My Best Mistake Part II:Forever

...Sixteen...

"Bárbara Collins"

Melanie's POV

En estos momentos, los chicos estaban más felices que nunca. ¡Habían robado en uno de los bancos más importantes de Canadá!

Estábamos ya todos en Los Ángeles. Han pasado dos días y en la televisión no paraban de salir noticias sobre el atraco. Menos mal que Avan desconectó las cámaras de seguridad.

Estábamos todos en mi casa, y la de Justin, celebrando. Me sentía un poco culpable. He echo muchísimas cosas ilegales, pero robar un banco nunca. No me gusta pensar en que hemos dejado a muchísima gente sin dinero. Kendall estaba de lo más normal. No la entendía.

Me estoy ablandando y eso no me gusta. No de nuevo. Necesito hacer algo que me enseñe de nuevo que no soy la niña pequeña de antes.

—Muñeca, ¿estás bien? —Me miró Justin sonriendo.

Me quedé mirándolo por unos segundos y sonreí. Era el hombre más atractivo del mundo.

—Sí, solo pensaba en mis cosas. —Le quité importancia.

Él me miró un poco confundido y me besó la cabeza.

—Sabes que puedes contarme lo que sea. —Me anunció.

—Lo sé. —Le besé el cuello.

Sonrió y siguió hablando con los demás.

De repente llaman a la puerta. Todos se quedaron en silencio. No estábamos esperando a nadie en especial.

—Voy yo. —Me levanté.

Fui hacia la entrada y abrí la puerta. Me quedé en shock. No podía hablar. No podía moverme. Mi cuerpo no reaccionaba.

—Hey. —Sonrió él.

Dios. A Justin no le va a gustar nada esto.

—¿Que haces aquí? —Le pregunté sorprendida.

—Bueno, vine con Carol y Tyler. Decidieron volver y quise venir a verte. Espero que no te importe. —Sonrió de lado.

No sabia que decir.

—¿Muñeca? ¿Quién es? — Apareció Justin detrás de mi.

Éste al verlo, se quedó como yo al principio. Solo que él estaba furioso. Tenía las venas del cuello marcadas y los puños cerrados fuertemente. Respiraba pesadamente.

—¿Tu qué coño haces aquí? —Me echó hacia atrás y se puso delante de mi.

Esto no me gusta nada.

—Yo... Solo venía a ver a Melanie y a pedirte disculpas, Bieber. —Le miró serio.

—¿Te digo donde puedes meterte las disculpas? —Arqueó Justin una ceja.

—Se que no hemos empezado con buen pie, así que quiero que nos llevemos bien. Melanie te ama y siempre te amará. Te a elegido a ti y respeto eso. Ya no puedo hacer nada contra eso. —Se cruzó de brazos.

Justin sonrió victorioso.

Esto no puede estar pasando. Por Dios que alguien me saque de aquí. A ver, que dos chicos malditamente guapos se peleen por ti es increíble pero no esta bien.

Justin no sabía qué decir. Solo le miraba y se pasaba la mano por el pelo.

—A ver Harris, no necesito que me digas que Melanie me ama. Eso lo sé. Y tus estúpidas disculpas te las guardas. ¿Quién en su sano juicio perdona a una persona que ocultó a otra persona por tres años y encima saliendo con ella? No me creo ninguna de tu maldito perdón así que puedes irte por donde has venido. —Dijo y cerró la puerta.