My Best Mistake Part II:Forever

...Thirteen...

"Petrovick ha vuelto"

Melanie's POV

- ¿Dónde se encuentra Mark Collins? - Fuimos hacia el mostrador del hospital.

- Planta 5 habitación 156. - Nos miró el hombre.

Justin me tomó de la mano y subimos con el ascensor. En la sala de estar estaban Lana y los chicos.

- ¿Qué ha pasado? - Les pregunté.

Lana estaba llorando.

- Mark había ido a comprar y según la policia un coche empezó a dispararle, ya que había agujeros de balas por todo el coche, y pues chocó con un árbol. - Nos dijo Lana.

- Dios. - Me tapé la boca llorando.

- ¿Se va a despertar? -Preguntó Justin abrazándome.

- No se sabe aún. Está en coma. - Tragó saliva Kayla.

- Esto no puede estar pasando. - Lloraba desconsoladamente.

Justin me besó la cabeza.

~

Después de unas horas, todos se habían ido menos Lana, Justin y yo. Estábamos esperando respuestas. Mi hermano no por Dios.

Justin había comprado unos cafés para los tres, eran las 9:47 P.M. y el médico no nos había dado ni una respuesta.

- Lana, ¿te llevo a casa? Tienes que estar agotada. - La miró Justin.

- Prefiero quedarme aquí.

- No es bueno ni para ti y mucho menos para el bebé. Es mejor que Justin te lleve a casa. - La abracé de lado.

- Está bien. Gracias. - Sonrió tristemente.

- Vuelvo rápido, ¿si? - Se acercó Justin a mi.

Yo asentí. Me dio un pico en los labios y se fueron. Me senté de nuevo en la silla de la sala. Saqué mi móvil y vi que tenía un mensaje nuevo.

Di al mensaje y lo leí.

Dios. Lo sabía. Maldito hijo de puta, esta me la van a pagar.

Me tranquilice para no gritar de la furia y guardé el móvil. De repente miro la puerta y entra Jerry.

¿Nunca puedo estar tranquila?

- Mel, ¿cómo está Mark? - Se acercó a mi.

Justin's POV

- Cuidarla. - Señalé a las chicas.

Ellas sonrieron y salí de la casa. Subí al coche y lo puse en marcha. Mientras conducía, empezó a sonar el móvil. Lo puse en manos libres.

- ¿Si? -

- Justin soy Dereck. Kayla me a contado todo. ¿Como está Mark? -

- A tenido un accidente o eso es lo que parece. Ve a casa. Los chicos pueden contarte. -

- Está bien. Adiós. - Colgó.

Llegué al aparcamiento del hospital y estacioné el coche. Salí y fui dentro. Subí con el ascensor y cuando salí me encontré con quien menos necesitamos hablar ahora mismo. Caminé hacia ellos y Mel en cuanto me vio soltó un suspiro de alivio y me abrazó.