Rise of the Guardians: The Key of Heart

Capitulo 16: Patinaje sobre hielo

          Nota importante: Hola chicas. Sere breve: solo queria avisarles que en este capitulo se hablan de tres personajes que, si bien, de momento no son muy importantes en la novela, lo serán si llego a subir el tercer "libro": Anthony, Muerte y Vida. No los olviden para que no se pierdan mas adelante :D Ahora si, que disfruten el capitulo.

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    Jack observaba detenidamente entre las ramas de los pinos, tratando de encontrar a la traviesa chica que había perdido de vista hacia apenas unos segundos. Se preguntaba cómo era posible que fuera tan rápida para hacer bromas y no para buscar brujas.

– ¡Sal de donde estés! – la llamó. – Lilly, no tenemos mucho tiempo.

    Dio un par de pasos hacia adelante. Con el rabillo del ojo, alcanzó a ver un movimiento a lo lejos, a la altura del suelo. Imaginando que sería la chica, se apresuró a acercarse al lugar que sus ojos le indicaban. Mas descubrió que, en realidad, ese movimiento que veía eran las pequeñas olas que se formaban en las tranquilas aguas de un pequeño lago, resistiéndose a quedar congeladas por el frío.

    No le dio mucha importancia y continuó sus andanzas. Caminó cautelosamente entre los pinos, escrutando cada rincón a su alrededor. Escuchó el crujir de una rama. Aparentemente, el ruido provenía desde algún punto por arriba de su cabeza. Jack quiso voltear a ver, pero algo lo golpeó por la espalda, haciéndolo caer de bruces.

    Algo pesado había caído sobre él, aplastándolo contra la nieve. Estaba casi seguro de qué era. Una serie de risitas sobre su nuca se lo confirmó.

– Te atrapé – canturreó una voz detrás de su oreja.

– ¿No crees que deberías tomarte esto con más seriedad? – preguntó el chico entrecortadamente por la falta de oxígeno. – Las brujas podrían aparecer en cualquier momento.

– Jack, seamos sinceros: las brujas no aparecerán hasta la noche – comentó. – En lo que realmente tenemos que concentrarnos es en encontrar su escondite.

    El chico inhaló fuertemente, tratando de llenar sus pulmones de aire. El cuerpo de la chica presionaba justo sobre su caja torácica.

– No respiro – se quejó en un susurro. – Bájate de mí – suplicó.

– No – dijo la chica divertida.

– Bien – Jack movió sus brazos hacia atrás, buscando el abdomen de la chica.

    Pudo sentir sus costillas con la yema de los dedos. Presionó suavemente sobre ellas, moviendo las manos frenéticamente de un lado a otro para hacerle cosquillas. Lilly empezó a removerse de un lado a otro.

– ¡Para! ¡Para ya! – decía entre risitas. – ¡No, Jack! Por favor, detente.

– No hasta que te me quites de encima.

– ¡Jamás! – musitó la chica.

– Como quieras – el chico presionó con más fuerza sobre las costillas de su compañera.

    La chica se giró sobre uno de sus lados, cayendo a la nieve sobre el flanco derecho del guardián. Jack inhaló hondo, sintiendo esa agradable sensación de poder volver a inflar sus pulmones. Pero entonces, un par de rápidos brazos lo rodearon por la cintura, resacando sus costillas tal y como él había hecho con Lilly.

– Yo también puedo jugar a eso – canturreó la voz de la chica, mientras hacía que Jack se retorciera en su lugar.

– ¡Eso no es justo! – exclamó el guardián entre risas.