¿Día especial?

75 8 17
                                    

El día más genial de mis días, el cual soñé desde niña, el que imaginé todos los detalles y lo más importante, el hombre que amo será mío.

Ese día es hoy!

Mi semblante es distinto, mi felicidad se refleja través del espejo, toco mi hermoso vestido blanco y le doy el último retoque a mi maquillaje.

Ya ha pasado tres meses desde que Alan me pidió matrimonio, tuvimos que hacer las cosas rápido ya que queríamos algo grande, estoy ansiosa al vivir este día especial.

La música de entrada a la Iglesia empieza a sonar, mis piernas tiemblan y mis manos sudán.

- Es hora preciosa - me dijo Estefan quien tomó mi brazo para avanzar.

Mis piernas se movieron en un ritmo lento, al compas de la música. Las personas que se encontraban aquí, acompañando en este momento tan importante para nosotros, reflejaban felicidad.

Mis nervios aumentaban cada ves más, miraba mis pasos cortos sin poder levantar la vista.

Hasta que lo hice.

Logre ver al hombre que tanto me enamoró, estaba de traje, tan perfecto como siempre. Movía sus manos nervioso, tan igual que yo.

Cuando llegue a su lado tomó de inmediato mi mano, sintiéndose necesitada por él.

- Cuidala hijo - dijo Estefan dejándome a las manos de Alan, para marcharse.

Luego de dictar nuestros votos y decir acepto, era hora del beso como marido y mujer. Alan tomó mi rostro entre sus manos y me beso lento, disfrutando cada detalle.
Mi estómago estalló de felicidad, soy la mujer más afortunada por tenerlo a mi lado.

Nuestros amigos y familiares, empezaron a celebrar. Luego llegaron a nuestro lado para felicitarnos.

Al llegar al lugar donde celebraríamos la fiesta, todo era más que perfecto, había tanta gente que casi llegué a pensar que no era nuestro lugar.

Al principio ambos estábamos nerviosos, pero luego nos acostumbramos de tener todas las miradas en nosotros.
La cena fue una parte increíble, al mirar a cada persona que asistió, me sentía super afortunada de tenerlos en nuestras vidas.

- Es hora del vals - dijo Abby para dirigirnos al centro de la pista.

Alan tomo mi mano y con la otra agarró mi cintura, luego me beso suave y lleno de deseo.
Cuando bailamos el vals como marido y mujer, ambos éramos el uno para el otro. Nuestros cuerpos, manos y labios, encajaban tan perfectamente, que pareciera pura magia.

- Te amo Alis - Alan me susurró al oído - me vuelves loco.

Solté una pequeña risita, esto era un sueño, nunca pensé que algo tan bueno podría pasarme a mi.

- Te amo mi loquito - dije luego de dejar un pequeño beso, en la comisura de sus labios.

Luego del vals, todos se unieron en la pista, ambos no podíamos creer lo que estábamos viviendo.

Es mágico!

Narra Alan..

- Es mi turno - mi madre me separó de Alis - luego te lo devuelvo.

Alicia sólo sonrío y mi amigo Esteban de inmediato la tomo, para bailar.

- Estoy tan orgullosa de ti - dijo mi madre y sus ojos se cristalizaron - tú padre también lo estaría.

- Gracias mamá - le dije y le demostre una gran sonrisa.

Al instante recordé la pregunta que tanto me hice, era hora de la verdad, aunque no era el mejor momento.

No me EnamoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora