Cap. 32º: "William."

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Minutos después, me encontraba llenando una serie de papeles y formularios en la parte trasera de la heladería, la cual tenía el nombre de "Delicia do Brasil".

—¿Seguro que ya consultaste esto con tu madre? —pregunté insegura antes de poner mi firma en el contrato.

–Claro, acabo de colgar con ella –dijo volviéndome a ofrecer la pluma que tenía en la mano.

<<Bueno, aquí voy>>

Y asintiendo para mí misma, tomé la pluma que me ofrecía y marqué con mi firma la delgada línea de la parte inferior del papel.

—¡Bienvenida a la familia! —dijo Thiago al tiempo que se ponía de pie y me envolvía en un abrazo.

—Eh... gracias —mascullé un tanto apenada.

—Bueno, ahora te voy a presentar a todos y te enseñaré el lugar —me dijo con un guiño.

La verdad es que era consiente de que había obtenido un empleo más rápido de tal vez lo humanamente posible, sin embargo, no podía desaprovechar una oportunidad así. A lo mejor haberle agradado al hijo de la dueña, tenía sus beneficios. Al menos ya lo estaba comenzando a asimilar.

—Ella es Marina —dijo presentándome a la chica de cabello negro y piel moka— Marina, ella es Kate, nuestra nueva mesera.

—Oi —me dijo con una enorme sonrisa.

—¿Oi? 

—Discúlpala, le gusta presumir que habla portugués —Thiago rodó los ojos.

—Ya aprenderás —rió Marina— pronto te olvidarás hasta de hablar inglés.

Su acento era realmente encantador, y la seguridad que tenia al moverse a toda velocidad por todo el restaurante me hizo sentir un tanto insegura y no muy competente, después de todo, el último empleo que había tenido no requería moverse demasiado que digamos.

—Estoy seguro de que se van a llevar bien —dijo Thiago, quien estaba secando una copa de helado con un trapo.

—Yo también lo creo —sonreí un poco— Eh... ¿Entonces todos aquí son de tu país?

—No, claro que no —rio— solo Marina y yo, y mi mamá, por supuesto.

Sin poder evitarlo desvié la mirada hacia los demás empleados.

—Te explico rápido —me tomó por sorpresa al colocar su brazo alrededor de mi hombro— El chico de allá que está atendiendo esa mesa es William. De este lado —dijo señalando hacia el interior de la cocina— están Maggie, la cocinera y Ronja su asistente. En la caja siempre estamos William, Marina y yo, y la encargada de los trastes es Penny.

—Wow, son muchos nombres por asimilar —esbocé una sonrisa incómoda.

—Y espera a tener que recitar de memoria el platillo del día y las especialidades.

Debí de haberme quedado con cara de poker, porque al instante Thiago soltó una carcajada.

—No te preocupes, ya irás aprendiendo —apretó mi hombro— además no vas a empezar hoy ni nada.

Vaya, había dado por sentado que sí.

—¿Entonces cuándo?

—Mañana, si quieres —se encogió de hombros.

—Por mí está bien —me aparté de él un poco, digamos que no era una persona mucho de abrazar o en pocas palabras de tocar a la gente— No quiero estar encerrada en casa más tiempo del necesario.

—Entiendo —dijo Thiago— Si quieres puedes quedarte el resto de la jornada a observar cómo se hacen las cosas.

—No, está bien —le aseguré— quiero empezar a molestar con mi poca experiencia desde mañana, no hoy.

Thiago estaba a punto de decir algo, cuando de pronto, el chico que me había dicho que respondía al nombre de William se acercó a nosotros.

El chico medía aproximadamente metro 80. Su cabello rubio y lacio le llegaba por arriba de los hombros y sus ojos azules como el hielo miraban casi de forma desinteresada todo lo que le pasaba por delante de las narices.

Me encogí un poco en mí misma sin poder evitarlo.

—¿Quién es ella? —dijo al tiempo que me estudiaba con la mirada.

<<¿Y a este tipo qué le pasa?>>

—Ella es Kate Hastings, nuestra nueva mesera —dijo Thiago con una sonrisa.

—Mucho gusto. Tú eres William ¿No? —dije tratando de eliminar ese denso ambiente que se había creado repentinamente detrás de la barra.

—Que lista —dijo William con una sonrisa despectiva, que se me antojó para borrársela a golpes de la cara— ¿Lo leíste en mi gafete?

—Oye, no tienes por qué ser un cabrón —salió Thiago en mi defensa.

—Como sea —rio William, como si con ese gesto le restase importancia al asunto— Un gusto, Kiara.

—Soy Kate —bufé al tiempo que el muy cretino se daba la vuelta.

—Y ese fue el agradable de mi novio.

—¿Novio? —no pude evitar que la palabra saliera de mis labios con incredulidad.

—Sí... llevamos saliendo 6 meses ya.

—¿Cómo has podido aguantar todo este tiempo? —lo miré sorprendida.

—Es buen tipo —sonrió mientras desviaba su mirada hacia él— solo que no le da la oportunidad a la gente de que conozca ese lado suyo.

Sin poder evitarlo, mis pensamientos volaron hacia Alexander. Aquel día de la azotea me había dejado en claro que podía ser un chico normal y sencillo debajo de su fachada de estrellita rock ¿Qué necesidad tenían los hombres de hacer eso?

—En fin, no tienes que preocuparte por él —me aseguró Thiago.

Instantáneamente dirigí mi mirada hacia William, quien seguía observándome con el ceño fruncido. Honestamente lo dudaba mucho. 

***

¡Hola! Lo siento, capítulo corto, pero espero que les guste mucho :)

Ya saben que me gusta hacer preguntas, así que la de hoy es... ¿Qué están estudiando? 

Besos,

Andrea. 

Good Girls love Bad BoysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora