Capítulo 4

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Un ligero carraspeo salió de la garganta de Myung Soo llamando la atención de Hoya que no supo dónde desviar la mirada cuando, al mirar al visual, este le alzó una ceja como preguntándole qué demonios iba a decir ahora.
Hoya se lamió los labios resecos antes de aclararse él mismo la garganta.
- No hay mucho que contar... estaba durmiendo y...
- ¡¡No sigas por ahí!! - le reprocha Sung Kyu - quién sabe lo que estabas haciendo mientras ese zombie estaba vagando sin rumbo por el mar de los sueños - el líder señala a su espalda donde un Dong Woo se dio por aludido y dejó de dibujar cosas en la pizarra.
- Eso es cierto, Hoya siempre se levanta antes que yo...
El chico maldijo mentalmente a su hyung en todos los idiomas que conocía, ¿tan jodidamente inocente era cuando quería? ¿Cuántas veces tenía que decirle que pensase dos veces las cosas antes de decirlo en voz alta y más delante del resto de los miembros?
- Quien sabe qué haces cuando Dong Woo está durmiendo... - continuó el líder haciendo que Myung Soo volviese a toser - quizás has sido tú el que anda fumando a escondidas cuando nadie mira, y despertar a Dong Woo es tu mejor coartada.

Oh no, por ahí no iba a pasar, no señor.
Hoya le lanzó a Sung Kyu una de esas miradas amenazantes y chasqueó la lengua, dispuesto a empezar con su relato.
El rapero mayor, de lo más ilusionado, se sentó de nuevo en su sitio original, mirando a su dongsaeng con una enorme y preciosa sonrisa de oreja a oreja. Hoya en aquel momento se sintió culpable, más teniendo en cuenta que había sido pillado con las manos en la masa por Myung Soo, ¡¡y juraba que era la primera vez que...!!
- ¡Venga, empieza de una vez! - le gritó Sung Yeol cortando el hilo de sus pensamientos.
Hoya cogió aire y comenzó su relato, obviamente sin decir lo que más le avergonzaba en aquellos momentos en voz alta... ahora mismo no era la situación más idónea de confesar ciertas cosas.


Flashback.

09:00 AM - Sábado


Como venía siendo costumbre una ligera música de hip-hop reinaba en la habitación. Una habitación de lo más colorida y particular donde dos camas habían sido empujadas hasta quedar juntas al final de la habitación, pegadas a la pared la una al lado de la otra, casi podría decirse que parecía una cama de matrimonio.


Justamente en la más alejada de la puerta la totalidad de las sábanas, las cuales estaban puestas de cualquier manera como si alguien hubiera tenido una peligrosa lucha por ellas, eran de color verde cubriendo parcialmente una figura. Dicha figura dormía boca abajo con los brazos cubriendo prácticamente toda la superficie de su colchón; dueño y señor del mismo.
En la cama de al lado y con las sábanas (y colcha, almohada, manta) moradas una segunda figura dormía boca arriba. Las sábanas perfectamente arregladas, como si el ocupante apenas se hubiera movido durante la noche. Justo a su lado la única mesilla de noche de la habitación con unas gafas y dos móviles sobre ella, de uno de los cuales salía la mencionada música.

Hoya tenía la manía de dormir con música de fondo, según él le ayudaba a relajarse y qué mejor que hacerlo con sus canciones favoritas.

Había queagradecer el hecho de que compartiese habitación con Dong Woo quien, aparte deque también era su género de música favorito, podría dormirse en cualquieraparte sin ninguna dificultad. Estaban seguros de que si montaban una fiesta enesa habitación el rapero mayor no movería ni un músculo y seguiría en el mundode los sueños por muchas muchas horas más.

Por ello el resto de miembros no se negaron cuando llegó el momento de la nuevadistribución de habitaciones. Además teniendo en cuenta que los dos raperoshabían tenido las promociones como Infinite H no les molestó demasiado quecontinuasen durmiendo en la misma habitación.

Hoya se movió ligeramente cuando la música se detuvo y empezó a sonar un sonidodiferente, ese molesto sonido que le recordaba que tenía que levantarse de sucómoda cama, ¿quién no odia a ese jodido despertador todas las mañanas?
El rapero abrió un ojo intentando enfocar a su alrededor, aunque claro sin lasgafas tampoco es que viese demasiado pero lo justo para darse cuenta de queeran casi las nueve de la mañana. Bufó revolviéndose el pelo y se estiró en lacama mirando a su derecha donde su hyung seguía en el séptimo cielo durmiendocon la boca ligeramente abierta y la cabeza apenas sobre la almohada. Unasonrisa adornó el rostro del menor antes de alargar la mano y revolverle elcabello a Dong Woo.
Hacía relativamente pocos días que se lo había cortado y lo tenía con su colornatural, negro como el carbón. Daba igual lo que Dong Woo se hiciese en elcabello, todo le quedaba genial. Él era único y genial.

Bostezó de nuevo haciéndose el ánimo de despertar a ese muerto viviente quetenía por compañero puesto que sabía que Woo Hyun no tardaría en preparar eldesayuno y venir a despertarlos como normalmente hacía. Calculaba que eso seríaen unos quince o veinte minutos...
- Hyung, ¿sigues vivo? - preguntó Hoya alargando la mano hacia las gafas yponiéndoselas para poder ver como dios mandaba a su hyung.
No pudo evitar soltar una carcajada al verlo moverse, con los brazos extendidosy todavía ocupando la totalidad de la cama, ¿es que acaso se ponía a bailarmientras dormía? conociendo a Dong Woo tampoco le extrañaba demasiado.

Lo miró de arriba abajo; una pierna fuera de las sábanas verdes con esospantalones cortos de dinosaurios con alitas que el mismo Hoya le regaló hacíatiempo atrás, la camiseta de manga corta verde que ahora mismo estaba siendoligeramente subida por el mismo Dong Woo puesto que se estaba rascando elestómago mientras hacía muecas en la cara, intentando volver a encontrar unapostura para seguir durmiendo.

No pudo resistirse, ¿quién podría en aquella situación?
Hoya quitó las sábanas que lo cubrían y se dirigió a la cama de Dong Woo elcual seguía con la mano debajo de la camiseta. Nada más llegar se inclinó en suoído.
- Hyung, ¿quieres que te ayude? - le preguntó en un susurro que hicieron que elmayor murmurasen cosas sin sentido - ¿eso es un sí? no me hago responsable ~ -canturreó ligeramente antes de llevar su mano y pasearla sin pudor alguno porlos abdominales definidos de su hyung mientras con su nariz acariciaba el trozode cuello que la cabeza ladeada del mayor dejaba a la vista.
Eso pareció despertar levemente a Dong Woo que, moviéndose ligeramente, pareciómurmurar algo en una mezcla de keniano y coreano pero del cual podemos escucharun perfecto:
- Hoya... - susurró frunciendo el ceño haciendo que el mencionado sonriese aúnsobre la piel del cuello del rapero.
- Hyung, ¿estás despierto o tengo que seguir despertándote? - le preguntóobteniendo como respuesta una nueva retahíla de murmullos sin sentido - túmismo...

Hoya paseó perezosamente su mano por debajo de la camiseta del mayor, palpandosin descaro toda la piel que se ponía en su camino mientras sus labios habíanbajado hasta detenerse en la sexy clavícula de su hyung.
Esto pareció despertar más a Dong Woo puesto que intentó abrir los ojos y deciralgo, pero en vez de eso una especie de quejido salió de sus labios.
- Hyung, deberías de despertar ya si no quieres que lleguemos hasta el final...
- Hoya... - volvió a murmurar - es temprano... ah... - susurró abriendo estavez completamente un ojo y mirando hacia a abajo donde podía apreciar la cabezacastaña de su amigo perderse por algún rincón de su cuello.

No era la primera ni la única vez que su dongsaeng lo despertaba de aquellamanera. No se quejaba, es más, podría decirse que era la única manera dedespertarle a tiempo para el desayuno.
- ¿Por qué tengo un hyung tan dormilón...? - se quejó Hoya lamiéndose loslabios al mismo tiempo que separaba su boca del cuello de Dong Woo y seincorporaba un poco para mirarle a los ojos, notando que el chico ya los teníaligeramente abiertos. Eso sí, la mano que seguía bajo la camiseta seguía allí,palpando sin descanso.
- El resto van a darse cuenta... - se quejó Dong Woo.
- ¿De qué van a darse cuenta, hyung? - preguntó el chico alzando una ceja.
- De... pues... de esto...
- ¿Y qué es esto? - preguntó el menor mirándole fijamente mientras Dong Woo sesonrojaba ligeramente.

Hoya quería que el mayor lo admitiera de una vez. No es que aquello fuese algoformal ni nada de eso, pero no podían negar que desde las promociones comoInfinite H su amistad había subido de nivel y hasta habían compartido besos yabrazos que unos simples amigos no se darían. Caricias sumamente profundas,abrazos a espaldas del resto que terminaban con Dong Woo apretando el traserodel menor y este abrazándolo como queriendo fundirse con su hyung en alguno delos pasillos de su casa o de la agencia.

Pero como Dong Woo era cariñoso con todo el mundo no le daba demasiadaimportancia. Él pensaba que como Hoya era su mejor amigo esas cosas no eran deltodo extrañas. Eran unos gestos únicos y especiales que solo compartía conHoya... y este quería asesinar a su hyung por aquellos inocentes pensamientos.
Siempre había dicho que Dong Woo era idiota para unas cosas pero un auténticogenio para otras... y le frustraba que su hyung no se diera cuenta de unamaldita vez de lo que pasaban entre ellos.

Pero mientras tanto podía disfrutar de la vista del mayor retorciéndose en susbrazos intentando reprimir los suspiros de placer que querían escapar de sussexys y gruesos labios. Esos labios que Hoya no tardó en reclamarlos comosuyos, besándolos y mordiéndolos ligeramente.
- Ah... Hoya... para...
- No hyung, vas a volver a dormirte - le contestó cuando se hubo separado delmayor y hundido la cabeza de nuevo en su cuello, subiendo aún más la camisetapara poder quitársela completamente y desviando sus besos por todo el abdomendel moreno que soltó un gemido más alto que el resto. Se llevó la mano a laboca, preocupado de alertar al resto y que los encontrasen en una situación queno podía explicarse. Ni el mismo Dong Woo sabía exactamente cuándo habíanllegado a aquello... pero es que era tan agradable que no quería que parasenunca.
- No voy a dormirme...
- No mientas hyung, en cuanto me descuido te duermes otra vez - se quejó Hoyamirándole desde abajo y haciéndole morros, gesto que a Dong Woo le pareciósumamente adorable - además, ahora no puedo parar.

Estas simples palabras hicieron que el mayor contuviera un nuevo gemido.
Maldito y sexy Hoya, mira que sabía ser irresistible cuando el jodido quería.
Los labios del menor habían bajado hasta llegar al límite del pantalón dedinosaurios con alitas que Dong Woollevaba, y a punto estuvo de continuar con su descenso cuando una segundaalarma sonó en su móvil haciendo que el menor gruñera maldiciones.
Bien podía ignorarla pero estaba seguro de que la dichosa musiquita se oiríapor el pasillo y podía alertar al resto de miembros, algo no aconsejable enaquellos momentos.

Se separó de Dong Woo un momento, rodando por encima de la cama hasta llegar a lasuya, alargando la mano para apagar lasegunda alarma que tenía por si por alguna casualidad no escuchaba la primera.El silencio volvió a reinar en la habitación.
- Bien, ¿por dónde íbamos hyung? - preguntó Hoya ajustándose las gafas yvolviendo la vista hacia el cuerpo de su hyung, un hyung que le respondió conun pequeño ronquido.
Un segundo silencio se apoderó de la habitación, pero no duró más de dossegundos puesto que Hoya dio un pequeño grito de frustración, ¡¡eso sí que no!!
- ¡¡HYUNG, DESPIERTA DE UNA PUTA VEZ!! - le gritó exasperado y maldiciendo elsueño pesado de Dong Woo en todos los idiomas que conocía.
Se situó justo encima de él, sentándose encima de sus caderas y zarandeándolopor los hombros, Dong Woo sin ganas de volver a despertarse y haciendo que elcabreo de Hoya aumentase por momentos.
- ¡¡JANG DONG WOO, NO VAS A VOLVER A DEJARME A MEDIAS!! - le volvió a gritarsiendo interrumpido por un ligero carraspeo en la puerta.

Hoya se giró con el ceño fruncido y se fijó en la figura de Myung Soo que losmiraba desde la puerta con la cara a cuadros. El visual no sabía exactamentecomo procesar aquella escena, no por el hecho de que Hoya estuviera encima deun Dong Woo prácticamente desnudo y dormido, sino más bien por las últimaspalabras dichas por el rapero.
El castaño no supo cómo explicar aquella situación porque admitía que no erademasiado normal la postura que tenía en aquellos momentos, si bien lo peorhabía sido aquella dichosa frase.
- Esto... Woo Hyun me envía a despertaros... el desayuno está listo y... yo hecumplido, ¡y no he visto nada! - concluyó cerrando la puerta a sus espaldas ydejando de nuevo al dúo de raperos solos en la habitación.

El menor soltó un gruñido y, dándole un ligero golpe en la cabeza a Dong Woocomo castigándole por ser el causante de aquel lío, dio un salto y se dirigióhacia la puerta llegando justo cuando Myung Soo iba a girar por el pasillo.
- Myung, ¿me ayudas a llevarlo al comedor?
El visual asintió sin querer mencionar de nuevo nada de lo que había visto uoído.

Ambos cogieron a Dong Woo por los brazos y, colocándolo en el suelo, loempezaron a arrastrar hacia el comedor. Por supuesto ni eso podía despertar almayor.
- Yo... me gustaría explicar...
- No hace falta que me expliques nada - le cortó Myung Soo - tienes tus propiosmétodos para despertar a ese muerto.
Hoya asintió ligeramente pero no quería que la cosa quedase allí y se prometióhablar más tarde del asunto con Myung Soo. Confiaba en el chico y quién sabe,quizás podía ayudarle con su hyung.

Los tres entraron en el comedor donde el resto ya estaban desayunando ycomieron todos juntos. Milagrosamente Dong Woo se despertó al oler la deliciosacomida y Hoya meditó profundamente si la próxima vez tendría que despertar a suhyung con ese método.
Una seductora sonrisa se apoderó de su rostro al mismo tiempo que alejabaaquella posibilidad. Prefería sus propios métodos... aunque no fueran los másnormales del mundo sí que eran de lo más placenteros.

Fin Flashback.

Sung Kyu los miró con una ceja alzada mientras Dong Woo asentía con lacabeza, como dando a entender que recordaba que Hoya lo había despertado peroque después el sueño le venció y volvió a dormirse con aquella rapidez quetanto le caracterizaba.

- ¿Me estás diciendo que Hoya estaba intentando estrangular a Dong Woo porqueno se despertaba? - preguntó el líder a Myung Soo que, después de darle unrápido vistazo a Hoya, asintió sin cambiar su serio semblante.
El mayor no terminó de creerse aquello, ¿desde cuándo Hoya despertaba a DongWoo subiéndose encima del rapero y zarandeándolo como si quisiera asesinarlo?,pero cualquiera le llevaba la contraria a Myung Soo cuando te miraba conaquella cara.
- ¿En serio me dormí tanto? Lo lamento mucho Hoya... - murmuró el rapero mayora su amigo sentado a su lado.
Si bien recordaba haber tenido a Hoya encima de él intentando despertarle norecordaba mucho más, aunque podía imaginarse que, por el intercambio de miradasque Hoya y Myung Soo habían tenido durante el relato, el visual había vistoalgo más de lo que el otro había contado. Y podía hacerse una idea de qué eraexactamente lo que había visto.

Un ligero rubor se apoderó de sus mejillas haciendo que Hoya a su lado lofulminase con la mirada, ¡¡por su culpa había terminado de aquella manera, y ademáslo había dejado a medias!! iba a hacérselo pagar más adelante.
- No tiene sentido hyung, todos estábamos aquí y todos tenemos coartada durantela mañana - comentó Sung Jong - y sihabéis sido sinceros con vuestros relatos todos somos inocentes a lo largo dela mañana.
Todos los allí presentes tragaron saliva por las palabras del maknae.
Sinceridad no es que hubiera habido demasiada durante los relatos.
- ¿Qué sugieres? - preguntó Woo Hyun mientras el chico lo meditaba unossegundos.
- Recuerdo que Dong Woo y Hoya salieron a comer fuera, pero yo también heestado fuera con el manager con lo cual hay momentos del día que o bienestábamos con otros paseando por la calle o bien en casa...
- Tienes razón, todos hemos estado con alguien a lo largo del día de ayer,¿verdad? - preguntó esta vez Sung Yeol a lo que todos, haciendo memoria,asintieron.
- Entonces, ¿por qué no nos centramos más en esos momentos en casa? Es decir,la escena del crimen es ese balcón - el maknae señala a su espalda - si tenemosque relatar exactamente todo lo que hicimos durante el día vamos a estar todoel santo domingo aquí metidos.
- Eso me recuerda... ¡¡desayuno!! - exclamó Dong Woo de repente levantándosedel suelo y yendo hacia la cocina seguido de Woo Hyun y un grito de "¡No medesordenes la nevera!".
- Bien, ¡¡descanso de media hora!! - gritó esta vez Hoya cogiendo por el brazoa Myung Soo y llevándoselo a su habitación ante la atenta mirada de Sung Kyu ySung Yeol, este último más molesto que intrigado.
- ¿Qué pasa...?
- Tenemos que hablar, ahora mismo - le contestó Hoya antes de cerrar la puertaa cal y canto.

Sung Yeol soltó un bufido de molestia.
- ¿Crees que estén compinchados? Quizás han sido ellos y durante el día de ayerestuvieron juntitos... - comenzó el líder.
- ¡Eso no puede ser, estuvimos juntos! - gritó Sung Yeol poniéndose de piepero, dándose cuenta de que había sonado más desesperado de lo que hubieraquerido en un principio, se dirigió de cabeza a la cocina a preparar algo decafé.

Sung Kyu miró a su espalda dónde la pizarra cada vez estaba más llena deanotaciones y soltó un suspiro. ¿Cómo iba a enfocar esto de ahora en adelante?¿Qué demonios habían hecho los niños durante la tarde y la noche del sábado?
Y lo que era más importante... ¿¡quién demonios fumaba a sus espaldas sin queél lo supiese!? ¡¡Iba a descubrirlo de cualquiera de las maneras!!

Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora