Capítulo 12

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La situación no me gustaba un pelo pero ¿Qué hacer? Digo, ¿Qué posibilidad hay de salir viva de esta mierda en la que me he metido? Si digo la verdad, que me han traído aquí a la fuerza, me daría muerte Azael, sin embargo si me equivoco al mentir, si titubeo, la muerte me la dará el consejo de mayores. Estoy en una encrucijada.

Asentí y sonreí al hombre como queriendo decirle que estaría a gusto con el trato que me dieran. Tampoco puedo exigir demasiado, no estoy en posición para ello. Entre todos los que estábamos aquí yo era la humana, yo era la mortal, la débil.

- Y dinos humana, ¿Cómo conseguiste conquistar tan fácilmente a un demonio? Además, no estamos hablando de un demonio cualquiera, es Azael. ¡Azael! ¿Qué mal pecado hiciste para caer en sus garras, mujer? -

- La humana tiene nombre Belmonth. Se llama Rachel y es nuestra invitada así que por favor, tratarla con el debido respeto que merece. Lo último que queremos es asustarla – irónico a más no poder, su cara aparentaba todo lo contrario. Estaba segura que quería infundirme más terror del que ya llevaba encima.

- No se preocupe, a mi no me molesta – intenté que mi voz sonara firme y serena, pero creo que mi nerviosismo destacó más.

- Sin duda Azael, una niña adorable. Todo...pureza -

- Lo se, Thase. Fue lo primero que me atrajo de ella. En un principio es tímida y callada pero después puede llegar a ser mordaz – Azael comenzó a reírse, siguiéndole las risas de Kilith y los del consejo. Me sentía como un conejo en una jaula.

La cena a partir de ese momento transcurrió normal. Azael, Kilith y los del consejo hablaban de temas que no entendía demasiado, quizás economía del estado por lo que pude oír de aranceles. También puede que estuvieran hablando de temas de política por que comentaban de manera muy fluida temas como las fronteras que delimitaban cada estado. Yo, mientras tanto, conversaba de manera animada con Zemunin, que resultó ser normal. Alagó mis ojos, que según ella eran de un azul muy bonito y vivo, aconsejándome como podría hacerlos destacar más con el maquillaje y hacer que el azul se viera más penetrante.

- ¿Sabes? Creo que el consejo elegirá a Azael para ser el nuevo monarca de Olethros. Seamos sinceras, yo no soy virgen y Kilith, aunque aparenta ser un hombre cultivado en artes bélicas, no tiene ni idea de lo que es una verdadera batalla. Azael lleva todas las de ganar, pero no es nada que no supiera ya -

- Entonces, si lo sabias ¿Por qué aceptaste? Digo, es una pérdida de tiempo. Ahora mismo podrías estar haciendo otras cosas en vez de estar aquí pasando el rato, ¿no? -

- Si, pudiera ser. Pero no podía dejar al tonto de Kilith solo. Aunque parezca lo contrario, los demonios también tenemos la capacidad de amar, quizás no el concepto de amor que podáis tener los humanos, pero también sentimos algo. Pues ese algo es lo que me ha hecho estar aquí hoy. Pero no se lo digas a nadie. Es un secreto entre amigas – Zemunin me guiñó un ojo y sonriéndome tomó un poco del contenido de la copa.

Osea que, de lo poco que me conocía ya me consideraba amiga, es cierto que las apariencias engañan, y de que manera. Noté como el rostro de Zemunin se tensaba y retiró su mirada de mi, pero no tardé en notar más de una mirada en mi nuca. Me vi obligada a girarme y encontrarme con las miradas del consejo, de Kilith y la de Azael que me abrasaba con la mirada.

- Rachel, tengo curiosidad, ¿Qué es lo que hizo que te enamorarás de Azael? Es decir, no le temes, por que sino no estarías aquí junto a él.

- Lo cierto es que, al principio, le temía. Era tan imponente. Es un hombre de carácter difícil y serio, muy enfadadizo, además de que su sola presencia le helaría la sangre a cualquiera. Su cuerpo es grande, digno de un guerrero – los miembros del consejo me miraban extrañados, me imagino que es por que hasta ahora no he dicho nada bueno de Azael, tendría que echarle muchísima imaginación a esto. - Pero también es verdad que, cuando lo conoces, es un ser cálido, amable y hasta bondadoso, que es capaz de hacer con pocos actos feliz a una persona. Sabe medir sus acciones para no herirte. Sabe que decirte para hacerte sentir mejor...sabe llenar cada hueco de mi corazón -

You're my demonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora