nieve que cubría el Central Park, entre Lilly y Conejo. Observó cómo sus esbeltos pies se hundían bajo aquel manto, desapareciendo parcialmente de su vista.

   Tooth y Meme tenían una muy buena vista aérea desde su posición. Podían observar una gran porción del parque, vestido de blanco casi en su totalidad. Pequeños copos de nieve caían lentamente desde las nubes, siendo arrastrados por el aire para finalmente terminar su recorrido sobre la copa de algún árbol o formando montones en el suelo. Mas no había rastros aparentes de las brujas.

Rise of the Guardians: The Key of HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora