Capítulo 20 - Epílogo

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Los meses habían pasado para los miembros de Infinite, el tour mundial también había finalizado y, podría decirse que se respiraba paz y tranquilidad... toda la paz y tranquilidad que se podía respirar en una habitación con siete chicos que se preparaban para un inminente come back. Pero no, no es por eso por lo que Sung Kyu se encontraba gritando a diestro y siniestro como si estuviera poseído por el diablo.
- ¿¡Y los regalos!? ¿¡Tenéis los regalos!?
- ¡¡Aquí están!! - gritó un Sung Yeol trayendo varias cajas sobre sus brazos e intentando no caerse al suelo con ellas.
- Bien, ¿¡quién se encargaba de la tarta!? - volvió a gritar el líder al que sólo le hacía falta un gorro de policía y un silbato.
- Woo Hyun iba a por ella... - añadió el más alto haciendo malabares con las cajas mientras, sentado pacíficamente en una silla, el "fotógrafo oficial" se dedicaba a revisar su cámara - ¡Myung, deja de trastear con eso y ayúdame!
- ¿Por? Si te veo de lo más entretenido... ¡sonríe Yeol! – comentó mordaz mientras le hacía una foto a un Sung Yeol que iba haciendo zic zac por la sala de ensayos mientras Sung Kyu se dedicaba a maniobrar como si fuese una batalla por la libertad de la raza humana en aquella pizarra (la cual habían terminado llevando a la agencia por si acaso al líder le volvía a dar otro ataque de detective con cualquiera de las motas de polvo que hubiesen por casa).
- ¿¡Dónde demonios se ha metido Sung Jong!?
- De compras – repitió por tercera vez Myung Soo mientras Sung Yeol se quejaba en voz alta de que las cajas pesaban mil demonios y a ver cuando era el momento de empezar con la decoración.
Sung Kyu por fin se dignó a mirarle, ordenando dejar las cajas en una esquina y haciendo que el chico llorase de felicidad.
- ¡¡No tenemos tiempo, ese loco debe estar a punto de llegar!! ¿¡Dónde demonios se ha metido Woo Hyun!?
- Creo que está más psicótico de lo normal, y eso que el come back es dentro de unas semanas – susurró Sung Yeol a su amigo (y novio) que todavía tenía la cabeza metida en la cámara.
- Yo diría que es una mezcla de todo un poco... ya podría estar aquí Woo Hyun para calmarlo... – bufó Myung Soo contestándole al más alto que se había tirado de cabeza en el pequeño sofá que tenían en aquella sala, justo a su lado.
Y, como una llamada de los cielos, el nombrado apareció con una enorme caja en sus manos.
- Cariño, ya he vuelto~ - canturreó entrando y ganándose una mirada de reproche del líder- y traigo compañía...
- ¡¡Has tardado mucho!! ¿¡Y qué es eso de cariño!?
- Hyung, ¿por qué crees que iba por ti ese piropo? Se lo estaba diciendo a Myung...
- A mí no me metáis en vuestros líos de pareja – contestó el visual entrecerrando los ojos mientras acariciaba con una mano la cabeza de Sung Yeol apoyada en sus piernas.
- ¡Sung Jong-ah pon la decoración, deprisa! - saludó el líder haciendo caso omiso de los corazones que su novio le lanzaba desde la puerta.
El maknae soltó un bufido sacando lo que parecían ser globos de color morado y empezando a hincharlos y soltarlos por la sala.

Diez minutos después, y cuando Sung Kyu estaba a punto de asesinar al siguiente que explotase uno de esos jodidos globos morados por el mero hecho de pasar el rato y "porque era divertido escucharlos explotar", una cabeza rubia entró por la puerta.
Todos empezaron a gritar como si hubiesen visto a la mismísima muerte con su guadaña recolectando almas.
- ¡¡¡AHHHH, NO ESTAMOS LISTOS, ESPERA!!! - gritó Sung Yeol corriendo y empujando la cabeza rubia hacia el pasillo.
- ¡¿No se supone que estaba ensayando durante varias horas con los bailarines!? - gritó Sung Kyu intentando sacar la pizarra por la salida de emergencia, dándose cuenta de que la estaba metiendo de frente y no cabía ni con todo el esfuerzo del mundo.
- ¡¡Yah, yah!! ¡¡Que soy yo!! - gritó una voz inconfundible que intentaba quitarse las manos de Sung Yeol de la cabeza.
Todos los allí presentes miraron con los ojos como platos a un Dong Woo rubio que los miraba con una sonrisa de oreja a oreja.
- Wow, habéis adelantado mucho – dijo una vez Sung Yeol lo dejó pasar, viendo el suelo lleno de globos de color morado así como serpentinas y una pancarta gigante que ponía "FELIZ CUMPLEAÑOS HOAEGI".

Sí, eso era exactamente lo que estaban preparando. El cumpleaños de Lee Ho Won.
- Vale, reconozco que cuando antes ha salido por la puerta diciendo un "Voy a por el regalo de Hoya" he llegado a pensar que se pondría un lacito y se envolvería en papel de regalo, auto regalándose para una noche de sexo salvaje – fue el comentario de Myung Soo respaldado por el asentimiento de cabeza de todos los presentes.
- ¿Ese es tu regalo de cumpleaños? - preguntó Woo Hyun señalando la cabeza rubia de Dong Woo.
- No, esto me apetecía... el regalo lo tengo aquí - dijo el rapero riéndose al ver la cara de espanto de todos los presentes y alzando una bolsa que llevaba en la mano.
- Y voy yo y me lo creo, ¿ahora me dirás que el hecho de que Hoya se tintase rubio hace unos días no ha tenido nada que ver? - preguntó Sung Yeol entrecerrando los ojillos.
Dong Woo como respuesta soltó una risita nerviosa y corrió hacia Sung Jong, el pobre casi sin aire después de inflar tantos globos.

El grito del líder no se hizo esperar.
- ¿Pero te has vuelto loco? ¿¡Era preciso que te tintases a lo parejita para que todo el mundo se entere de que estáis saliendo!?
- Hombre hyung, peor eran las escenas durante el concierto... - aportó Woo Hyun mientras todos los allí presentes, excepto Dong Woo que los ignoraba olímpicamente y empezaba a inflar globos de color verde sacados de dios sabría donde, rememoraban las escenas que el YaDong había dado durante los conciertos... más concretamente aquellas escenas de "Man in Love" donde, durante las partes del rap de Dong Woo, Hoya se tumbaba en el suelo y se dejaba "montar" por su novio.

Veinticuatro HorasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora