Aja terminé de escribir esto a las 11:52 tecnicamente cumplí con mi promesa (rie nerviosamente), eso me recuerda a los viejos tiempos. CHICOS SI QUIEREN DEJARME PREGUNTAS SOBRE LO QUE SEA DE LUHDA, O SOBRE ESCRIBIR O SOBRE LO QUE QUIERAN EN LOS COMENTARIOS PORQUE QUIERO HACER UN VIDEO RESPONDIENDO A SUS PREGUNTAS Y SUBIRLO CON EL SIGUIENTE CAPITULO DE LUHDA4. Bueno es todo espero les guste el capitulo.
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Levanté mi espada y me lancé contra el perro de la derecha. Dirigí mi espada hacia su cabeza sin detenerme a pensar que estaba hecha de piedra, mi espada tembló al impactarse con la cabeza del perro pero este no sufrió ningún daño, el perro cargó contra mí y me golpeó en el estómago. Caí sobre mi trasero, rodé y me volví a levantar.
—Parece que necesitas ayuda—Casio habló detrás de mí.
Rodé los ojos, me di la vuelta un momento para ver si los chicos ya habían sido liberados, lo único que pude fue a Connor lidiando con un separados para intentar soltarse cuando los dos perros se lanzaron sobre mí. Uno a mis piernas y el otro a mi cara. Tomé el hocico del perro para evitar que me arrancara el rostro de un mordisco, el segundo perro alcanzó a moverme en la pantorrilla antes de que Annabeth se lanzara sobre él.
Aún sosteniendo el hocico del perro me removí debajo de él hasta que logré empujarlo.
—¡MUERE!—sin querer había lanzado el perro contra el entrenador Hedge, así que esté sacó su bate y con toda su fuerza y furia de sátiro le dio en la mandíbula partiéndola a la mitad.
En el provisto de Hedge no necesitaba mi ayuda me dirigía a ayudar a Annabeth, se encontraba esquivando al perro de un lado a otro. Corrí hacia el perro (ignorando el dolor en mi pierna izquierda) y lo derribé, me levanté de un salto y me posicioné a un lado de Annabeth.
—Están hechos de piedra—dijo la chica.
Le dirigí una mirada irritada—Oh, enserio, me has iluminado no tenía ni idea—dije sarcásticamente mientras pateaba al perro lejos de nosotras—enserio hija de Atenea...—deje la frase en el aire.
Annabeth puso los ojos en blanco—Bueno no podemos romperlos—estaba a punto de responderle sarcásticamente otra vez pero siguió rápidamente—creo que debemos sacarlos de aquí y tirarlos sobre la borda.
Las dos empujamos al perro lejos de nosotras—Buena idea. Entrenador...—me di la vuelta para descubrir al sátiro golpeando con la cabeza a donde antes estaba la cabeza del perro y ahora solo había un pedazo de roca irreconocible, ok debía de darle algo de crédito a la cabra; por el momento era nuestra arma más letal algo que nunca creí que ocurriría—necesitamos su ayuda. Tenemos que sacarlos de aquí.
—Claro no podrían hacerlo sin mi—dijo el sátiro y dio otro cabezazo a la estatua haciendo que se agrietara—¡muere!—gritó y la golpeó con su bate, no sé de que estará hecho su bate, porque logró partir a la estatua en dos.
En ese momento Connor logró soltarse—¡Soy libre...ouch!—las otras dos estatuas se habían desprendido de la pared y una atacó al chico.
Saqué una flecha y la disparé al perro, se quedo clavada en su espalda, el perro me miró y gruñó, no tuvo oportunidad de atacarme ya que el entrenador Hedge le dio en el trasero con su bate.
—Vamos perro sarnoso—el entrenador le dio otra vez con su bate y salió corriendo de la habitación golpeando todo y seguido por las dos recientemente-traídas-a-la-vida estatuas.
—Yo voy con él, Piper.
—Te sigo—dijo la chica desenfundando su daga.
Annabeth recogió un pedazo de piedra que había quedado de la estatua que el entraron destrozó—Aquí perrito—dijo con voz cantarina y golpeó al perro con la ropa, acto seguido salió corriendo de la habitación junto a Piper.
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La última hija de Artemisa- Fuera de control.
Fanfic(Cuarta parte de las series de LUHDA)Mientras los semidioses de la profecía preparan el Argo II, y buscan el campamento romano (y a Percy). Elizabeth ha estado siendo atormentada con pesadillas y voces que salen de la nada. Sabe que es peligroso que...