Conociendote.

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-¿Media hora más? - pregunté cansada - no aguantaré más.

- Deja de chillar princesa - dijo riendo Alan - se hará corto el camino ya verás.

Y la verdad fue así, el viaje en auto se nos hizo corto, con sólo ver una parte de esta ciudad ya la amaba; de un momento a otro ya nos encontrabamos en la puerta de la antigua casa de Alan.

Su casa era hermosa, con un gran jardín de entrada, su casa es solo de una planta pero parece enorme.

Alan toca la puerta de madera vieja, pero con estilo, estaba nerviosa por sólo pensar como reaccionará ante mi llegada.
Alan pareció notar mis nervios y tomó mi mano, entrelazando nuestros dedos.
A los segundos se sintieron pasos del otro lado de la puerta, cada segundo parecía una eternidad al querer conocerla, cuando la puerta al fin se abrió, dejó a la vista una bella mujer.

-¡Alan! - dijo emocionada y su voz se oía dulce - te extrañé.

Su madre le dio un cálido abrazo, Alan de inmediato le devolvió el gesto palmeando su espalda.

Me sentía incómoda, pero enamorada al ver la escena de madre e hijo.

Quisiera tener una escena así con mi padre.

- ¡Tú debes ser Alicia! - dijo con entusiasmo y una gran sonrisa- soy Elizabeth.

- Un gusto en conocerla señora Elizabeth - dije educadamente, pero con los nervios de punta.

- No me digas señora - dijo sin parar de sonreír, se la notaba muy feliz - dime Eli

- Esta bien Eli - me agradaba - Me encanta este lugar.

- Si es hermoso - dijo mirando su alrededor - vengan, pasen.

La antigua casa de Alan era hermosa, por dentro y por fuera.

- Ya vuelvo - dijo Alan agarrando mis maletas - llevaré esto a mi cuarto.

Lo quería acompañar y conocer con él la casa, pero Elizabeth agarró mi brazo dirigiéndome a otra sala; la cuál era el comedor.

- Me alegra mucho que Alan por fin traiga una chica a casa - me dijo seguido por un largo suspiro.

¡Esperen!

-¿La primera? - pregunté sin querer.

- Si, si, debes saber como es Alan - se aclaró la garganta - es un chico muy duro.

- Si lo se, desde hace cuatro años - dije mirando fotografías de Alan, las cuáles adornaban una pared.

-¿Hace cuatro años que están de novios? - preguntó sorprendida, y oculte una risa.

- No, no ya sabe por que somos her....

- Alicia es hija de Lisa - me interrumpió Alan.

No sabía exactamente que decir en este momento, notoriamente Alan no le ha contado a su madre nuestra historia.

- ¿Como? ¿Qué? - preguntó estupefacta y medio sonriendo.

- Como lo escuchas - comentó Alan de lo más obvio y rodó sus ojos- me enamoré de mi hermanastra. ¿no es obvio?

¿Qué bicho le picó?

Me había ruborizado, sentía como mis mejillas ardían, no sabía como reaccionar o que decir.

Alan aveces era un chico arrogante, y precisamente en este momento lo estaba siendo.

- Eli, lo que quiere decir Alan es que fue cosa del destino - comenté y fulminé con la mirada a Alan - de un día para otro nuestras peleas se convirtieron en amor.

No me EnamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora