No me Enamores

Antes de la Fiesta!

Después de lo que pasó con Alan, todo volvió a la normalidad. Ahora faltaba muy poco para la fiesta. Estuvimos invitando a amigos de la ciudad, no pensamos en hacerla muy grande, pero seguro que será una gran fiesta.
Haría cualquier cosa por soportar a Alan, con tal de tener a mis amigas lo más cerca y divertirnos lo más que podamos.

-Alis.. ¿Puedo dormir contigo? -preguntó Abby llorando y entrando a mi habitación.

-Sabes que no necesitas preguntar, sólo ven- dije palmeando el colchón a mi lado.

-Gracias - saltó a la cama y me abrazo.

Tenía 9 años cuando conocí a Abby, se mudo al lado de mi casa. Al instante nos hicimos muy buenas amigas, aparte que íbamos al mismo colegio. Las ventanas de nuestros cuartos estaban casi juntas, cuando ella tenía pesadillas llamaba a mi ventana y se acostaba conmigo.
Es algo muy habitual, no puedo decirle que no a mi mejor amiga. La vida de Abby antes de llegar a la ciudad, era muy dolorosa ya que su padre hacía cosas horrible,la lástimaba a ella y a su madre. Abby siempre tiene pesadillas de las cosas que le hacia su papá; pero dice que cuando estamos juntas, no las tiene y eso me alegra, por que se que de alguna forma la puedo ayudar.

-No se como haces para soportar todo de mi Alis. - dijo aún llorando en mis brazos.

-No se que haría yo sin tus insoportables cosas Abby.- dije peinando su largo cabello negro -ahora duerme que mañana será un largo día.

Y dicho eso nos acomodamos y quedamos profundamente dormidas.

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Al día siguiente me desperté muy temprano, Abby aún seguía dormida, me incorpore y fui al baño. Al salir, ella ya estaba levantada.

- Tengo una idea - dijo con una sonrisa de malicia y en una mano, un enorme silbato. - así los levantaremos rápido.

-Jajaja esta bien, pero es tu idea y tu lo harás.

Salimos al pasillo, empecé a gritar, mientras que Abby hacía ruido con él silbato ( un horrible ruido).

Reímos sin parar, cuando los chicos salieron de sus habitaciones, horrorosos.

-YA ES TARDE, VAMOS QUE TENEMOS UN LARGO TRABAJO - grité a todo pulmón.

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Tuvimos que dividirnos en grupo, para acabar más rápido con la limpieza. Las chicas se encargan de lo más simple y los chicos de los trabajos duros. Con Alan no emos hablado mucho, sólo cuando es necesario, creo que nos llevamos bien.

-Donde está Alan? - le pregunté a Cristian.

-Creo que afuera- dijo señalando él camino al lago.

Me dirigí al lago, a toda prisa. De lejos vi a Alan, sacando su camisa y pantalón, estaba por entrar al lago.

- Alan!- grité

-¿Qué quieres Parker? - rodee mis ojos.

- Terminaste tus quehaceres?

-Por que tu eres lenta, no significa que todos lo seamos Parker- okey si, ya recordé, como lo odio.

-No bebas demasiado esta noche, no vallas a meter la pata y vuelvas a la comisaría, por que esta vez, no me molestaré en ayudarte.

- Yo no tendré problemas, si tu no te embriagas y no andas detrás de mis amigos.

- Yo no bebo, y ya basta con lo de tus amigos- dije acercandome más a él. - ¿por qué te interesa que este con tus amigos?

- Eso no es de tu incumbencia. - dio una vuelva y se lanzó al lago, dejándome sola.

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Fuimos con mis amigas a la ciudad, a comprar ropa para esta noche. Elegimos vestirnos las cinco con vestidos, Emma eligió uno de color celeste, Margareth de color negro, Laura uno verde, Abby de un color rosa claro y yo elegí un vestido rojo.

Ahora faltaban horas para la gran fiesta, horas para una noche que de seguro será la noche más loca de mi vida.