Sorpresa.

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Abrí mis ojos de repente al recordar lo que sucedió.
Miré a mi alrededor y conocía perfectamente este lugar.

cuanto lo odio.

Llevé mis manos a mi vientre y lágrimas empezaron a caer, ya no lo siento en mi.

- Cariño - mi madre tomó mi mano - no llores, estarás bien.

- ¿Lo perdí verdad? - pregunté dolida.

La miré a los ojos, sabía que había sucedido.

- Cariño los médicos no pudieron hacer nada .

¡Me odio!

No podía estar pasando esto, ya no me sentía mal, dejé de venir al doctor.

-Es mi culpa - dije en sollozos.

Mi madre me miraba con lástima, sus ojos se llenaron de lágrimas, mientras que yo sólo sentía como mis mejillas se mojaban cada vez más.

- Alis - escuché la quebrada voz de Alan - ¿Por qué no lo dijiste?

Lo miraba caminar lentamente hacia mi, sus ojos estaban rojo demostrando que había llorado demasiado, al llegar a mi lado tomó mi mano acariciandola.

- Perdón - lloraba aún más - es mi culpa.

- No nena, no lo es - Alan se acomodó a mi lado, atrayendome más a él. - no vuelvas a decir eso, no es tu culpa.

- Cuando lo supe, tuve que haber venido al doctor - dije llorando en el pecho de Alan.

-Shh, no es tu culpa Alis - dijo Alan dulcemente - sabíamos que pasaría.

Sollozos salían, lágrimas no dejaban de cesar, mi corazón dolía.

Había perdido a un bebé.

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- Ella aún no lo sabe Alan -escuchaba el susurro de mi madre, cuando se suponía que yo dormía - será mejor que le digas.

- Es una sorpresa Lisa - sentía como ambos mantenían una conversación, sin querer que yo escuchara. - Quiero que esté bien cuando le diga.

-¿Decirme qué? - pregunté una vez que abrí mis ojos y observe a mi madre junto a Alan, al final de mi camilla.

- Luego te lo diré mi princesa - Alan se acercó a mi lado y beso mi frente -¿como te encuentras?

-¿cómo estaré? Alan quería a ese bebé - me senté en la cama y miré mis manos - sólo tenía dos semanas de vida, pero había llenado mi corazón junto contigo y Perdóname Alan, quería decirte pero quería estar segura - mis ojos se llenaron de lágrimas y miré fijamente a Alan, quien tenía lágrimas a punto de salir - Es mi culpa y lo se, tuve que haber echo algo y.......

No pude seguir hablando cuando Alan me abrazo y me rompí en un doloroso llanto.

- También es mi culpa - su voz se oía dolorosa - tuve que haber estado aquí para ti.

- Siempre estuviste a mi lado. - dije mientras nos abrazabamos.

- Saldremos adelante mi princesa.

#

Cuando salí del hospital me dieron citas con un psicólogo para poder avanzar, sin el dolor de perder a un bebé quien fue formado con amor.

Había terminado mi primer año universitario, lo que significaba que tenía más tiempo de pensar en todo lo que me rodea.

No quise seguir con las quimioterapia, sabía que algún día, en algún año moriría y no quería perder tiempo estando en un hospital.

Alan debía volver a su Universidad, pero se quedó a mi lado estos días y me dijo que cuando sea el mejor momento, me dará una sorpresa.

No me EnamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora