Ya había pasado un mes desde la última vez que vi a Alan, desde que me prometió darme el tiempo necesario para pensar.
Alan no volvió de la Universidad estos fin de semanas, pero su cumpleaños es mañana y dijo que vendría a celebrarlo aquí; mi madre no saca el tema de mi relación con Alan y es mejor por que no creo poder contarle como sucedió todo esto.
Este mes vinieron Laura y Ema a visitarnos, Margareth está cada vez más cerca de tener a su bebé.
-¿Qué les parece? - Ema me sacó de mis pensamientos.
- Es hermoso - dije al ver el vestido que se había probado Ema - debes llevarlo.
- Les dije que aquí encontraríamos los vestidos perfectos - dijo Margareth con superioridad.
- Este es para ti - me dijo Abby, mostrandome un vestido rojo - ve, pruébatelo.
Miré atentamente el vestido, era largo y liso, con un escote definido y con la mayor parte de la espalda descubierta.
- Esta bien - dije, tomé el vestido y me dirigí a los vestidores - pero no se verá bien en mi.
- Sólo pruebatelo - gritaron las cuatro.
Cuando terminé de ponerme el vestido, salí del vestidor para mostrarle a las chicas.
Una vez fuera, todas quedaron impresionadas, incluyendome, al verme frente a el espejo.
La tela se ajustaba a mi cuerpo, dejando notar cada curba, el escote era sencillo pero hermoso y mi espalda lucía perfecta al descubierto.- Owww - dijo Laura - lo llevaremos.
- Eso creo - dije aún viéndome.
- Seguro Alan queda encantado cuando te vea - dijo Margareth con una sonrisa de malicia.
- No se como me convencieron de asistir - dije recordando lo locas que son mis amigas.
No iba a asistir a la "gran fiesta de cumpleaños de Alan" pero no podía faltar, toda mi familia asistiría y yo como su "hermanastra" tenía que estar.
#
- ¡Mamá llegué! - grité entrando a casa.
Me dirigí a la cocina y luego al comedor para ver si se encontraba allí, pero no estaba.
Me senté en uno de los sofas y prendí la televisión.- Al parecer no hay nadie - dije mis pensamientos en voz alta.
- Sólo estoy yo - su voz invadió todo mi ser dejándome perpleja.
Me incorporé rápidamente y miré hacía el lugar de donde provenía esa voz.
-¿Qué haces aquí?
- Vine por ti preciosa - la voz de Marcos parecía temblorosa.
Lo vi caminar lentamente más cerca de mi, noté que traía sus ojos rojos y una botella de alcohol en su mano.
Los recuerdos de esa noche invadió mi mente, mi corazón se aceleró por temor a que Marcos volviera a acusarme daño.-¿Como entraste a mi casa?
- Unas pequeñas mentiras a tu madre me ayudan mucho - su tono era divertido
- Quiero tenerte sólo para mi - su aliento olía a alcohol - serás sólo mía.
Sus fuertes brazos me rodearon, intenté soltarme de su agarre pero era imposible, él claramente tenía más fuerza que yo.
- Marcos déjame - mi voz se quebró y mis lágrimas empezaron a salir - por favor.
Él me miró atentamente, serio, pero luego formó en sus labios una sonrisa malvada.
ESTÁS LEYENDO
No me Enamores
Ficțiune adolescențiQue difícil es enamorarse de la persona menos indicada no? La historia de Alis y de Alan es verdaderamente complicada ya que se enamoran sin saber como enfrentar a sus familias ya que la de ambos es una sola. Su amor trata de seguir a pesar de las c...