Capítulo 6

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Flashback.
13:00 PM – Sábado

- Refréscame la memoria, ¿dónde demonios vamos? - preguntó Sung Kyu por octava vez mientras arrastraba los pies por el suelo.
Justo por delante de él y con una sonrisa de oreja a oreja un Woo Hyun ataviado con gorra y gafas de sol instaba a que fuese más deprisa.
- ¡Vamos hyung, se acabará la comida de la feria! ¡Tengo ganas de enseñarte las fiestas de mi barrio! - soltó emocionado mientras cogía a su líder por el brazo y arrastraba por aquella callejuela.

Después de haber bajado del bus que los había llevado hasta el barrio residencial donde el vocal había nacido ahora tenían que caminar por diversas calles hasta llegar a la feria donde un emocionado Woo Hyun le había contado lo maravillosas que eran las atracciones y los puestos de comida.

La comida callejera era algo que a Sung Kyu le encantaba, aunque a decir verdad todo lo que fuese comida le atraía, así que tampoco es que se quejase demasiado cuando su amigo le preguntó si podía acompañarle.
Lo que no terminaba de gustarle era el simple hecho de pasear tan tranquilamente con su amigo, no después de que horas antes hubiese pasado ese "pequeño" incidente entre ellos. Aunque parecía que Woo Hyun no le había dado demasiada importancia el caso es que a Sung Kyu no dejaba de rondarle por la mente.

Muchos dirían que era un trauma, otros que sobre exageraba las cosas (como siempre hacía), pero una pequeña parte enterrada en lo más profundo de su mente le decía que allí había algo más y que si no dejaba de darle vueltas al asunto sería por algo.
Otra cosa que no le gustaba demasiado eran las dichosas atracciones de feria; nunca le habían gustado y no iba a subirse a nada como bien le recordó al menor en cuanto pusieron un pie dentro de la feria y el chico empezase a arrastrarlo por todos los puestos existentes del lugar.
- Oh vamos hyung, subiremos a cosas lentas – le prometió mientras le tendía una brocheta de pollo que el líder se apresuró a devorar con una sonrisa de satisfacción en su rostro.
Woo Hyun lo miró encantado antes de continuar paseando por el lugar. Parecía que esa brocheta había derribado las defensas de su hyung y ahora parecía más predispuesto a pasar una agradable tarde en aquel lugar.

Ambos iban ataviados con sus respectivos trajes "anti reconocimiento" como solían llamarlos. Gafas, gorras, ropa poco llamativa y sin complementos que los delatasen. Intentaban llamar la atención lo menos posible, más siendo el barrio donde se había criado Woo Hyun era más fácil que alguien lo reconociese.

Y, a decir verdad, Sung Kyu se lo pasó genial. Siempre había tenido una buena relación con su dongsaeng; aparte del hecho de que ambos siendo los vocalistas principales pasaban más tiempo juntos que el resto, también el haber estado compartiendo habitación durante todos estos años había tenido sus repercusiones. Casi le recordaba a la relación que Dong Woo y Hoya tenían, aunque lo de ellos fuese de varios años más.
Eso también le recordó al líder la promesa que le había hecho al menor de que esta noche dormirían juntos. La tercera brocheta de pollo a punto estuvo de ahogarlo ante aquel pensamiento, y peor aun los que él mismo estaban añadiendo a la escena de su mente.
Negó con la cabeza, dispuesto a disfrutar el resto de la tarde de aquel agradable lugar. A decir verdad hacía tiempo que no tenían una salida como aquella y más siendo como esa misma semana iban a empezar de nuevo con los ensayos para otro de los conciertos fuera del país. La gira mundial les estaba cansando mucho pero la recompensa era aún mayor.

Tan metido estaba en sus pensamientos que no notó como Woo Hyun se detenía de repente haciendo que la cabeza de Sung Kyu chocase con su espalda.
- Yah, ¿por qué demonios te has parado? - le reprochó en un gruñido obteniendo como respuesta una adorable sonrisa de oreja a oreja que Woo Hyun le mostró y su dedo señalando una de las atracciones de la feria.
Una noria. Enorme. Alta. Una noria que se perdía en las nubes.
¿Acaso le estaba diciendo que iban a montarse en aquella cosa que de caerse los mataría en el acto?
- Vamos hyung, es una atracción lenta – le dijo leyendo en el rostro mortalmente pálido del mayor que la idea no era del todo de su agrado.
- Así la muerte serán más lenta y horrible – se quejó el mayor, tentado en agarrarse a una de las farolas cual koala sobre su árbol favorito y no moverse un milímetro de allí.
- Eres un jodido dramático hyung, ¡no va a pasar nada, mueve el culo!
- ¡No le hables así a tu hyung!
- ¡Compórtate como tal! - le reprochó de vuelta cogiéndolo del brazo y yendo a comprar dos entradas para, segundos después, meterse en uno de los cubículos de la atracción.

Una vez dentro y cada uno sentado uno frente al otro en aquellos asientos Sung Kyu se agarró al suyo como un gato al que estaban a punto de meter en una bañera llena de agua y gimoteó maldiciones por lo bajo que no hicieron sino que Woo Hyun empezase a reír.
- De verdad, ¿dónde está el líder carismático de Infinite?
- En tierra firme dónde no puede morir aplastado por toneladas de metal provenientes de una maldita noria que se ha desmontado... - hizo una pequeña pausa antes de proseguir - es un líder muy sabio, ¿no crees?
- Todo un héroe de los niños y ancianos – le contestó Woo Hyun negando divertido con la cabeza mientras el silencio se apoderaba del lugar.
Y no era un lugar en el que el silencio le hiciese demasiada gracia a Sung Kyu por dos razones: la primera porque le permitía continuar pensando en lo de aquella mañana y la segunda porque oía el chirriar de aquel maldito trasto cada vez que se movía.
- Hyung, ¿tanto lo odias? - le preguntó de repente Woo Hyun.
- No es que lo odie, pero el hecho de morir aplastado por hierros no es que sea totalmente de mi agrado...
- No me estaba refiriendo a eso – le contestó mirando fijamente al líder y haciendo que este también lo mirara extrañado por el rostro serio que había adoptado de repente su amigo – me refiero a lo que ha pasado esta mañana, ¿tanto lo has odiado?

Sung Kyu lo meditó unos segundos no sabiendo exactamente a qué se refería... hasta que una lucecita se encendió en su cabeza y el mismo incidente que le había atormentado desde entonces volvía a su mente a una velocidad pasmosa. Así que Woo Hyun también pensaba en ello... interesante.
- Woo Hyun-ah, no lo he odiado – le dijo sabiendo que su reacción de intentar asfixiar al menor había sido demasiado exagerada – simplemente me ha pillado bastante por sorpresa, entiéndeme, estoy acostumbrado a que me metan mano en el trasero – concluyó con una pequeña sonrisa haciendo referencia a la curiosa manía de Dong Woo.
Woo Hyun no le devolvió la sonrisa ante aquella pequeña broma. Continuó retorciéndose las manos con nerviosismo y mordiendo su labio inferior.
- Entonces, ¿te ha gustado?
El líder lo miró parpadeando un par de veces, ¿qué demonios le estaba preguntando el niño este?
- ¿A qué te refieres exactamente? - le preguntó el mayor captando el ligero movimiento de Woo Hyun, ¿era él o se había inclinado hacia delante un poco acercándose más aún a él?
- A que si volviese a pasar no moriría asfixiado por alguno de los cojines del comedor y no perdería tu amistad – le preguntó haciendo un ligero puchero con los labios.

¿Cómo demonios iba a asesinar a ese maldito y adorable idiota si le ponía esa cara? Sung Kyu carraspeó ligeramente mientras se removía en su asiento.
- No digas tonterías Woo Hyun-ah, no voy a matarte por una cosa así...
Antes de que el mayor se diese cuenta tenía a su dongsaeng abrazándolo y enterrando la cabeza en su cuello haciendo que se sonrojase ligeramente.
- Menos mal hyung, tenía miedo de que te hubieras enfadado... por eso quería traerte aquí para que pudiésemos hablar más tranquilamente – le contestó mucho más animado Woo Hyun mientras restregaba su mejilla en el hombro del mayor como si de un gato buscando caricias se tratase.
Sung Kyu soltó un suspiro y llevó su mano para acariciar la cabeza del menor.
- Que niño... me traes de cabeza – le dijo en un susurro haciendo que Woo Hyun alzase ligeramente la cabeza, mirándolo fijamente antes de poner ambas manos en las mejillas de Sung Kyu y darle un ligero beso en los labios que pilló al mayor completamente desprevenido.

Se separaron, Woo Hyun con una sonrisa de oreja a oreja como si fuera lo más normal del universo mientras Sung Kyu podía jurar que estaba teniendo un ataque al corazón, ¿o el cosquilleo en su brazo izquierdo y que de repente se esparcía por todo su cuerpo era otra cosa?
Y, por supuesto, el grito no se hizo esperar.
- ¡YAH! ¿¡Se puede saber en qué estás pensando!? ¡Estamos en público! - le recriminó el mayor de repente mirando a su alrededor por si habían cámaras grabando aquella escena.
- Estamos colgados a varios metros de altura hyung, nadie puede vernos.
- ¿Y los pájaros? ¿Qué hay de los pájaros que nos están sobrevolando? ¿Y si llevan cámaras espías atadas a las patas? ¡Las fans piensan en todo, idiota!
Woo Hyun soltó una carcajada, de verdad que su hyung tenía cada ocurrencia... así que optó por callarlo de nuevo con otro rápido beso.
- No hay pájaros espías por aquí, además me alegra que tu mayor preocupación sea el de fans voladoras con cámaras que puedan grabarnos en vez del hecho de que te esté besando.

Aquella frase hizo al mayor reflexionar profundamente a juzgar por como sus ojos se entrecerraron hasta casi desaparecer, gesto que encantó a Woo Hyun que volvió a enterrar su cabeza en el hueco del cuello.
¿Cómo demonios no había caído en eso? ¡Se había vuelto completamente idiota! ¡Debía ser eso, alguna especie de epidemia dentro del grupo!
Aunque supo por como envolvía con uno de sus brazos el cuerpo de menor sentado a su lado y con la mano libre volvía a acariciar su cabeza que aquello no tenía nada que ver con una epidemia.

Habían pasado ya más de la mitad del recorrido y casi podían volver a ver los tejados de las casas, así que Sung Kyu le llamó la atención al menor, todavía abrazado a su hyung, para que volviera a su puesto.
- Solo un poquito más... - se quejó el chico volviendo a restregar su mejilla en el hombro del líder.
Este insistió en cuanto empezó a ver las copas de los árboles por la ventana del cubículo, y Woo Hyun se separó a regañadientes.
- Vale, pero me llevo esto como recompensa – se aventuró mientras se inclinaba de nuevo y volvía a besar a su líder, solo que este beso no fue rápido, ligero como los dos anteriores. No cuando la lengua de Woo Hyun lamió el labio inferior del mayor haciendo que este soltase un pequeño gemido, abriendo la boca y permitiendo que la lengua del menor entrase en su boca, profundizando aún más el beso.
Sung Kyu no pensaba, simplemente actuaba, ¿qué por qué no le molestaba lo más mínimo que su dongsaeng le hiciera aquellas cosas? definitivamente era algo que debía estudiar profundamente, por lo pronto era agradable, muy agradable al igual que los labios de Woo Hyun, tan suaves sobre los suyos propios.

No duró más de diez segundos pero Woo Hyun de repente se separó al mismo tiempo que los tejados de los puestos callejeros y al poco algunas cabezas empezaron a entreverse por la ventana.
En cuanto llegaron a tierra ya con las gafas y la gorra puesta les abrieron la puerta y el menor salió de allí dando pequeños saltitos y llamando a su hyung que seguía sonrojado hasta las orejas.
- ¡Hyung, hyung vamos a comprar algodón de azúcar! - le pidió el chico con una dulce y adorable sonrisa.
Sung Kyu sabía que estaba perdido en cuanto sus pasos reaccionaron antes que su cerebro. Era el efecto que Woo Hyun causaba en él y, en el fondo, no le importó lo más mínimo. Le gustaba. Mucho.

Fin Flashback.

- ¡Algodón de azúcar! Yo quiero... - se quejó Dong Woo después del relato en el que Sung Kyu les contaba los lugares a los que habían ido a comer, los puestos de tiro que realmente se le daba muy bien y la maldita noria a la que había subido.

- Debió de ser épico ver a Sung Kyu hyung subido a esa cosa – comentó Myung Soo mientras el resto se imaginaba a su hyung agarrado al asiento y gritando a los cuatro vientos que iba a matar al inventor de aquel ataúd gigante.
- Estaba muy adorable quejándose – dijo Woo Hyun ganándose de nuevo una mirada fulminante por parte de su líder.
- Bueno, ¿podemos volver al asunto principal? - bufó Sung Kyu levantándose de repente y yendo hacia su pizarra mientras la observaba desde todos los ángulos posibles - ¿quiénes estaban durante la comida en casa?
- Nosotros dos... - empezó Sung Yeol señalándose a él y a Myung Soo – el manager y Sung Jong.
- Cierto, nosotros comimos en la tienda de ramen porque las compras de Dong Woo hyung se alargaron más de lo previsto – se quejó Hoya mientras a su lado Dong Woo se reía.
- No te quejes, te compré esa gorra y esos calzoncillos morados ¿no?, ¿te los has probado?
Los allí presentes los miraron con una gotita en el rostro mientras Hoya asentía mucho más contento ante aquel recuerdo.
- Por dios, parecéis un matrimonio de verdad – bufó el líder mientras empezaba a escribir más cosas en su pizarra – entonces, ¿quién estuvo durante nuestra ausencia en casa?
- Nosotros cuatro, Sung Jong y el manager se fueron a comprar unas cosas durante una hora más o menos... pero exactamente ni idea porque nosotros dos nos metimos en la habitación y hyung se puso una película quedándose dormido mientras yo escuchaba música – redactó Hoya mientras a su lado Dong Woo asentía.
- Entonces, durante la tarde no hay testigos en la zona del comedor y del balcón – señaló Sung Kyu con los ojos brillantes pasando la mirada por sus cinco amigos que tragaron saliva ante aquella maliciosa mirada que parecía leer sus más profundos secretos.

Sung Kyu sospechaba de todos porque, aunque Hoya y Dong Woo estuvieran en la habitación ¿quién no le dice a él que mientras uno dormía el otro se había escabullido? ¿Y dónde estaban Myung Soo y Sung Yeol?
Vale que Sung Jong estuviese con el manager pero este nunca volvió a casa después de las compras. Eso deja al maknae con tiempo de sobra para perpetrar el crimen.

Una sonrisa siniestra se apoderó del rostro de Sung Kyu, definitivamente aquella tarde y durante la noche algo había pasado en aquella casa. Algo que iba a terminar descubriendo.

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